Capítulo 23

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PERDONAR Y AVANZAR.

"Me despierto en un lugar oscuro y solitario. Podría jurar que me encuentro en una especie de cuarto, pero no estoy segura de que lo sea; dado a qué no veo un final a la eterna y larga oscuridad que mis ojos alcanzan a ver. No hay paredes, no hay límites ni mucho menos una salida.

Paso mis manos por mi rostro y ni siquiera eso puedo ver, es como si estuviera ciega ya que no siento ni siquiera el reflejo de mi mano pasar por mi ojos. Es extraño, pero no me asombra ni mucho menos me atemoriza.

El lugar es horriblemente silencioso y es realmente perturbador, la ansiedad crece en mi llevándome a escuchar los fuertes latidos de mi corazón. Es realmente desesperante, ya que no se si sea imaginaciones mías o qué, pero creo que puedo sentir el sonido de mi respiración y como el aire se pierde en tan amplio espacio.

Me levanto lentamente de dónde me encuentro a paso lento, algo ridículo, porque no hay nada ni nadie que pueda oírme ni sentirme. Pero aún así, tengo la sensación de que debo de hacer el mayor silencio posible.

Camino a la nada, camino por un largo rato y lo único que veo es oscuridad y más oscuridad. Larga, perpetua y eterna.

No sé que es lo que busco, y no sé que es lo que quiero encontrar; pero algo en mi interior me grita que camine hasta encontrar algo.

Al cabo de un rato, me topo por fin con algo distinto que no sea un vacío eterno... Es una puerta.

La puerta resalta entre este mundo negro dado a qué es de color blanco luminoso con pequeñas marcas de color rosado.

A paso dudoso, me acerco, y al estar más próxima me puedo dar cuenta de que aquellas manchas rosadas son flores, estás están en la parte inferior de la puerta. Es algo que solo haría un niña pequeña... Es la puerta de un niña.

Pero algo curioso es que al verla me trae la sensación de familiaridad, de que ya la había visto antes. Y es cuando de tanto indagar en mi mente recuerdo esa puerta, es allí cuando en mi mente todo hace click y puedo descifrarlo todo... Es la puerta de mi cuarto cuando era una niña.

Tomo el picaporte de la misma y me transporto a una dimensión completamente distinta. Al entrar, puedo ver mi habitación de la antigua casa en donde vivía.

Está tal cual la recordaba... Y pensar que fue hace tantos años.

Juguetes por doquier regados en el piso pero de una manera ordenada, muchas cosas de color rosa, una pequeña mesa con vajilla de princesa y un estante lleno de muñecas.

El estar aquí me genera nostalgia y muchos recuerdos revolotean en mi mente. Lágrimas amenazan en salir de mis ojos, mis piernas flaquean ante los momentos "felices" vividos en esta habitación y como muchas veces, las dos habitaciones que he tenido, de una forma u otra, se han convertido en mi refugio más preciado.

Cuando ya estoy a punto de caer al piso por el simple hecho de no soportar el bombardeo de recuerdos que abruman mi mente, es allí cuando observo la pequeña cama que está en medio de la habitación.

La luz de la luna ilumina la cara de una pequeña niña y una hermosa melodía suena a lo lejos como el de una caja musical, es hermoso y trae paz al oscuro cuarto. Me acerco y la veo allí acurrucada entre las delicadas sábanas de tan pequeña cama... Ese cuerpo; ,tan frágil y delicado, es el de una pequeña Alaia.

Lo Que Esconde La Perfección [COMPLETA] © LIBRO #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora