"No, no me amas" le digo y trato de alejarme de él pero no me deja.
"Sí te amo".
"No".
"Cállate", dice. "Te amo Lali".
Todavía no le creo.
"Y por favor deja Agus" agrega y sonrío. "¿No dirás nada?"
"Agus no es mi novio. No hay nada entre nosotros. Solo quería que estuvieras celoso", lo admito.
Se ríe y murmura "increíble". El me ama. Vico me ama.
"Siento haberte gritado y estaba asqueroso. Estaba enojado porque estabas con otra persona. Desde que te vi con él no pude dormirme. Me mata verte con otra persona", dice.
"Lo siento" digo y pongo mi pulgar en sus labios. "Eres realmente malo".
"Ya sé".
"¿Cómo te atreves a acusarme de estar con otra persona?"
Él sonríe y miro sus labios que he querido besar desde hace mucho tiempo. Me acerco a él y pongo mis labios sobre los suyos. Empieza a besarme pero me detengo.
"Te amo Vico".
Pareció sorprendido, tal vez no esperaba que lo dijera, pero se siente realmente bien al decirlo. Siento como si una piedra cayera de mi corazón después de que le dije.
Se ve feliz y me besa. Me mete la lengua en la boca y me acerca aún más a él. Puse mis manos alrededor de su cuello y él continúa besándome apasionadamente.
"Te extrañé", dice mientras desconectamos.
"Yo también te extrañé" le digo y comienza a dejar pequeños besos en mi cuello. Encuentra el lugar detrás de mi oreja y pasa su lengua por él y yo gimo.
Sigue besando y mordiendo mi cuello.
"Yo ... te amo ..." dice mientras se besa. Siento que mis bragas ya están mojadas.
Lo beso y me acerco aún más a él para que comprenda lo mucho que lo deseo. Pasa sus manos por mi cuerpo hasta llegar a mi pecho. Cierro los ojos y gimo mientras juega con mi pecho. Porque llevo un vestido con escote profundo y estoy sin sostén, me llega fácilmente al pecho.
Gimo cuando se mete un pecho en la boca. Muerdo mi labio y disfruto la sensación.
Gimo su nombre y parece que le gusta porque sigue besándome.
Se detiene y me mira a los ojos. Veo el deseo en sus ojos y lo quiero a él también. Le doy un beso.
"No aquí Lali..." dice a pesar de que veo que quiere hacerlo.
No me importa. Esperé demasiado.
"Vico, te quiero" digo.
"Hay un ladrón en el edificio", se ríe.
"No me importa" digo.

ESTÁS LEYENDO
Su Salvación
RomanceVictorio D'Alessandro, 34, es un empresario que aún llora a su esposa que falleció hace un año en un grave accidente. Lo convirtió en un hombre frío y duro para la gente, pero es cálido y cariñoso con su hija Paloma de cinco años. Su vida da un vuel...