Capitulo XXVIII

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Flashback 

Estaba en su cama repasando para el examen de literatura que tenia al día siguiente, era una de las pocas materias en las que se interesaba de lleno y rendía lo suficiente para ser de las mejores en la clase. Estaba tan perdida en la lectura que en primera no escucho los toques en la puerta, hasta que Ontari se asomo por la entrada de esta, la morena le sonrió y camino hasta ella con dos vasos con zumo de naranja que tenían muy buen aspecto.

- Pensé que podrías necesitar uno. - le tendió un vaso, lo cual agradeció, pues entre las líneas que estaba repasando, había dejado de lado ir por algo para merendar. 

- De verdad te agradezco. - Le dio un sorbo al zumo, encontrándolo justo como le gustaba, con dulzor natural y bastante acido. - ¿Has visto a mi hermano ya?

- Si, pero esta ocupado... Así que quise pasar a dejarte un vaso con zumo, se que cuando te colocas en modo nerd te saltas comidas. - explico la castaña frente a ella, ella por mientras daba grandes sorbos aquel zumo tan deliciosamente refrescante.

- Siempre tan atenta. ¿Sabes? eres de las únicas amigas de Roan que me agrada. - ciertamente desde que había conocido a Ontari ella siempre se había portado de maravilla conmigo, casi la consideraba una de las pocas amigas que tenía.

- Gracias. - le terminé de dar el ultimo sorbo. - Déjame, yo lo llevo a la cocina y así te dejo para que puedas seguir estudiando. Lo que menos quiero es molestar o distraerte de tus cosas.

- Sabes que no es así, me agrada hablar contigo y compartir. - dije rápidamente, lo que menos quería era que Ontari se sintiese mal, después de todo ella se ha portado conmigo bien.

- Trata de no sobre exigirte, en literatura eres muy buena. - dijo Ontari antes de abandonar la habitación. 

Concentre de nuevo mi vista en el escrito frente a mí en un intento por retomar el estudio, pero por alguna razón sentía que una y otra ves repetía la misma línea, mis parpados se sentían demasiado pesados, me frote los ojos para que se me pasara esa sensación de cansancio. Pero cada vez que intenta retomar la lectura, solo lograba que mi relajo aumentase y que mis parpados pesasen mas, rendida a sabiendas que no iba a avanzar mientras siguiera con sueño, cerré la pantalla de mi notebook, lo deje en la encimera y me deje ir esta vez, rindiéndome a la necesidad de descansar.

Sentía aun sus parpados un poco reacios a abrirse, pero haciendo acopio de todo su esfuerzo intento desperezarse, aunque sintiendo que estaba en un sueño se froto los ojos y estudio el lugar donde se encontraba, distaba de lejos de ser la habitación de su casa y mas bien se parecía a la habitación de aquel refugio donde varias veces se había entregado a la chica que amaba. Estaba confundida en sobremanera, porque no recordaba de nada como había llegado aquí, mi vista viajo por la habitación encontrándome con el cuerpo denudo de Ontari tendido a mi lado y en un intento de recomponerme, porque de verdad no estaba entendiendo nada de que iba todo esto. 

En la entrada de la habitación, estaba la figura de una mujer que no tarde en reconocer.  Esta la miraba con los ojos cristalinos y lagrimas recorriendo su hermoso rostro. No debía estar mas consiente para saber que tipo de cosas pasaban por la cabeza de la espectadora ante semejante escena, antes de que ella misma lograra procesar lo que pasaba, Lexa salió de "nuestro refugio"  corriendo sin mirar atrás, trate de colocarme ropa y salir tras ella, pero cuando hube logrado vestirme no había rastro de ella por ningún lado.

- ¡¡¡¿QUÉ MIERDA  SUCEDIO ONTARI?!!! - Gritó a la chica mientras tiraba de las cobijas para sacarla de la cama que era solo de Lexa y de ella, la otra solo se removió como si nada. - ¿QUÉ SIGNIFICA ESTO?

Perfectamente imperfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora