Semana 12 de embarazo
"Sé bueno con tu mamá" me susurra Vico al estómago y la besa. "No provoques problemas".
Ya tengo una barriga pequeña y Vico no puede quitarle las manos de encima. Habla con el bebé más de lo que me habla a mí.
"Deja de hablar con el bebé y háblame", le digo.
"A tu mamá le encanta que la trate" dice Vico y lo atraigo hacia mí y lo beso. "¿Cómo te sientes?" Pregunta por el beso.
"Mejor, hoy no vomité", digo. Me acerco a él y se ríe y me abraza. "Estoy aburrida en casa, te extraño" le digo.
"Yo también te extraño. No puedo encontrar un nuevo asistente. ¿Adivina quién te reemplaza ahora?" Él pide.
"¿Euge?" Estoy preguntando.
"No, Pablo", dice.
"¿Qué?" Estoy bromeando.
"Y se lo pongo difícil como venganza por todas las veces que empezó contigo", dice.
"¿De Verdad?"
"No, sólo quería que te rías", dice y me besa. "Eres tan hermosa. Nuestros hijos serán realmente hermosos".
"¿Hijos?" Estoy preguntando.
"¿De verdad crees que me contentaré con solo uno?" Él pide. "Quiero muchos hijos".
"Te cortaré el pene", le digo enojada. Él se ríe y yo también me echo a reír.
"¿Por qué te asustaste cuando te enteraste de que estabas embarazada?" Él pide.
"Me recordó a mi aborto", digo.
"Eso pensé", dice. "Lali, te prometo que tú, Paloma y nuestro bebé son lo más importante en mi vida. Nunca te haré daño. Tú eres mi única". Lo miro y me pongo a llorar. "Has estado llorando por todo últimamente." Lo miro nerviosamente. "Lo siento", dice y me besa.
El beso se calienta y se acuesta encima de mí, con cuidado de no apoyarse en mí. Es tan reconocible y protector que es asombroso. Se quita la camisa y el vestido que llevo.
Empieza a jugar con mi pecho y a besarlo. Sigue esparciendo besos por todo mi cuerpo hasta que se mete entre mis piernas. Ve la parte húmeda de mis bragas y sonríe. Me quita las bragas y abro las piernas.
"Estás tan mojada", dice y pone un dedo en mi órgano. Gimo y él mueve su dedo a un ritmo lento. Coloca otro dedo y también une la lengua.
"Vico", empiezo a decir, pero me detengo cuando él acelera el paso. Sigue mirándome y muy rápido me corro.
Me besa en la boca, dejándome probarme. Le quito los pantalones. Me penetra y disfruto de su toque.
Más tarde
"¿Que demonios?" Cande grita. Le acabo de contar sobre el embarazo y está en estado de shock.
"Silencio", digo. "No maldigas cerca a Paloma".
"Lo siento", dice ella. "¿Estás segura de eso?" Sonrío como respuesta. "Así que estoy feliz por ti" me abraza. Paloma, Cande y yo estamos ahora en el centro comercial comprando ropa.
Compré llena de ropa para Paloma porque es muy linda. Me pregunto cómo sería comprar un conjunto de bebé. Mañana Vico y yo iremos a un chequeo. Mañana averiguaremos cuál es el sexo del bebé.
"¿Lali?" Pregunta Paloma.
"¿Sí?" Estoy diciendo.
"¿Puedo tomar un helado?" Ella pregunta. Me río y estoy de acuerdo.
"No puedes decirle que no, ¿verdad?" Pregunta Cande.
"Verdad" sonrío y tomo la mano de Paloma. Realmente no puedo decirle que no.

ESTÁS LEYENDO
Su Salvación
RomanceVictorio D'Alessandro, 34, es un empresario que aún llora a su esposa que falleció hace un año en un grave accidente. Lo convirtió en un hombre frío y duro para la gente, pero es cálido y cariñoso con su hija Paloma de cinco años. Su vida da un vuel...