Después del baile de caridad, Vico me lleva a casa y me acompaña a mi apartamento. La despedida es vergonzosa porque simplemente estamos frente a frente y no sabemos qué hacer. Al final nos abrazamos y nos despedimos.
Ahora estoy en la cama, sin poder dormirme. Estoy pensando en esta noche. Nunca me ha costado conciliar el sueño debido a esos pensamientos sobre un hombre.
Solo he estado con dos hombres en mi vida. Uno estaba en la escuela secundaria y me acosté con él por primera vez. Era dulce y ambos teníamos curiosidad. Después de eso conocí a Mariano en la universidad, el hombre que nunca pensé que me arruinaría.
Me estremezco cuando pienso en el momento en que Mariano me atacó en mi casa. Pienso en el tiempo que estuvimos juntos. Al principio estaba feliz con él y luego me asusté y me sentí miserable cuando descubrí quién es realmente. Desde Mariano no he querido salir con nadie. Han pasado años desde que estuve con alguien. El sexo con Mariano fue violento la mayor parte del tiempo y me dejó cicatrices. Me cerré a cualquier posibilidad de una relación romántica, no podía confiar en nadie.
Pero Vico derribó los muros que construí. Me atrae de formas que ni siquiera puedo explicar. No es solo su buena apariencia, sino que simplemente lo es. Hay algo en él que me hace querer estar cerca de él, algo que hace que me preocupe por él y quiera que él me cuide.
Después de Mariano pensé que no me interesaría nadie. No quería que nadie me quisiera. Pero Vico arruinó todos mis planes para mí.
Y también está Paloma.
Me sentí fatal cuando me dijo que estaba llorando porque yo no venía. Sentí que había lastimado a mi hija.
Pienso con tristeza en el aborto que hice hace unos años. No me arrepiento, no estaba en condiciones de poder cuidar al niño. Sabía que tenía que recuperarme antes de tener una responsabilidad tan grande, pero seguía siendo una decisión difícil. Me sentí mal pero tampoco pude amar al bebé porque me recordaba todo lo que me hizo Mariano. Siempre que pensaba en la vida que crecía en mí, también pensaba en toda la violencia y el abuso de Mariano.
Después de un tiempo aprendí a aceptar mi pasado. No me arrepiento de lo que hice. Con la ayuda de mis padres y el tratamiento psicológico pude superar la depresión en la que estaba.
Cuando me sentí mejor decidí mudarme a la gran ciudad, quería empezar de nuevo y así fue como me puse a trabajar como asistente personal de Vico. Cuando obtuve el trabajo, no pensé que desarrollaría sentimientos por Vico.
Me acuesto en la cama pensando en nuestros besos. Siento humedad en mis bragas y suspiro. ¿Quizás mi destino es estar sola? Con ese pensamiento cierro los ojos y finalmente me quedo dormida.
Despues de una semana
"Agus no necesitas, ya has hecho bastante" le digo.
"Lali trabajamos en la misma zona. ¿Por qué no te llevaría al trabajo? Al menos por el medio ambiente", dice y me río. Siempre tiene algo que decir, por eso el es un abogado.
Me río y subo a su coche. Agus me convenció de que me llevaría al trabajo todos los días, aunque al principio me opuse.
Hablamos en el camino y escuchamos la radio. Quizás esto no sea tan mala idea. Me deja fuera del edificio y le agradezco y le deseo un buen día.
Entro a la oficina y comienzo el día como de costumbre. Después de unos minutos entra Vico y el día transcurre como cualquier día normal.
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Su Salvación
RomanceVictorio D'Alessandro, 34, es un empresario que aún llora a su esposa que falleció hace un año en un grave accidente. Lo convirtió en un hombre frío y duro para la gente, pero es cálido y cariñoso con su hija Paloma de cinco años. Su vida da un vuel...