Desde ese día todo transcurrió de manera normal y sorpresivamente tranquila, Ercole se aparecía unas dos veces cada día para pedirme regresar a Génova con él pero nunca salía, Alberto me ayudaba cuando la ansiedad me llegaba y me hacía sentir seguro. Cada que salíamos por gelato o a comer veía a Ercole en bicicleta, o comiendo pasta, a veces me lo topaba cuando nadábamos hacia la isla pero nunca me tocó, no mientras Alberto estuviera cerca. Cayendo el día viernes Giulia me despertó con sonido de trompetas y cuando abrí los ojos por el molesto sonido vi a Alberto en la puerta de la habitación.
-Muy bien, hoy es día de inscripciones, vamos a registrarnos para acabar con el malvado reinado de terror de Ercole, vamos a aplastarlo hasta que quede como una montaña de estiércol y vamos a prenderlo en llamas.- Giulia siempre se enfrasca en sus emociones y no piensa lo que dice, me agrada eso de ella, Alberto y yo nos vimos algo preocupados.- Bueno, vamos a ganarle para que te deje en paz, principalmente, pero también para aplastar su orgullo y dejarlo llorando como un bebé.
-Creí que ya no íbamos a participar.-Volteé a ver a Alberto confundido. Alberto vio a Giulia con ojos amenazantes.
-Claro que no, solo creí que podríamos hacerlo, ya sabes, por diversión.-Su voz tenía dudas.- Digo, ese plan ya estaba antes de que llegara Ercole y te juro que no tiene nada que ver con él, solo es para divertirnos.- La idea no me parecía tan buena, Ercole nunca jugaba limpio, podría hacer cualquier cosa para ganar y llevarme con él, pero pensándolo bien somos dos monstruos marinos y una chica demasiado inteligente entonces no sería un problema ganarle. Solo suspiré y me senté en la orilla de la cama.
-Bueno, supongo que será divertido, vamos a hacerlo.
-Bien, perfecto, ahora solo tenemos que conseguir dinero para entrar, yo tengo ahorrado pero no es suficiente, no después de comprarme ese libro de astronomía precioso.
-A mi no me miren, todo mi dinero se fue cuando choqué mi Vespa en el muelle y cayó al mar, ahora la están arreglando y mi cartera está seca.-Alberto decía eso con un poco de tristeza, pero también vergüenza como si pensara que fuera algo tonto lo que pasó, sí es, muy tonto para decir la verdad pero algo tierno.-Además llevar a esta preciosura a comer o por helado no es barato.
-Oye, no me eches la culpa, yo quiero pagar también y no me dejas, no es justo.
-Es lo que un caballero hace, además siempre me lo pagas estando conmigo y siendo precioso dándome besos.
-¡PUAJ!, que asco, me van a hacer vomitar.-Giulia hacía gestos de asco, a decir verdad no acostumbraba a mostrar afecto o amor frente a ella ya que solo éramos Ercole y yo o sus amigos-
-Bueno, yo tengo algo de dinero, no sé si alcance.- Giulia tenía los ojos brillantes y saltó de la emoción, al parecer sí era suficiente. Acordamos desayunar y arreglarnos. Mientras Alberto se bañaba Giulia y yo estábamos preparando algo de desayunar, un poco de huevo y tocino, Giulia me miraba de reojo como queriendo preguntar algo, se veía intranquila.
-¿Qué pasa?, me estás poniendo nervioso.- Giulia suspiró y dejó de lado un bowl con huevos batidos.
-Es solo que, me alegra que seas feliz, nunca te había visto tan feliz y libre, de verdad eres otra persona para bien.-Hizo una pausa buscando las palabras.- Pero, es que pienso que tal vez fue algo apresurado dejar a Ercole, me refiero a que es un alivio que lo dejaras pero se me hizo extraño que fuera tan fácil dejarlo, estabas tan apegado a él y lo defendías con todo, te dejabas golpear solo para que no te dejara pero, de un día a otro lo dejaste por un chico que acababas de conocer.- Me veía como si hubiera dicho algo malo, pero tenía razón, no sé que había pasado.
-Giulia, no te preocupes, entiendo que no es normal pero, Ercole fue mi primer novio, mi primer todo de hecho y me aferraba a él porque pensaba que no tenía otra opción, era él o la soledad y saber que iba a regresar a una vida donde nadie aparte de ti me iba a defender o se iba a preocupar por mi era insoportable.- Me senté dejando el tocino freírse.- El saber que Alberto me iba a cuidar y a querer por quién soy y no por como veo fue un colchón donde podía caer, Ercole me hacía esconderme y solo mostrar lo que a él le gustaba pero Alberto no, me quiere por como soy. Siento que es lo correcto, mi corazón me lo dice y mi corazón nunca me dijo anda con respecto a Ercole, puede ser que solo sea un amor de verano o todo cambie cuando la etapa de la luna de miel se acabe pero nunca lo sabré si no lo intento. Toda mi vida fui inseguro e indeciso, pero te juro que esta y tu amistad son las únicas cosas de las que estoy seguro y quiero.- Giulia me tomó de las manos y asintió, estaba satisfecha con lo que le había dicho.

ESTÁS LEYENDO
Portorosso (PAUSADO)
RomanceLuca ha lleva dos años en una relación infernal que no ha podido parar, pero por azares del destino va hacia Portorosso, un pueblo donde es aceptado el ser monstruo marino y donde está la casa de su amiga Giulia, ahí conoce a Alberto, un trabajador...