Capitulo XXIV

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Clarke

Ya por fin habíamos llegado a  New Hampshire, luego de aproximadamente cinco horas en carretera, solo faltaba una hora mas antes de llegar a nuestro destino final que era el Lago Winnipesaukee. Por lo que decidimos detenernos a reabastecernos de gasolina y víveres. Yo le había indicado a Lexa, por donde ir para encontrar el mejor lugar para hacer ambas cosas.

- Llegamos... "The Corner Store" - leyó la castaña el letrero.

- ¿Te parece que tu te encargues de la gasolina y yo del mercado? - ofrecí.

- Vale, pero tienes que comprar cosas ricas. - condicionó.

- ¿No confías en mi capacidad para comprar cosas? - me mostré ofendida.

- Tienes razón... te mereces el beneficio de la duda. - ella se rió divertida por picarme.

- Si tanto juzgas mis conocimientos en cocina y compra de víveres es porque tu debes ser la mejor en eso... ¿Cuántas veces has comprado las cosas que tu misma te vas a comer? - Lexa se quedo en silencio, dándome un punto... gane, ja... Griffin 1 - Woods 0. - Eso pensé.

- Te picas con mucha facilidad. - se burlo.

- No, solo que me ofende que tu Woods, dudes de mis habilidades. 

- Para nada, no dudo de tus habilidades.

Luego de esa mini discusión en broma, nos separamos para hacer lo que nos correspondía. Hacían varios meses que no venia a la casa del lago y sabia que no habría nada, pensaba comprar algunas cosas para hacer comida que se que le puede agradar a Lexa. Iba caminando por los pasillos de la tienda, e iba colocando en el carrito de supermercado todos lo necesario para por lo menos unas dos semanas, pues a la llegada de Antonia ella se encargaba de comprar lo que quería preparar.

- ¿Para qué tanta harina? - Pregunto Lexa tomándome desprevenida.

- La necesitare para cocinar. - le dije con una sonrisa.

- ¿Vas hacer crepes todos los días? 

- No. - sonreí al ver su cara. - Estaba pensando en hacer lasaña. De hecho Lexa, vas a comer la mejor lasaña que has probado en tu vida. - ella me miro con una mezcla de incredulidad y diversión. 

- ¿Hablas en serio? 

- Muy en serio. - respondí.

- ¿Cómo aprendiste a cocinar? - Caminamos una al lado de a otra, Lexa iba tirando de carrito mientas yo lo iba llenado de cosas.

- Con la muerte de mis padres, me encerré mucho en mi misma, lo normal creo... Estaba muy dolida con la vida y con todo... El punto es que si había algo me evadía de mi dolor, además de las ocurrencias de Raven... - lo dije con una sonrisa. - Era dibujar, escuchar música o cocinar... Descubrí con el tiempo que lo último se me daba muy bien y aprender cosas de cocina se volvió mi pasatiempo. - me acerque al frízer a sacar una tarrina de helado, pero no alcance. -  ¿Me alcanzas ese? Porfis. - Señale una tarrina de helado de yogurt con jarabe de mora. - Alcanza el que te gustaría a ti. - ella saco dos iguales. - Ya eso seria todo, pasemos a pagar.

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Lexa

Luego de ese pequeño "descanso" en el supermercado, me sentía mas liviana. Era la primera vez que conducía por mas de tres horas. Detenernos me sirvió demasiado para estirar las piernas, casi estaba perdiendo la integridad de las mismas y creo que tengo todo el asiento marcado en la parte trasera de mi cuerpo. Ya lo que faltaba era mínimo, comparado con las cinco horas que nos habíamos echado ya. Y debo decir que me sentía agradecida de que no pillamos en el camino ningún policía de transito, porque aun cuando me entere que Clarke tenia experiencia en celdas, cosa que me dejo sorprendida, no era precisamente el mejor plan para pasar la noche después de un viaje tan largo.

Perfectamente imperfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora