🔞 straykids🔞 imaginas +18 (cierre de pedidos)

98. Minho pedido

Dedicado a laesposadestraykids

Esta noche tu papi Minho te preguntó durante la cena si querías acompañarle a hacer unos recados mañana. Como la dulce y servicial hijastra que eres, aceptaste encantada y comenzaste a planear tu ropa para mañana. ¿Debería ir con algo femenino o algo sencillo y cómodo mañana? Quizá algo bonito. Espero que a papi le guste este conjunto", sonríes y sacas del armario un vestido blanco corto con volantes. Lo combinaste con unos calcetines blancos largos hasta la rodilla y tus desgastadas Mary Janes, sacando del armario un bolso tipo bandolera con forma de conejo, que pensaste que combinaría bien con el conjunto.

A la mañana siguiente te despertaste con tu papi Minho entrando sigilosamente en tu habitación para despertarte. Se sentó junto a tu figura medio dormida, acomodando suavemente algunos mechones de pelo detrás de tu oreja. "Despierta, princesa", te dice suavemente. Te retuerces y te acurrucas en tu sueño, los ojos se abren y los labios se curvan en una sonrisa soñolienta. "Buenos días papi..." murmuraste, frotándote suavemente los ojos. "Ve a prepararte, ¿vale? Voy a poner en marcha el coche en unos 30 minutos". Te miró con suavidad, despeinándote y saliendo de tu habitación. "Vale papi", le miraste con ojos de cierva y asentiste.

Desde el día en que Minho puso sus ojos en ti, cuando tú y tu madre decidieron empezar a vivir con él, vio que eras una niña tan dulce e inocente. Eras preciosa para él, realmente te quería como su hija. Pero las cosas empiezan a cambiar poco a poco cuando llevas un tiempo viviendo con Minho y tu hermanastro Jeongin. Se da cuenta de que tiene sentimientos encontrados hacia ti. Te quería, pero no de esa manera, ¿verdad? No, eso sería algo tabú. Pero la tentación que crece en sus pantalones cuando te sientas inocentemente en su regazo dice lo contrario.

Minho aprovecharía cualquier oportunidad para estrechar lazos y conocerte más. Reconoce que tu relación con tu anterior padre no era la mejor. Te sentías abandonado por tu anterior padre, para ti era sólo un hombre extraño que vivía bajo el mismo techo que tú y tu madre. Por eso, Minho siempre te pide que hagas actividades con él si no estás ocupado con los deberes de la escuela o con tus amigos. Aprecia estos momentos en los que sólo estáis él y tú. Se esfuerza por convertirse en esa figura paterna que siempre has anhelado.

Te preparas rápidamente, te pones un poco de maquillaje antes de ponerte los zapatos y bajar las escaleras. "¡Papi, estoy lista!", rebotaste en los últimos peldaños de las escaleras con entusiasmo. Incluso cosas mundanas como hacer recados se volvían mucho más divertidas cuando se hacían con tu papi. "Me encanta tu traje de hoy princesa, buena elección". Minho musitó, escudriñando sutilmente tu cuerpo con sus penetrantes ojos café.

No pudo evitar fijarse en la franja de carne que dejaba al descubierto tu vestido corto y las medias altas, ni en la forma en que el vestido adornaba tu menuda figura. Se vio sacado de sus ensoñaciones sobre ti cuando agitaste la mano frente a él. "¿Papi? ¿Nos vamos, verdad?", le miraste con ojos vidriosos, preocupada porque tu papi había cancelado los planes de ir a comprar al supermercado. Minho asintió con la cabeza y balbuceó su respuesta "Sí, nos vamos". Te coge suavemente de la mano y te lleva al coche, ayudándote a abrocharte el cinturón de seguridad. Hiciste un mohín, pensando que Minho aún te ve como una niña pequeña, pero tampoco te quejabas. Te encantaba cómo te ayudaba a hacer pequeñas cosas como cepillarte el pelo o abrocharte el cinturón de seguridad. "Sabes que puedo hacerlo yo sola, ¿verdad?", insistías. "Lo siento, cariño, a veces no puedo evitarlo. Eres demasiado guapa". Minho sonrió suavemente. Sus palabras provocaron que un rubor subiera por tus mejillas.

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En el coche se respiraba una atmósfera tranquila pero calmada, era silenciosa pero no incómoda o incómoda. Minho se aclaró la garganta, intentando entablar una conversación. No pudo evitar que sus ojos recorrieran tu pequeño vestido blanco, tu pobre papi también intentaba concentrarse en la carretera pero no pudo resistirse al encanto de tus suaves muslos. "Así que... ¿cómo va la escuela, cariño? ¿Tienes muchos deberes?", te dice. Te remueves en tu asiento, con los ojos fijos en la escena de la carretera. "No es que tenga muchos deberes... pero el material de la escuela es cada vez más difícil, papi".