Acuesto a Paloma. El médico dijo que no había nada de qué preocuparse y que ella estaría bien. Se duerme rápidamente y yo me siento a su lado.
"Le pediré al conductor que te lleve a casa, es demasiado tarde. Gracias Lali" me dice Vico y sonríe.
Veo que está cansado y me siento mal por él. Veo que está preocupado a pesar de que intenta ocultarlo. Me acerco a él y se levanta.
"¿Puedo quedarme? Si está bien. No quiero dejarla".
"Claro, no puedo ni empezar a darte las gracias..."
"Shhh" digo y pongo una mano en su pecho. Pongo mi cabeza en su pecho y me abraza. "Ella va a estar bien, ¿no te preocupes, bien?"
Me abraza más fuerte en respuesta. Ojalá pudiera quedarme en su abrazo para siempre.
Decido dormir en la cama de Paloma porque quiero estar cerca de ella. Vico acepta después de que lo convenzo de que todo estará bien y que debería descansar.
Me arrastra a la cocina y nos calienta la comida.
"Come", dice y yo sonrío. Se une a mí y comemos tranquilamente.
Luego me acuesto con Paloma y Vico se acuesta en su habitación.
Por la mañana me levanto temprano y me voy a duchar. Estoy usando mi ropa de ayer porque no tengo otra opción. Por suerte, Vico me dio algo cómodo para pasar la noche.
Paloma se despierta y le deseo buenos días y le doy un beso en la frente. Ahora no tiene fiebre. Ella me abraza y nos abrazamos unos minutos. Me siento realmente conectada con ella.
Luego la ayudo a cepillarse los dientes y nos vamos a la cocina.
Me sorprende ver a una mujer mayor que parece muy formal en la cocina.
"¿Es usted la niñera?" Me pregunta y me siento insegura bajo su mirada. Antes de que pueda responder, Vico entra en la cocina.
"Mamá, este es Lali, mi asistente personal", dice y abraza a la mujer.
¿Mamá?
Me siento avergonzada y no pertenezca.
"Abuela" dice Paloma y quiere abrazarla.
"¿Cómo te sientes bebé?" Le pregunta a Paloma. "Lo siento, pensé que eras la niñera", me dice.
"Está bien" sonrío. Ella me mira y me siento incómoda.
Vico abraza y besa a Paloma.
"¿Cómo se siente mi princesa?" Él pide.
"Mejor" Paloma sonríe.
"Te traeré comida", le dice y le trae comida y ella sonríe.
"¿Lali puede alimentarme?" Paloma pregunta y me río.
"Estoy celoso" dice Vico y me da su plato. Paloma inmediatamente comienza a comer. Todo el tiempo que le doy de comer siento que Vico y su madre me miran. Aún no sé su nombre.
Después del desayuno le llevo a Paloma su medicina y ella vuelve a la cama para descansar.
"Lali, no puedo agradecerle lo suficiente", dice Vico.
"No hay necesidad de agradecerme, está bien" sonrío.
"¿Volveré en la noche, bien?"
"Sí, ¿mi chofer te llevará, bien?"
Quiero resistir pero me mira y me doy cuenta de que no tengo otra opción. Me despido de todos y me voy a casa.
Vico
"Wow" dice mi mamá.
"¿Qué?" Estoy preguntando.
"Oh, hijo" se ríe y la miro confundido.
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Su Salvación
RomansaVictorio D'Alessandro, 34, es un empresario que aún llora a su esposa que falleció hace un año en un grave accidente. Lo convirtió en un hombre frío y duro para la gente, pero es cálido y cariñoso con su hija Paloma de cinco años. Su vida da un vuel...