Gritos enmudecidos

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CARTA.

Hoy iniciaré está carta con los ánimos por el suelo. Hoy soy yo: Alaia. No soy otra persona, no soy otra versión. Soy yo la que está escribiendo en mi diario sin ningún tipo de influencia o voz interna que quiera dominar mis acciones.

Hoy soy yo la que quiere hablar, la que quiere expresar lo que siento desde lo más profundo de su ser, no quiero seguir órdenes de alguien más o de misma en otra versión, hoy quiero soltar lo que tanto reprimo desde hace tanto, lo cual me hace sentir como si me estuvieran asfixiando lenta y tortuosamente.

Y más sabiendo que nadie vera esto lo escribiré con la máxima sinceridad posible, sé que nadie escuchará este grito de auxilio ya que, por más que grite con todas mis fuerzas se que nadie me escuchará.

¿Y sabes por qué?

Porque ese grito está ahogado en la nada, un grito mudo que solo lo que sabe y lo podrá oír solo aquel que este pasando por lo mismo.  Solo aquel que esté pasando la misma tormenta, solamente podrá saber lo que se siente estar en mis zapatos y escuchará claramente mis gritos de... ¿Ayuda? ¿En verdad quiero ayuda?

Son pocos los que pueden soportar tanta mierda y seguir como si nada y por ello entenderán el porqué soy así, el resto pensaran que estoy bien, pensaran que nada me pasa y que solo soy una chica simple y feliz. O, pensarán que soy una chica que quiere dar lastima.

¿Pero saben algo? No todo el tiempo se puede estar feliz.

Por más que digamos y demostremos serlo, no todos lo días es así, no todo el tiempo se brilla y mucho menos se puede sentir bien contigo mismo la gran mayoría del tiempo, y el que lo sea está o que diga que lo es todo el día todos los días, está mintiendo.

Pero no por esto digo que sea imposible ser feliz en algún momento, pero si es muy difícil o por lo menos para mí.

Créanme que lo intento con todo mi ser... Intento ser una persona de luz con todas mi fuerzas pero, no lo logro, es algo con lo que batallo a diario y me es imposible serlo de manera sincera.

Dicha batalla la tengo que pelar yo sola, porque con eso se lucha en la soledad y por más que hayan personas a tu alrededor siempre es tu batalla y nadie le puede dar frente, lo tienes que hacer tú. En un campo de batalla que se encuentra en tu mente.

Batallo con todo mi ser y con todas mis fuerzas para convertirme en la mejor versión de mí. Batallo muy duro porque en realidad quiero serlo, quiero darme la oportunidad de ser feliz y mi anhelo es que esa felicidad no se desvanezca nunca.

Quisiera ser como esas personas que ven la belleza en todas las cosas que aparentemente son “buenas” pero que la realidad es que no lo son, o por lo menos yo no lo puedo ver así y no sé si este mal.

Mi deseo más preciado es el convertirme en una personas alegre, brillante, con ganas de crear un mundo mejor para las personas que me rodean y lo más importante de todo es tener ganas de vivir. Pero cada vez que mi felicidad va en aumento y pienso que estoy haciendo las cosas bien, la realidad vuelve a mí y una mínima cosa destruye por completo todo lo que batalle por construir y mantener.

Dicha felicidad solo dura milésimas de segundos y se desvanece más rápido de lo que podría imaginar. Se esfuma tan rápido que, todo lo que me esforcé para conseguirla se va a la basura. Simplemente se va, como que si nunca hubiera estado, y en su lugar solo queda el dolor y el llanto.

Lo Que Esconde La Perfección [COMPLETA] © LIBRO #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora