Mientras tanto, no muy lejos de ahí, una joven figura se levantaba con pesadez del gran cráter en el que se encontraba producto del impacto.
. — Auch...eso me dolió. — Se quejó el joven mientras sobaba su cabeza y sacudía el polvo de su cabello celeste, menos mal que portaba su Sapuri o de lo contrario no habría salido ileso.
Cuando se encontró listo y espabilado, miro a su alrededor, analizando el lugar en donde se encontraba, no lo reconocía para nada, pero estaba seguro de estar cerca del templo de Athena, ya que logro verlo fugazmente cuando caía, así que no corría el riesgo de haber caído en otra parte del planeta.
Esa era la buena noticia, la mala es que no veía ni sentía el cosmos de sus aliados por ningún lado.
Estaba pensando en cómo proceder cuando sintió dos cosmos desconocidos a corta distancia.
. — Oh no. — pensó sintiéndose nervioso. — Si eran caballeros de Athena y lo veían con su Sapuri, después del espectáculo de hace unos minutos, seguramente lo matarían sin siquiera darle tiempo a decir algo. Así que, como única solución que se le ocurrió, descendió su cosmos lo más posible junto a su presencia, y se ocultó en uno de los arbustos cercanos.
No era lo más ortodoxo, y hasta podía decirse que impropio de un espectro ocultarse de su enemigo, pero la verdad es que él no era conflictivo y prefería evitar las peleas lo mayormente posible.
Segundos después, ambos caballeros dorados llegaban a la escena.
. — Diablos, escapo. — menciono Aldebaran al ver que el cosmos maligno que sintieron había desaparecido.
Sin embargo, Regulus miraba alrededor que le diera el indicio de algo fuera de lo común.
Enterando el joven espectro observaba desde su escondite a los recién llegados, por su armadura podía deducir fácilmente que aquel hombre grande de pelo blanco era el caballero de Tauro, luego miro a su acompañante, un chico más joven, quizás de unos 20 años, no lucia amenazante, pero claramente también era caballero dorado así que, pese a su apariencia, no debía subestimarlo.
. — ¿Quién está ahí? — Exigió el León de repente al percatarse de la presencia de alguien más.
El joven chico se crispo al verse descubierto, no podía seguir ocultándose o lo verían como sospechoso, pero no se le ocurría ningún plan, y tampoco contaba con el tiempo para idear algo. Odiaba ese tipo de situaciones, él no pensaba rápido como lo hacían sus hermanos, y le costaba tomar decisiones bajo presión.
Así que, en un acto rápido, más por impulso que por otra cosa, se desprendió de su Sapuri y salió de su escondite. — Lo siento, no quise espiar, no me ataquen, por favor. — dijo con sus manos en alto para apaciguarles.
. — ¿Quién eres? — pregunto Tauro al ver a un joven chico de quizás unos 13 o 15 años que portaba solo unos pantalones ajustados negros y una camisa gris de manga corta.
. — Mi nombre es Mavis, soy...nuevo aquí. — respondió nervioso, no le agradaba mentir, así que buscaba usar palabras ambiguas para responder.
. — ¿Eres de los nuevos reclutas?, ¿Qué haces aquí? — pregunto de nuevo Aldebarán suavizando un poco su expresión. Regulus por el contrario se mantenía en guardia cual león al asecho.
. — Yo...— trato de pensar algo convincente. — Llegue en cuento esa extraña luz cayo aquí.
Los dos caballeros dorados se miraron el uno al otro mientras Mavis parecía sudar, sabía que sus respuestas sonaban huecas, pero rogaba a Hades porque le creyeran.
. — Entonces, si dices que llegaste al momento del impacto ¿viste a alguien extraño aquí. — pregunto ahora Regulus agudizando sus instintos, analizándole.
. — Si. — confeso. — Un tipo de armadura oscura.
. — ¿De verdad? ¿Cómo era? — pregunto ahora un asombrado y curioso Regulus
. — Joven, delgado, de casi 1.60 mts, piel clara, algo idiota. — recito sincero.
. — Entendido, buscaremos en los alrededores, no debe andar lejos. — dijo Aldebaran conforme y para alivio del menor. — Me adelantare para buscarle, Regulus, ve a informarle al patriarca.
. — Sí, señor Aldebaran. — menciono Leo, mientras se dirigía ahora el chico nuevo. — Dijiste que te llamas Mavis, ¿verdad? — el contrario solo asintió. — Bien, entonces vamos de regreso al santuario.
. — S-sí. — respondió para luego comenzar a seguir al joven león en su camino hacia el santuario, no sin antes mirar de reojo el lugar donde oculto su Sapuri, más tarde regresaría por ella.
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Holis gente, traigo nueva actuu!!! yuju!
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PARADOX
FanfictionLa paz en la tierra se ve amenazada una vez más, el tratado de paz entre Athena y Hades corre peligro de romperse, pero ¿por quién?, y aun más importante, como afectara esto a los integrantes de ambos bandos. Secuela de "Del odio al amor se necesit...