Capítulo IX

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Hace 5 años atrás

Clarke Griffin

Pasaron varios días después de lo sucedido, había visto a Simone durante la semana un par de veces, y si... para que mentir, nos besamos y mucho y cada vez más. Tampoco voy a mentir, tenía una fuerte atracción por ella y era increíble pasar tiempo a su lado, no sé perdían temas de que hablar con ella y a todos mis amigos le caía bien.

- Clarke, cariño. - Antonia me llamaba, salí del baño y me encamine a su encuentro. Ella se encontraba en la habitación sentada en la cama, al verme se puso de pie.

- Dime Antonia. - espere que me dijera que necesitaba.

- Sabes que no soy de meterme en las relaciones de mis hijas, pero me gustaría saber ¿Si hay algo que se pueda denominar "serio" en tu relación con Simone?

- Somos amigas de momento... No hemos puesto un nombre a lo que tenemos. - ella se veía un tanto escéptica a lo que le dije. - Antonia, tu sabes que confío plenamente en ti y mi relación contigo es demasiado parecida a la de madre e hija y sabes que no tendría problema en decirte si entre Simone y yo hay algo diferente a una amistad y tampoco te voy a mentir y decir que no me atrae demasiado... solo que no quiero apresurar algo más allá de lo que tenemos actualmente.

- Clarke, no quiero como te dije... meterme en las decisiones de Raven y tuya con respecto a con quien estén, siempre y cuando no salgan lastimadas... Simone no dudo que sea buena chica, y solo quiero saber si van en serio o solo es una entretención de momento. Y que una de las dos salga lastimada y no me gustaría que sufrieras algo parecido a tu anterior relación.

- Tranquila Antonia, aún cuando no sabemos a que nos dirija nuestro actual estado, mis intencionescon ella no son malas y se que las de ella hacia mi, tampoco lo son. Solo que queremos llevar esto a un ritmo no tan apresurado. - ella se veía un poco más aliviada.

- Si te parece claro, podrías traerla a casa. - no es que me parezca mala idea en si, pero creo que eso de alguna manera le daría una denotación diferente a lo que era la relación entre Simone y yo, no quería que basándose en presentaciones familiares se generase duda de nuestro propósito. En otra circunstancia no tendría problema en traerla, pero dado el tipo de relación que tenemos, no sé... no lo veo conveniente.

- Eh... no sé... veré que le parece. - ella sonrió y negó con la cabeza.

- Ve con ella, no te quiero detener más, no vayas a llegar tarde. - me dio un beso en la cien y salió.

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La conversación con Antonia me dejó un poco pensativa, porque quedaba en el aire varias preguntas. ¿Que sería de mi relación con Simone? ¿Hasta donde yo quería llegar? ¿Hasta dónde ella quería llegar? En algo estaba bien clara, no pensaba para nada forzar esto. Sea lo que sea, que se dé como deba darse. Si tiene que llegar a ser una persona determinante o mi pareja, que sea si así debe ser.

- ¿Que piensas hermosa? - pregunto Simone, que iba al volante del auto que pertenecía a su tía, según me había dicho.

- Pensaba en cuál será el lugar a donde vamos. - Intente

- Es muy lindo. - respondió con una sonrisa, seria mejor intentar sonsacarle de otra forma.

- Así que... ¿A dónde vamos? - Simone me dijo que me iba llevar a un lugar diferente ese día, y por más que le pregunte unas cien veces no me dio ni una solo miserable pista.

Perfectamente imperfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora