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Empaco la ropa de Paloma y siento dos manos abrazándome por detrás.

"Hueles bien", dice Vico.

"¿Terminaste de empacar?" Estoy preguntando.

"Sí", responde.

"Buen chico" bromeo con él y me vuelve hacia él.

"Les hablaste de nosotros, ¿no? ¿Que estuve casado antes y de Paloma?" Él pide.

"Sí" respondo.

"¿Y ellos están de acuerdo con eso?" Él pide.

"Obviamente" respondo. "¿Estas estresado?" ¿Vico tiene miedo de conocer a mis padres?

"No quiero que piensen mal de mí", dice.

"Vico, le conté todo a mi mamá. Son gente muy agradable. Son felices mientras yo sea feliz. Solo hay que sonreír más, además no hay problema" le digo.

"Sonrío mucho", dice.

"No, no lo eres. Mientras trabajaba contigo, sonreíste tal vez tres veces. Tuvimos intervenciones en la oficina cuando sonreías", le digo.

"¿Qué?" Él pide.

"Sí", me río.

"Lali, nunca me disculpé por la forma en que te traté al principio. Lo siento, fui repugnante, arrogante y egoísta. Te lastimé y lo siento", dice y veo que se siente culpable.

"Te perdonaré con una condición", le digo.

"¿Qué? Haré cualquier cosa", dice.

"Ten más paciencia y ya no te comportes así, ¿de acuerdo?" Estoy preguntando.

"Bueno, ya no me comportaré así. Sin ti no valgo nada" dice y me besa.

"Lo sé", me río.

Más tarde

Cuando llegamos a la casa de mis padres, Paloma ya está dormida. Su casa es pequeña pero muy cálida y familiar. Es divertido estar en casa de nuevo. Vico quería reservarnos un hotel, pero mis padres insistieron en que durmiéramos con ellos. Certificamos a pesar de que Vico todavía parece tener mucho miedo de conocer a mis padres.

Salimos del coche, Paloma duerme y Vico la lleva. Vamos a la puerta y mis padres salen de la casa. Mi madre ya está llorando. Ha pasado mucho tiempo desde que los vi. Los abrazo y me miran el estómago.

"Ayer eras mi pequeña y ahora ya eres adulta y estás a punto de ser madre", dice mi padre con lágrimas en los ojos.

"Papi" lo abrazo de nuevo. "Mamá, Papá, Ellos son Vico y Paloma".

Vico le da la mano a mi papá y mi mamá se ofrece a acostar a Paloma. Vico me mira y yo asiento con la cabeza y él está de acuerdo y mi mamá se lleva a Paloma.

"Encantado de conocerte Vico" dice mi madre y sonríe.

"Será mejor que entremos, hace frío afuera" dice mi papá y entramos. Sacamos nuestras maletas del coche y las llevamos a la habitación. Paloma ya está durmiendo en mi antigua habitación.

"Son muy bonitos, elegiste bien" dice mi madre.

Reviso que Paloma esté bien, le doy un beso en la frente y salgo de la habitación. Voy a mi habitación y la de Vico y veo que está hablando por teléfono. Decido ir a darme una ducha. Me desvisto y me miro en el espejo. Mi pecho está creciendo, mi estómago es grande y veo más estrías. Se abre la puerta y entra Vico, me mira y sonríe.

"Te ves increíble", dice y me besa.

"No lo soy, parezco un elefante" digo.

"Pero los elefantes son lindos", dice y sonrío.

"Pero no puedes tener sexo con un elefante", le digo. Probablemente solo estoy caliente. Últimamente estoy muy cachonda pero Vico no se queja.

"Pero contigo es posible" dice Vico y me pone una mano en el culo. "Vamos a llevarte a la cama".

"No quiero tener sexo en la cama, estoy cansada de eso" digo. Desde que estoy embarazada, Vico es muy cuidadoso y me molesta.

"Solo quiero tener cuidado", dice.

"Acuéstate conmigo aquí y ahora", digo. Vico se esparce rápidamente y me penetra. Nos miramos, ocupados con nuestra burbuja y haciendo el amor.

Su SalvaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora