🔞 straykids🔞 imaginas +18 (cierre de pedidos)

36. Félix (cortó)

Pillar a Félix gimiendo cada sílaba de tu nombre mientras se masturba fue un sueño, pero cuando estás fuera de su habitación en plena noche, no parece ser un sueño en absoluto. La puerta de su habitación está ligeramente entreabierta, así que desde tu punto de vista, puedes ver un poco de la acción que está ocurriendo dentro de su habitación.

Félix se ha quitado el pantalón de chándal y sólo lleva una camiseta blanca empapada en su propio sudor. Tiene el pelo pegado a la frente y sus labios carnosos están lo suficientemente abiertos como para que se le escapen todos los gemidos de tu nombre. Al bajar los ojos por su cuerpo, ves su gran polla venosa enjaulada en su mano mientras acelera su velocidad para masturbarse.

Te relames los labios ante el espectáculo que tienes delante. Las ganas de tocarte y gemir el nombre de tu mejor amigo como él está gimiendo el tuyo son grandes, y no quieres dejar escapar una oportunidad increíble. Así que, sin pensarlo mucho, empujas la puerta de su habitación y entras en ella, pillándole completamente por sorpresa.

Félix se sobresalta al verte sólo con tu pantalón de ciclismo y tu camiseta de tirantes, y sobre todo por el hecho de que estás de pie frente a su cuerpo desnudo, solo en su habitación, y su cara se enrojece. "Oye", empieza, mirándote a los ojos, pero tu atención está puesta en otro sitio. Sigue hacia donde estás mirando y acaba mirando su polla. "Oh, mierda, siento mucho eso..."

"No, no, no pasa nada". Haces un gesto con las manos y te diriges lentamente hacia donde él está sentado. Félix no parece ni un poco incómodo y está bastante tranquilo. Sólo con mirarte, ya puede sentir que se pone otra vez más duro y que las ganas de correrse vuelven a aparecer. "Parece que necesitas mi ayuda", le susurras mientras te arrodillas frente a su polla palpitante. "Sí", te susurra él, agarrando suavemente tu mano y guiándola hacia su polla. Te muerdes el labio cuando tu mano entra en contacto con su miembro.

"Menos mal que estás aquí para arreglarlo".

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Chupas con hambre la polla de Félix, moviendo la cabeza arriba y abajo, como si tu vida dependiera de ello. Nunca te habías imaginado haciéndole una mamada a tu mejor amigo, pero aquí estás ahora, arrodillada frente a él, con un aspecto tan jodido como siempre.

"Eres jodidamente bueno en esto", elogia Félix mientras aceleras un poco la marcha. Te peina con los dedos el pelo y te estremeces. "La forma en que tu bonita cara estará goteando en mi propio semen más tarde..."