Alberto es bastante divertido, cuando descubrió que también era un monstruo marino se emocionó, me dijo que me iba a llevar a conocer tantos lugares, pero en especial, la isla, dice que ahí fue donde vivieron los primeros monstruos marinos que nos ayudaron a que nos aceptaran en Portorosso, y solo pueden ir monstruos, nada de humanos.
Caminamos por calles tan chicas que no cabían autos, no he visto ninguno de hecho, solo mostos y bicicletas. Pero Dios, este pueblo es tan bello, como sacado de una postal, tan pintoresco y familiar, estar aquí me hace sentir tan cómodo.
-Y mira, esta es la plaza donde todos se juntan, los niños juegan futbol y la gente pasa el rato, y aquí a la derecha está nuestra casa.- Miraba impresionado la plaza, era tan bella, con negocios a su alrededor y la fuente, pero el mar frente a ella se veía inmenso y azul, todo era precioso, noté una mirada en mi y vi que Alberto me miraba, cunado volteé se asustó y desvió su mirada a si casa.
-Espera, ¿vives con Massimo?- él asintió.
-Cuando era un niño me atrapó con una de sus redes. era una temporada difícil entonces le ayudé a encontrar peces, cuando me quiso llevar a mi casa le dije que vivía solo, no sé donde están mis padres pero hace mucho no pienso en eso. Entonces me acogió y con los años me adoptó, así que soy hermanastro de Giulia.
-¿Por qué nunca me lo dijiste?- Le cuestioné.
-No era importante, no te iba a decir que mi papá adoptó a una mojarra maloliente.- Alberto y yo nos reímos y él le mostró la lengua.
-Así nos llevamos, somos más amigos que hermanos.
Entramos al pequeño patio y se veía una casa de dos pisos, el muro de piedra estaba lleno de plantas y flores y a la orilla se mostraba un árbol con maderas en la cima, como un escondite. Subimos las escaleras, al parecer el piso de abajo era el negocio de Massimo y de Alberto mientras que ellos vivían arriba, pasamos el pequeño comedor y un pasillo con tres puertas se veía al fondo, en el cuarto se veía un comedor mediano. Comenzaba a anochecer y estaba la ventana abierta, me acerqué y vi la vista, no lo podía creer, era verdaderamente hermoso, nunca había visto algo así. Quisiera que Ercole estuviera aquí para desfrutarlo juntos. Sentí un roce en el brazo y Alberto se recargó en la orilla.
-Es hermoso, ¿verdad?, Portorosso es un pueblo magnífico y su gente es increíble también.
-Lo es.- Me alejé cuando Giulia nos llamó a cenar, durante todo el viaje me habló lo deliciosa que es la pasta que prepara su padre, hace mucho no comía pasta, Ercole me decía que iba a engordar y eso no le gustaba, no recuerdo su sabor. Pero como son vacaciones y no está él entonces voy a hacer trampa. Massimo me puso un plato enfrente, olía maravilloso, la pasta gruesa color verde se veía tan deliciosa. Massimo se sentó al frente y al lado Giulia, mientras que Alberto se sentó al lado de mi.
-Y dime Luca, ¿Qué edad tienes?, yo tengo 22 aunque parezca mayor, tú te ves como de 18.-Decía orgulloso, es cierto, su barba, complexión y altura lo hacían ver algo mayor, pero no rozando en la adultez.
-Tengo 20 de hecho, pero gracias por creer que era más joven.- Reí un poco y con el tenedor tomé un poco de pasta, la probé y ya no supe que pasó. Era deliciosa, no recordaba el sabor de la pasta, me perdí en su esencia y la forma en la que mi paladar era extasiado. Tan perdido que no me di cuenta que Alberto me seguía preguntando cosas.- Perdón, perdón, es que, Dios, esta pasta es tan deliciosa, no recordaba lo buena que era, hace tanto que no comía.
-¿En serio?, Vives en Italia y no comes pasta, ¿Cómo es eso?-Dijo Alberto divertido
-Mi novio no me deja, dice que voy a terminar como una pelota.
