Capitulo XXIII

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Clarke

- Nylah... No lo hagas, te lo suplico Nylah. - Rogó, pero la otra persona estaba muy nublada, sus pensamientos eran otros y estaban muy lejos de querer detenerse. Pero ella no iba dejar que esto acabara así.

Un error, por pequeño... un error es lo que nos aleja o acerca al éxito. Y ella, por pequeña que fuera... tenia una oportunidad, lo sabia. Nylah la tenia sometida... si, pero en ese momento no tenia un agarre firme y sus movimientos eran mas retardados por el alcohol que invadía su sistema. Y aunque esta acción por dentro la estaba enfermando, no quería que esto acabara de mala manera.

No soportaría que una situación como esta, se saliera mas de control. Me deshice del agarre de Nylah, solo me tenia sujetada con una mano y aunque su peso me imposibilitaba los movimientos, en la posición que estaba, podía aprovechar su peso en su contra. Luego de librarme de su agarre, la empuje lejos de mi, logrando que cayera del sofá.

- Clarke... yo... - su mirada había cambiado, antes estaba vacía y ahora parecía mas una mirada de culpa.

- ¡LARGATE! - ella intento acercarse y yo me rodé hasta el otro extremo del sofá.

- Clarke... Lo siento... - Se intento acercar de nuevo.

- ¡LARGATE NYLAH, LARGATE! - Su mirara de culpa estaba allí y aunque había logrado reaccionar antes de que sucediera algo peor, y aunque su agresora estaba consiente, lo que menos quería era que se acercara, que la tocara... No quería nada de ella, nada.

Nylah se alejo, se veía consternada, pero yo no estaba precisamente mejor. Escuche que la puerta se cerro, di un respiro... Uno de esos que das luego de que ha pasado una serie de sucesos que te han quitado el aliento. un suspiro que no le quito realidad a lo sucedido, abrace mis piernas contra mi y me permití llorar. Aun cuando no había sucedido algo que lamentar, se sentía sucia.

Una avalancha de sentimientos y emociones abrumadoras habían caído sobre su cuerpo. Me sentía abatida. Y una y otra vez se repetían las palabras de Nylah, sus acciones. Eran tantas las emociones que agolpaban en mi pecho, miedo, dolor, furia, humillación... era todo un cumulo enorme de sentimientos que estaban destrozando todo dentro de mi. Y aunque el hecho no se había consumado, aun así se sentía ultrajada y violada.

Mi teléfono comenzó a sonar, lo busque cerca, pero por el sonido seguro que estaba en la entrada. Apoye con mucho cuidado el pie, después de lo sucedido estaba un poco resentido y aunque me dolía para apoyarlo, mis muletas habían quedado también en la sala. Me sujete con una mano el vestido y con la otra me iba apoyando en el borde del sofá. El teléfono estaba en el piso, me deje caer hasta él y abrí la línea, sabia quien era.

- Clarke, que sepas que... - empezó hablar

- Te necesito, vuelve. - hable y algo en mi voz alerto al receptor.

- ¿Clarke? ¿Qué sucede? - escucho la preocupación en la voz del emisor

- Te necesito Lexa. - volví a repetir.

- Ya voy para allá. - respondió y corto la llamada

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Lexa

- ¿Qué pasa Lexa? ¿A donde vas? - pregunto O, preocupada

- Algo le sucedió a Clarke, no se que... Pero se escuchaba muy mal. - respondí a Octavia mientras caminaba de regreso al auto.

- Voy contigo. - anuncio la morena.

- ¿Estas segura? - O asintió y abrió la puerta del copiloto. Subí al auto, me coloque el cinturón y sin esperar mucho lo puse en marcha y acelere.

Perfectamente imperfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora