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61. Bangchan parte 3

TE DESPERTASTE CON QUE CHAN YA SE HABÍA IDO.

No fue una decepción tan grande. El hombre te había avisado antes de que tenía que irse temprano para reunirse con su supervisor. A decir verdad, tal vez era bueno que no estuviera allí, junto a ti en sus sábanas.

Tus manos agarraron esas mismas sábanas, levantándolas justo debajo de tu barbilla mientras mirabas al techo, observando los remolinos secos de pintura negra que se superponían.

"Dios mío".

Efectivamente. Aquí estabas, en la cama de tu mejor amigo, disfrutando de su olor, de su mundo. Por supuesto, siempre parecías oler a él, teniendo en cuenta que ambos parecían no soltarse el uno al otro, pero anoche fue diferente.

Obviamente, porque Bang Chan nunca te había sacudido.

Tus piernas empezaron a cosquillear al pensarlo. Incluso el mero recuerdo te hacía sentir una misteriosa sensación por todo el cuerpo, recordatorios de los lugares que Chan había mirado, tocado, saboreado. Dios, no pensaste, no te permitiste pensar más o estarías llamando a ese hombre en este momento.

Sabías que tenías que levantarte en algún momento: tenías que grabar algo hoy, y más tareas que entregar. Tenías tareas, obligaciones que atender. Desgraciadamente, el calor de la cama de tu mejor amigo era demasiado tentador para que te sometieras a las exigencias de la realidad, así que te dejaste tumbar allí unos instantes más, con la esperanza de poder recrear la escena en tu cabeza una vez más.

No había ninguna mentira al respecto. Bang Chan sabía cómo follarte en otra dimensión.

Justo cuando estabas a punto de soñar con la noche anterior, tu teléfono vibró con fuerza contra la mesilla de noche. Curioso, estiraste la mano, agarrando el objeto y comprobando quién perturbaba tan groseramente tu desvergonzada manifestación.

CHRIS THE PISS:

Acabo de pasar por la sala médica,,, ¿quieres que te traiga una silla de ruedas?

CHRIS THE PISS::

Porque estoy seguro de que no puedes caminar ahora.

Pusiste los ojos en blanco hasta que te dolió. Estúpido idiota.

TÚ:

No me he levantado de la cama en realidad

CHRIS THE PISS:

Oh maldición

CHRIS LA ORINA:

¿te he hecho un parálisis?

CHRIS THE PISS:

¿por qué soy tan poderoso?

"Este imbécil", murmuraste.

TÚ:

CIERRA LA PUTA BOCA, CHULITO

CHRIS THE PISS:

No pasa nada, estarás en una silla de ruedas

TÚ

¿!?!?!?!!?!

CHRIS THE PISS:

Pero dime

CHRIS THE PISS:

Que tan bueno fue

Esto te hizo hacer una pausa.

CHRIS THE PISS:

De diez

Aquí había una calificación que no te atrevías a confesar.

Todo lo que querías era darle un sólido diez – el hombre finalmente te ofreció una mejor visión del sexo y de cómo puede ser apreciado, y la forma en que te guío a través de él fue más que adecuada.