La cara de Alberto se tornó un poco triste pero más que nada enojado, se levantó de la mesa y me miró fijamente.
-¿Cómo puedes permitir que un idioti te diga eso?, si yo fuera tu novio te alimentaría de pasta todo el tiempo y te amaría sin importar tu cuerpo, además tienes un cuerpo increíble, un principe como tú debe ser mimado.- Hablaba emocionado, casi gritando, me sonrojé demasiado y él se dio cuenta de eso, así que paró.-Disculpen, me alteré un poco, una disculpa.
Seguimos comiendo y hablando, era muy divertido y tan cómodo, hace tanto no me sentía tan tranquilo y relajado, haber venido fue una buena idea.
Al terminar de comer ayudé a Giulia con la limpieza y al acabar Alberto se acercó.
-¿Dónde pongo la maleta de Luca?, los hombres duermen con los hombres.
-Ni lo sueñes, mi estimado atún, él viene conmigo, entonces se queda conmigo.- Giulia caminó hacia Alberto y tomó la maleta, la arrastró hacia su cuarto y me llamó, despedí de Alberto con una sonrisa y la seguí. -¿Qué opinas?, apenas llegamos y ya te robaste el corazón de mi hermanastro, amor de pescados.
Me reí un poco.-Ay, Giulia, porque siempre olvidas que estoy con Ercole.
-No lo olvido, solo no me gusta, mereces algo mejor, así como dijo Alberto, alguien que te trate como un Prin-ci-pe.- Dijo Giulia con tono Italiano, princhipe, suena lindo.
-Como sea, voy a salir a la plaza para hablar con Ercole y decirle como es el pueblo, regreso en unos minutos.- Sali de la casa y bajé al patio, llamé a Ercole y me contestó casi al momento. Hablaba con él mientras caminaba por la plaza, le contaba todo lo que veía y pasaba, incluso le conté que comí Trenette al pesto. Bajé a la playa y me senté en la arena, lo puse en altavoz.
-¿Pasta?, amor ya te dije lo que pienso de eso, en serio si llegas a Génova más gordo ya no te voy a querer tanto, cuídate.- Le contesté que no se preocupara.- Me tengo que ir, voy a ir con Ciccio y Guido a la plaza, adiós ragazzo.- En cuanto dijo eso me colgó, me ponía triste que me dijera eso, me quité el suéter que Giulia me prestó hace unos minutos y me revisé la marca de mordida. Pero la oculté al momento que escuché pasos atrás de mi.
-Perdón, no quería asustarte, estaba haciendo un recado y escuché tu conversación, de verdad que tu novio no es buena persona, es un patán.- Me reí, mientras ponía mi mano en mi hombro.
-Sí, es lo mismo que Giulia dice, pero lo amo, entonces lo soporto, sé que el amor es así.-
-No, el amor no debe de doler, ni causarte mal, el amor debe ayudarte a mejorar y a alcanzar tu felicidad.- Dijo mientras quitaba mi mano y revisaba mi hombro, su mirada se fijó en la mordida y se sorprendió. -¿Ese novio tuyo fue quién hizo esto?
-Sí, dijo que era una marca para que nadie se acercara a mi, para que sepan que soy suyo, es un poco celoso, no le digas a Giulia, no quiero preocuparla
-De verdad es un imbécil, mereces algo mejor. - Tomó mi mano y me llevó al patio, me ayudó a curar la mordida y a bajar la hinchazón.- No te preocupes, Luca, te voy a ayudar a que pases un increíble verano. Esa va a ser mi misión.- Le sonreí porque su voz sonaba tan sincera, y eso me calmaba.
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Portorosso (PAUSADO)
RomansaLuca ha lleva dos años en una relación infernal que no ha podido parar, pero por azares del destino va hacia Portorosso, un pueblo donde es aceptado el ser monstruo marino y donde está la casa de su amiga Giulia, ahí conoce a Alberto, un trabajador...