🔞 straykids🔞 imaginas +18 (cierre de pedidos)

97. Lee Minho

Dedicada a dami2517

"Salud"

Los vasos de chupito tintinearon unos contra otros. Era la quinta ronda de la noche, o la sexta. No se podía decir. Todos estaban en la casa de Hyunjin para celebrar otro comeback Las copas parecían no tener fin, ya que empezabas a ver doble.

Miraste a la derecha para ver a tu novio Minho pero no tuviste problema en ver doble de él. Debido a tu valor líquido, te inclinaste sobre él y empezaste a chuparle el lóbulo de la oreja y a besarle el cuello, demasiado borracha para preocuparte por los demás miembros que te observaban. Aunque, al parecer, ellos también estaban demasiado borrachos para prestar atención.

Al principio, a él le pilló desprevenido, pero pronto comprendió al sonreírte. La mano de Minho se deslizó por tu muslo mientras se lamía los labios y te susurraba al oído: "Llevemos esto a otro sitio".

Tú asentiste como respuesta. Te agarró de la mano para llevarte arriba.

"¿A dónde van?" gritó Félix.

Al unísono, tú y Minho respondisteis con un "A ningún sitio".

Vuestras risas de borrachos llenaron la escalera y pronto el segundo piso. Los dos mirasteis cada habitación antes de encontrar una cama de matrimonio con vuestro nombre. Los dos entrasteis en la habitación y cerrasteis la puerta. Inmediatamente, estabas encima de él y él encima de ti. Sus manos venosas te acariciaban el culo mientras tú le metías la lengua en la garganta. Cuando tu cuerpo se acercó al suyo, sentiste su erección presionando tu estómago. Empezaste a frotar su bulto, lo que le hizo gemir con los besos.

De repente, se apartó y te empujó de rodillas sin avisar. Se desabrochó los pantalones y se bajó los calzoncillos para dejar al descubierto su polla palpitante, esperando a ser chupada.

"Chúpala", te exigió.

Como si fuera algo natural, rodeaste con tu mano la base de su polla y empezaste a lamer el presemen salado de la punta. Empezaste a girar tu mano hacia arriba y hacia abajo y alrededor mientras chupabas todo lo que podías. Te diste cuenta de que lo estaba disfrutando, ya que sus gemidos se hacían más fuertes con cada chasquido de la boca. Retiraste tus manos y las mantuviste detrás de ti y tomaste todos sus centímetros. Pronto sentiste las manos en tu cabeza, sujetándote mientras te ahogabas con él.

"Joder, S/N, estoy tan cerca nena" gimió.

Sus muslos empezaron a temblar y te apartaste. "Tienes que follarme primero antes de correrte", le dijiste a un Minho de mirada confusa.

Él sonrió. "Oh, realmente, espero que estés preparada".

Sentiste que su mano rodeaba tu garganta y te ponía a la altura de los ojos. Quitó sus manos de tu garganta para empujarte a la cama.

"Quítate los pantalones"

Sin dudarlo, te quitaste los vaqueros mientras él hacía lo mismo con sus pantalones y bóxers. Se acercó a ti y a tus ojos, parecía un dios. Los dos segundos parecieron dos minutos pero pronto estuvo en tu cara dándote un beso húmedo y descuidado.

"Ahora date la vuelta".

Y lo hiciste. Estabas a cuatro patas, con el culo en todo su esplendor a la vista de Minho. Sientes que te arrancan las bragas y las tiran a un lado. No tienes visión de lo que está pasando detrás de ti, pero empiezas a excitarte al sentir sus dedos cubiertos de saliva frotando tu coño ya empapado. No puedes evitar soltar un gemido.

"Te gusta eso, ¿verdad?, apuesto a que esto te gustará más"

Empuja dentro de ti con fuerza, sin darte tiempo a adaptarte a su tamaño y era mucho para acostumbrarse, pero se sentía tan bien.

"Mierda, estás tan apretado"

Volvió a empujar dentro de ti, golpeando exactamente donde necesitaba. El sexo con Minho siempre era perfecto porque sabía exactamente lo que querías. Tu culo estaba rojo por la cantidad de veces que lo golpeó, aunque no te quejabas. Te gustaba lo duro. Te tiró del pelo y, con un último empujón, sentiste su semen dentro de ti. Se retiró lentamente, ya que estabas sensible. Los dos estabais sudados y sin aliento, pero fue increíble.

Después de vestirse, te ayudó a limpiarte con lo que encontró y te besó antes de sacarte del dormitorio mientras te dormías en sus hombros.