Temor

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CARTA.

Querido diario; hoy soy yo... Alaia. Hoy soy yo la que tiene el control de este pequeño y gastado cuaderno.

¿Con qué fin? No tengo la menor idea. Solo sé que mis emociones y sentimientos han estado distorsionados y alterados por el ángel oscuro que apareció hace unos meses a mi vida.

¿Quién iba a saber que una simple curiosidad y un tonto plan me iba a llevar a sentir tantas cosas por él?

Es difícil explicar cómo me siento. Es difícil no comprender a profundidad los sentimientos que van y vienen sin piedad, originados desde mi tonto corazón.

Quisiera saber que es eso que siento cada vez que lo veo, cada vez que lo tengo a mi lado, cada vez que me mira y más si me toma de la mano.

En mi interior se siente como una explosión o una efervescencia que no puedo controlar.

Su tacto me genera pequeños temblores en mi ser, y su cálida mano me hace entrar en paz en medio de mi angustia o desespero.

¿Qué es esto que siento?

¿Qué es esto que mi alma siente por ti?

Yo solo era una simple chica que quería acabar con toda su patética existencia de una vez por todas. Pero al parecer el destino no lo quiso así, ya que te mando en el momento en el que menos lo esperaba.

¿Tú y el destino están confabulando juntos?

Sí es así, ojalá no sea una mala pasada de ese tonto destino; que me ha dado un poco de felicidad, para luego arrebatármela de la manera más dolorosa y menos premeditada.

Ángel oscuro... como quisiera decirte todo esto y gritarte cuanto te quiero tanto, que deseo que nunca te vayas y para que así no me dejes en la soledad que por mucho tiempo me está arropando.

Pero... siempre hay un pero, siempre hay algo que no me permite moverme o sentir con fluidez con naturalidad.

Las dudas y el temor me arropan, el miedo va y viene colocando las interrogantes en mi imaginación que no me dejan vivir tranquila y en calma.

¿Y sí algún día simplemente te vas?

¿Y sí toda esa magia se apaga?

¿Qué tal si algún día aparece alguien mejor que yo y con un aura más pura y luminosa?

¿Te irás?

¿Me dejarás?

Tengo miedo, mucho miedo.

Tengo miedo de sentir, tengo miedo de aferrarme a ti con todas mis fuerzas.

Tengo miedo del poder que tienes sobre mí; un poder que lo tomaste sin pedir permiso y sin previo aviso.

Tengo miedo... de enamorarme de ti y no poder dejar de sentir esto por ti. De aferrarme a ti como si no hubiera más nadie en este mundo, que solo tiene penurias y dolor.

Ja, enamorarme de ti. Que ironía, ya que mi único objetivo era saciar mi intriga con lo que ocultabas detrás de esos gélidos ojos, los cuales sé que llegarían a penetrar el alma de cualquiera que llegara a mirarlos fijamente

Mi vida estaba tan aburrida...

Y mírame ahora... ¿En qué me he convertido? Mírame bien, ángel oscuro; ya que quizás sea la última vez que veas a la Alaia que conociste aquel día. Cuando nuestras miradas chocaron y se conectaron.

¿En qué me convertiré? No lo sé... No siempre tengo las respuestas, ni mi voz interna las tiene y eso me genera conflicto ya que no tengo a alguien que me diga que hacer por una vez en mi vida.

¡Vaya! Creo que no pude ser más y tonta y descuidada... Ahora, ¿cómo te expreso todo esto sin salir lastimada?

¿Cómo podré confirmar que lo que siento por ti es real o mera curiosidad?

Temor, temor. Vete de mí y déjame ser feliz, por favor...

—Alaia D. Thompson

Lo Que Esconde La Perfección [COMPLETA] © LIBRO #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora