92. Seungmin pedido

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Dedicada a Saori154

"¿Sigues sin someterte? Eres mucho más testaruda que de costumbre", canturrea Seungmin con una ceja levantada, impresionado por tu cabezonería. Le lanzas una mirada sucia antes de que se contorsione por el placer que te produce poner el vibrador en una posición más alta. Tus gemidos jadeantes resuenan en la habitación y tratas de esconder la cara en la almohada, pero él es lo bastante rápido como para agarrarte la barbilla y obligarte a levantarle la vista.

"Deja de ponértelo más difícil", intenta de nuevo, la inocencia de su sonrisa nunca desaparece. Gimes, tus paredes se aprietan alrededor del juguete vibrador golpeando todos los ángulos correctos. Si seguía así, ya no tardaría en correrse. "Sabes que no tengo ningún problema en jugar a este juego toda la noche". Deja escapar un largo suspiro ante tu silencio antes de acercarse a la mesita de noche para coger su cámara. Sabiendo lo que está a punto de hacer, se te entrecorta la respiración y tratas de bajar la cara. Tus intentos son inútiles por sus dedos en la barbilla.

No es la primera vez que Seungmin te hace fotos en una posición sucia. Sin embargo, es la primera vez que capta una instantánea de tu figura en una posición tan vulgar. No necesitas un espejo para imaginarte tu estado actual; completamente desnuda y tumbada boca abajo, con el culo rojo por los azotes anteriores y levantado en alto, las piernas dobladas de modo que estás de rodillas, los muslos separados por la seda de los tobillos atados a los postes de la cama y ambas manos atadas con cintas a la espalda. Sólo puedes imaginar lo rojos que están tus labios de tanto morderlos para disimular los gemidos, lo vidriosos que están tus ojos por los últimos azotes, lo prominente que es el proceso de debilitamiento de tu resistencia.

"Mira a la cámara, nena", te ordena en un tono demasiado alegre para esta situación y te pasa un pulgar por el labio inferior antes de pulsar el disparador. Le habrías lanzado otra mirada mezquina, quizá incluso despreocupada, si tu autocontrol no estuviera flaqueando. En este momento has perdido todo el sentido de la razón, sólo te importa el conocido nudo en el estómago que se aprieta por la estimulación de tu calor.

La sensación no dura mucho, y es sustituida por la desalentadora sensación de que Seungmin pone de repente el juguete en su posición más baja. Las vibraciones son apenas audibles y estás a punto de gritarle y exigirle que te deje correrte, pero te muerdes la lengua en el último segundo. Él no permanece ajeno a tu desliz y las comisuras de sus labios se levantan, los ojos siguen mirando a través de la cámara.

"Hoy estás muy, muy testaruda. ¿Qué hace falta para que te ponga en tu sitio?" Baja la cámara y te mira con ojos grandes, aunque no se te escapa el brillo sádico que hay en ellos. "Supongo que te he azotado demasiadas veces y ya no te quiebras tan fácilmente. A mi modo de ver, ya no lo ves como un castigo apropiado, ¿es así?" Sacude la cabeza ante su idiotez con una risa ahogada. "¿Por qué te lo pregunto? No sólo no respondes de todas formas, sino que eres un mocoso y los mocosos no pueden opinar. No, se merecen una lección".

Todavía consigues inhalar cuando el vibrador se pone de repente en la posición más alta y te pilla desprevenida. Tu cuerpo se estremece por las intensas vibraciones en tu núcleo y tu boca se abre, con un fuerte gemido saliendo incontroladamente de tu boca. Seungmin sonríe y no te suelta la cámara ni la barbilla. No le importa que intentes cerrar las piernas, ni pestañea ante tus tristes intentos de bajar tu núcleo chorreante a la cama para machacarte con algo más que el aire.

Tus gemidos son cada vez más fuertes, tu respiración más superficial y lo único en lo que puedes pensar, además de en alcanzar el orgasmo, es en lo sucio que está jugando. Aunque él sigue completamente vestido y parece no afectarle a primera vista, el bulto de sus pantalones cuenta una historia diferente. Tú, por otro lado, estás despojada de cualquier tipo de tela de tu piel, eres un desastre jadeante y estás jodidamente cerca de alcanzar tu orgasmo. Las vibraciones son potentes, pero necesitas una instancia más de estimulación para correrte.

Seungmin te lee la mente y te pasa tres dedos por los labios sin mirar más allá de la cámara. El sonido del obturador parece no terminar nunca y tú chupas con gusto sus dedos, sin preocuparte ya de mantener tu voz a raya. Mientras no digas nada, sigues rebelándote contra él.

Te tiemblan las piernas, los ojos encapuchados y la piel se te eriza. La sensación familiar burbujea en ti y aprietas los ojos, anticipando la ola de placer que se aproxima y que sabes que se estrellará sobre ti como un maremoto, mucho más intenso que cualquier otro anterior.

Seungmin deja la cámara a un lado y apaga el vibrador por completo. Saca sus dedos de tu cavidad, y es entonces cuando estallas.

"¿Qué coño? Estaba a punto de..." tus palabras se cortan en seco y se transforman en un gemido de dolor cuando de repente está en el extremo de la cama y saca el vibrador de tu resbaladiza entrada. "No, por favor", gimoteas, dejando caer la cabeza sobre la almohada y apretando las paredes en torno a la nada. "Está bien, tú ganas", consigues escupir con la voz temblorosa, "¡suplicaré, suplicaré! Manténgame atada así, no me importa. Sólo, por favor, déjame correrme, he sido una chica mala... joder... ¡obedeceré! Haré cualquier cosa, aceptaré cualquier cosa. Tu polla, tu boca, tus dedos... ¡incluso ese pequeño vibrador también es suficiente! Así que..." terminas tu frase inacabada con un grito cuando pone el vibrador en tu clítoris con el ajuste más alto.

"Ahora ese es el espíritu", dice y presiona el juguete aún más fuerte, sacando otro grito de tu boca, "sin embargo, tu castigo acaba de empezar".

🔞 straykids🔞 imaginas +18 (cierre de pedidos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora