🔞 straykids🔞 imaginas +18 (cierre de pedidos)

84. Félix pedido

(Perdí el user de quién hizo el pedido antes, sorry)

Hacía mucho tiempo que no te sentabas en la mesa de mármol pulido que reside en la Casa de los Lee. La mezcla de colores en la mesa se entreteje con emociones agridulces mientras los miras fijamente, los espaguetis que su madre te había servido se enfriaron mientras asimilabas las palabras que tus padres te lanzaban.

"Sabemos que ya no os lleváis tan bien como antes, pero las calles se están volviendo peligrosas hoy en día. ¡Justo el otro día saltaron sobre un chico de tu colegio!". Dice tu madre, exasperada. Sus ojos se abren de par en par mientras la madre de Félix asiente con la cabeza al otro lado de la mesa. La conversación lleva ya media hora, a pesar de su claro desagrado por la discusión.

"Lo entiendo, mamá. Es que no veo por qué no puedo ir andando a la escuela con Jeongin". Ella suspira ante tus palabras, haciendo contacto visual con la madre de Félix al otro lado de la mesa. Apartas tu mirada de ellos hacia Félix, que se burla en respuesta a tus palabras. "¿Hay algo divertido Félix?"

"Nuestras madres quieren que vayamos juntos a la escuela para que estemos seguros, ¿y tú quieres andar con esa ramita? No puede protegerte ni de coña". Te escupe, su madre le da una advertencia para que cuide su lenguaje antes de responder.

"¿Y tú puedes?" Él vacila momentáneamente ante la aguda mirada que le diriges, antes de devolverle la mirada. Vuestra mirada fija termina sólo cuando vuestras madres os dicen que os calméis.

"Félix tiene un coche ahora, Y/n. Es más seguro y no tendrás que ir andando a la escuela cada mañana... No veo por qué no puedes hacer esto". Te mira con una mirada suplicante, de las que sabe que cederás. Apartas la mirada de su rostro y suspiras. Félix habla.

"¿No debería poder opinar sobre esto? Es mi coche". Suena tan frustrado como te sientes tú. Su madre se ríe.

"Recuérdame, ¿quién paga ese coche?" Esto le hace callar inmediatamente, produciendo una risa en ti mientras él resopla. Vuestras madres observan la interacción con un suspiro. "Por favor, chicos, sólo queremos que estéis a salvo. ¡Solíais ser los mejores amigos! ¿Qué tan difícil puede ser pasar 20 minutos juntos?"

-

Muy difícil.

El aire en el coche es espeso cuando Félix te recoge el lunes siguiente por la mañana, el silencio entre los dos se llena con un álbum de indie pop que suena en la radio cuando entras.

El interior de su coche huele fuertemente a colonia, aunque no te resulta familiar. Supones que empezó a usarla después de que dejarais de ser amigos; no sería lo único que ha cambiado mientras los dos estabais separados. Como las risas alegres y las conversaciones fáciles que os rodeaban a los dos, que ahora son sustituidas por un silencio espeso y tenso. También está Félix, que parece mucho más maduro ahora, que se ha unido al equipo de béisbol y se ha convertido en uno de los chicos más populares de la escuela o el hecho de que tenga un coche y también el hecho de que no haya hablado contigo desde que te dijo que no quería que siguiéramos siendo amigos al principio de vuestro primer año de instituto.

Incluso ahora, intentas averiguar qué ha cambiado. Qué cambió en la cabeza de Félix para que reaccionara como lo hizo contigo. En su momento, supusiste que se trataba de uno de esos desencuentros de amistad que se ven en las películas, en los que las cosas no funcionan; eso fue lo que os separó. Sin embargo, sabes que no fue así cuando Félix llega la semana siguiente a la escuela, con lentes de contacto sustituyendo a sus gafas redondas que tanto te gustaban y con su brazo rodeando a Jessica, la chica más popular y perra de la escuela. Recuerdas la sensación de náuseas que tuviste al verle; fue el momento exacto en el que te diste cuenta de que las cosas habían cambiado de verdad, de que no se trataba de una simple ruptura de amistad, sino que Félix te había apartado de su vida para poder empezar una nueva.