Capítulo 19

174 13 0
                                    


FINGIR NO SIRVE DE NADA...

Hoy se cumplen 3 días desde mi cumpleaños, a decir verdad, estos días han pasado más rápido de lo que quisiera y para ser sincera mi cuerpo ha estado más decaído que de costumbre; el mismo ha rechazado todo bocado que pruebo, pero aún así, me he obligado a comer así terminé en el baño vomitando todo lo mínimo que ingería.

Poniendo mi mayor esfuerzo y poco a poco he conseguido no vomitar. Sin embargo, el apetito no llega a mi sistema. Lo único que he comido a parte de mis comidas diarias ha sido maní, no se que tienen esas pequeñas frutas secas que tanto me gusta.

Pero ha sido algo asqueroso las veces que he estado "tranquila" en mi cama comiendo mi bolsa de maní cuando las arcadas se apoderaban de mi cuerpo y tenía que salir corriendo al baño, sola y temblando. Las lágrimas brotaban de mi ante la soledad que me abrumaba y me abrazaba ante la tétrica escena.

Cada recuerdo se hacía presente las veces que me sentaba en el piso frío de mi baño, me costaba levantarme pero aún así bajaba a comer como si nada sucediera, como si nada me estuviera afectando.

Las imágenes de mi cumpleaños se repiten constantemente en mi mente haciéndome enojar y haciéndome sentir triste por todo lo ocurrido. Esta es ahora una de las tantas razones por las cuales odio mi cumpleaños.

Hacia bastante tiempo que no lo había celebrado por el simple hecho de que el recuerdo de lo que me hizo mi padre, se repetía una y otra vez en mi cabeza haciéndome sentir sucia, miserable y manchada de por vida; es por ello que no le veía sentido a esa estúpida celebración ya que no tiene nada de feliz, en cuanto a mi parecer.

Este año no iba a ser la excepción, ya que antes de despertar todo aquello que me atormentaba, se repetía como una cinta de video que no tiene final. Sin embargo, mi familia y amigos se estaban encargando de hacerlo distinto y créanme que estaba funcionando, me estaba sintiendo realmente feliz y completa.

Poco a poco, las imágenes de los recuerdos tortuosos habían cesado para dar paso a aquellos recuerdos que siendo simples eran tan memorables para mí.

Hacia mucho tiempo que no disfrutaba tanto este día. Hasta ya le estaba encontrando una chispa de felicidad y regocijo a la dichosa celebración. Pero como si el universo o algo más grande estuviera en mi contra; como si algo más odiara verme feliz, hizo que todo se fuera a la mierda borrando todo encantó y alegría. De mi parte, ya no creo que haya algo que pueda remplazar el sentimiento de lo que siento con respecto a mi "día especial".

Hoy el sol entra por la ventana mi habitación dado a qué anoche no cerré las cortinas; los rayos de luz golpean en mi rostro, pero no me molestan ya que he estado despierta desde hace algunas horas. Inclusive, he admirado como el amanecer pinto el cielo de la noche haciendo que la oscuridad desaparezca dándole paso a la luz y a la claridad del día; cosa que me hizo pensar bastante y hasta me inspiró para escribir algo.

Me levantó de la cama de manera monótona como todos estos días, las lágrimas dejaron de salir y menguaron hace ya un par de días; pero el estado en el que me encuentro, no sabría describirlo de manera exacta.

Es como que si mi mente estuviera viajando a momentos trágicos de mi vida haciendo que el dolor se magnifique, para que mi alma sangré más y más. Recuerdo el momento en como conocí a Jacob y como fue la manera en que me envolvió en sus mentiras solo para utilizarme como si de un juguete se tratara, el día en que mi hermano me encontró haciendo algo de lo cual en realidad no me arrepiento; pero de lo que si agradezco es que me haya encontrado antes de que hubiera pasado a mayores. Las burlas incesantes en el instituto, que hoy en día no son tan frecuentes como antes dado a mi comportamiento frío y distante; pero aún así, no quiere decir que no duelan. Y otro sin fin de recuerdos, que si los menciono no terminaría.

Lo Que Esconde La Perfección [COMPLETA] © LIBRO #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora