Capítulo XV

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Aproximadamente 6 años en el pasado

Rebecca Pramheda

Ya a estas alturas muchas cosas estaban siguiendo un buen curso, lento, pero bueno... No sabia nada de mi pequeña, pero la ayuda que tenia actualmente era mucho mejor que cuando inicie. Sin mentiras, sin cosas ocultas... Confiaba en las personas que me habían sostenido estos últimos meses. Caroline, Gustus, Indra, James, Ross... Esos pequeños traviesos que han conquistado tan profundamente mi corazón. A pesar de que mi vida estaba algo patas arriba, me sentía cómoda momentáneamente, no sabia si duraría, pero  ciertamente con la compañía de todos los Woods me sentía mas protegida que en mucho tiempo.

- Señora, esta es la dirección que me dio - estaba tan absorta en mis pensamientos que el conductor del taxi se había detenido y ni siquiera lo note.

-Si disculpe, aquí tiene. - pague y camine a la entrada del departamento de Caroline.

- Hola Becca ¿Qué tal tu día? - pregunto Caroline nada mas cerré la puerta tras de mi, ella se encontraba en el sillón revisando unos exámenes por lo que pude notar.

- En resumen, aun sin noticias de mi hija. - no quería ahondar tanto en detalles porque de verdad que estaba agotada, seguía adelante solo por mi hija, pues de no ser así me hubiese dejado caer hace mucho tiempo. - ¿Y el tuyo que tal?

 - Agotador. - dijo pesadamente. -  Tengo 6 y 7 grados y estos niños tienen demasiado energía. - sonrió. -  Con decirte que solo con uno de ellos tengo, tiene energía como para cien. - nos reímos las dos, pues ciertamente así eran los pequeños a esa edad, parecen tener una reserva energética inagotable. 

- Iré a la ducha, la verdad estoy cansada. - Caroline me tomo del brazo, se puso de pie y me abrazo.

- No te aflijas cariño, se que algún día todo esto serán sólo amargos recuerdos. - y las lagrimas que corrieron en ese momento por mi rostro solo demostraron que me estaba conteniendo demasiado. Pero allí, en ese abrazo sentí el fuerte deseo de romper, de llorar para que doliera menos, porque esta angustia de no saber si mi pequeña siquiera esta en buenas manos es frustrante. Su abrazo se hizo mas fuerte y eso era lo que necesitaba, apoyo, todo el que me pudieran dar, porque me sentía totalmente desnuda, sin fuerzas para aguatar un golpe mas. - Todo pasara, te prometo que todo pasara.

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A estas alturas habían pasado mas de 7 meses desde que estoy en  New York y casi dos años desde que vi a mi pequeña, desde que sentí los últimos besos de Marcus... A veces me he preguntado como he podido continuar, como la vida para todos transcurre como si nada, sin detenerse, mientras yo aun seguía en mi letargo y sin poder creer como me cambio la vida en tan solo unos cuantos meses. Pero es de suponer que la vida siguiera, todos andamos por el mundo en una burbuja, siguiendo un camino, las mismas rutinas y solo se detiene un respiro cuando sucede algo al interior de cada ser, solo en ese momento la burbuja de alguien se quebranta, pero los demás no pierden el orden y la rutina, esta vez me ha tocado a mi.

- ... No Gaia, 3*7 no son 10 , esto es una multiplicación no una suma - le corrigió Lexa a la pequeña, que estaba distraída viendo como Luna, Lincoln y Octavia jugaban a la pelota dentro de la piscina". - Intenta  de nuevo. - Pero la pequeña ni siquiera se inmutaba en lo mas mínimo. Sin lugar a dudas estos chicos me han devuelto las ganas de vivir. - Si no los resuelves no podrás venir con Luna, Lincoln, Octavia y conmigo a jugar.

- Pero es que son muchas, ¿Rebecca puedo hacerlas después? - los ojos suplicantes de la mini Indra me hicieron reír y llenar de ternura a la vez.

Perfectamente imperfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora