🔞 straykids🔞 imaginas +18 (cierre de pedidos)

94. Seungmin parte 2 pedido

Dedicada a wthsbangchan

"¡¿Qué... aquí?! ¿Ahora?", balbucea, parpadeando con fuerza. Seguro que has oído mal. "Sí, ¿por qué no?" La respuesta de Seungmin está marcada por un encogimiento de hombros. "No es que puedan oír nada desde abajo. Además, están todos bebiendo y van a tardar una eternidad en terminar de hablar".

La cabeza te da vueltas. Esperabas que se enfadara, que se avergonzara, que te exigiera una disculpa por lo que habías hecho. Esto no estaba en la lista de posibles caminos que podría haber tomado la conversación. Pero no puedes negar que la idea de ver a tu vecino, extendido en tu habitación con la polla en la mano mientras su jodida mirada se encuentra con la tuya, ya tiene el calor acumulándose en tus bragas.

Te muerdes el labio y vuelves a mirar a Seungmin. Su cara es la imagen de la despreocupación mientras toma asiento en la silla de tu escritorio, girándola para mirarte. Te fijas en cómo se sienta, ligeramente encorvado y con las piernas abiertas. Con los pies plantados. Invitando.

"No tienes que decir que sí, sabes. Era sólo una sugerencia porque pensé que te gustaba, pero si no lo haces es..."

"¡No, quiero hacerlo!", sueltas tu respuesta antes de que puedas acobardarte. Sintiendo que la sangre se te sube a la cara, gimes internamente. Probablemente parezcas una virgen asustada. No puedes apartar los ojos cuando Seungmin se pone cómodo, se mueve en el asiento y se desabrocha el botón de los vaqueros. Ya está medio empalmado, empujando incómodamente contra el algodón de sus calzoncillos grises de una forma que muestra el contorno de lo que lleva exactamente. Es estúpidamente excitante la forma en que se frota contra su polla cubierta y la acaricia hasta la máxima dureza, viendo cómo se pone aún más rígida delante de ti, antes de deslizar el elástico hacia abajo y sacarla.

Sus gafas ya se están empañando un poco, y la forma en que sus manos tiemblan ligeramente te hace darte cuenta de que, después de todo, no es tan casual. La sensación de poder que sientes al saber que le pones nervioso te hace casi gemir en voz alta. Quieres arruinarlo.

"Cariño, ¿qué tal si me dejas hacerte sentir bien?"

Seungmin se sobresalta al ver cómo tus palabras destilan deseo. Avanzas hacia él, acercándote lo suficiente como para poner una mano en el respaldo de su silla. Tu cara está lo suficientemente cerca de la suya como para que vuestras narices se toquen. Llevas una mano a su cara, acariciando el lateral con un dedo antes de quitarle las gafas. Sus ojos se fijan en tus labios, hipnotizados por la forma en que tu lengua sale para humedecerlos antes de inclinarte.

"Deja que te la chupe, ángel. Quiero probarte".

Te deleitas en la forma en que Seungmin se pone rígido y su cara se sonroja mientras se le escapa un suave gemido. Sus manos caen para envolverse en el borde del asiento de la silla, abriéndose a ti. Parece tan necesitado ahí sentado, esperando que hagas un movimiento. Despacio, deslizas tu mano por sus hombros y por su pecho, sorprendida por la firmeza con la que lo tocas. Pasando por encima de sus abdominales, te acercas tentadoramente al lugar donde comienza su rastro de felicidad. Seungmin deja escapar un suave gemido, con los músculos flexionados bajo tu mano. El sonido es adictivo.

Te arrodillas y sustituyes tu mano por tu boca. El placer aumenta en tu estómago mientras dejas bonitas marcas para decorar su pálida piel. Y recordará quién se los hizo y lo bien que se sintió. Después de que la extensión de su abdomen esté llena de marcas oscuras y Seungmin gruña con desesperación -quizá demasiado fuerte-, decides que ya has torturado bastante al pobre chico. Cuando tomas la cabeza de su polla por completo, Seungmin se queda en silencio.

Levantas la vista para comprobarlo, con el miembro aún en la boca, y te maravilla el espectáculo que te ofrece. Cada línea de su cuerpo está rígida, parece que ha sido tallada en mármol. Los tendones de su cuello estallan con la fuerza con la que está reprimiendo sus ruidos con su polla, pesada en tu lengua, palpita en sincronía con una vena en su sien mientras empujas más de él en tu boca.