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Finalmente encontré un vestido para la fiesta.

Lo compré en una tienda cerca de mi casa y se ve increíble.

Llego a casa con mi vestido y veo a mi vecino Agus.

"Hola Lali".

"Hola Agus, ¿vas a salir?" Le pregunto y él asiente y sonríe.

"Agus nunca te agradecí debidamente por salvarme la vida. Habría muerta si no hubieras llegado a tiempo. Gracias, ¿hay algo que pueda hacer para agradecerte?"

"Está todo bien Lali, no tienes que agradecerme", dice. "Si quieres, conozco un buen café al que podemos ir".

"Excelente" respondo y decidimos reunirnos en algún momento de esta semana.

Luego intercambiamos números. Nunca hablamos demasiado hasta el día en que me salvó. Realmente lo aprecio gracias por eso. Sé que nunca podré agradecerle lo suficiente por eso.

Me desea buenas noches y entro a mi apartamento.

El baile de caridad es el sábado y hoy es miércoles.

Cuelgo mi vestido nuevo en el armario con cuidado y voy a darme una ducha.

Después de eso, decido hacerme un pollo al horno. Me gusta mucho cocinar.

Una vez que mi comida está lista, enciendo la televisión y como. Después de mucho tiempo, de repente tengo algo de tiempo para mí y es realmente relajante.

Al día siguiente

"Lali Paloma quería pasar tiempo contigo hoy. ¿Quieres venir a verla después del trabajo?"

Estoy sorprendida. Vico y yo estamos sentados en su oficina revisando algunos documentos. Me dice qué arreglar y lo hago.

"Tengo muchas ganas pero tengo planes para hoy que no puedo cancelar" digo.

"Está bien. No te preocupes. Ella lo entenderá".

Me siento muy mal pero hoy hice una cita con Agus y no puedo cancelar.

"¿Quizás vendré mañana?" Yo ofrezco.

"Sí, está bien".

Espero que no esté enojado. Esta es la primera vez que le digo que no. Me siento muy mal y espero que Paloma no se decepcione.

Después del trabajo tomo un bus hasta la café donde hice la cita con Agus.

Cuando entro, él ya está sentado mirando algo en su teléfono celular.

"Hola, lamento que hayas esperado" dije y me senté frente a él. Noto que lleva traje.

"Soy abogado", dice después de notar mi mirada.

"Increíble, no lo sabía" digo y empezamos a hablar.

Pedimos café y yo pido un pastel y Agus pide un sándwich.

"No puedo creer que trabajemos en la misma zona. Ni una zona sino una calle", dice después de que le digo dónde trabajo.

"Sí, es una locura", me río.

Siento que conozco a Agus desde hace años. Es un buen chico. Me habla de sus hermanos y su familia. Dice que tiene sobrinos y que realmente los ama y yo lo entiendo porque amo a los niños.

Pienso en Paloma y me siento culpable de no haber podido verla hoy.

"¿Estás bien?" Pregunta Agus.

"Sí, estaba pensando en algo".

"Cuando terminamos de hablar nos damos cuenta de que hablamos durante tres horas. Vamos juntos al edificio donde vivimos y nos separamos.

Nunca pensé que me llevaría así con Agus. Tuve un buen día y sonrío cuando entro a la casa.

Su SalvaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora