Los presentes no sabían que decir, de un momento a otro las cosas parecían haber dado un vuelco drástico y aún más por la tensión que parecía poder cortarse con un cuchillo entre Mavis (que aún seguía en el suelo) y aquella chica que acababa de llegar. Algo entendible después de haber sido golpeado por ella sin razón aparente.
Luego de lo que para muchos parecieron largos minutos, Mavis se levantó con pesadez, y mirando a la chica, le esbozo una suave sonrisa. — Descuida, no pasó nada. — dijo ante su disculpa. — Todos cometemos errores. — Añadió con una mirada cargada de un sentimiento completamente contrario a la de sus palabras, pero eso, solo ella lo noto.
Y dicho eso, el joven se dirigió ahora a Sage. — Patriarca, sí ya hemos terminado, ¿puedo retirarme? — pregunto sonriente esperando a su respuesta.
. — Si, adelante. — dijo simple Sage ante la conducta tan calma del chico, y no pudo evitar pensar que quizá era demasiado amable para su propio bien, eso, o su actitud escondía algo más.
Asintiendo, Mavis camino tranquilo fuera del coliseo, sin dirigir siquiera su vista ni una sola vez hacia atrás, bajo la atenta mirada de todos, incluyendo la de la chica que no perdió de vista ni un solo movimiento suyo hasta que esté desapareció del lugar.
. — Jovencita. — llamo el patriarca a la nueva integrante. — ¿Cómo te llamas?
La chica pareció meditarlo un momento, hasta que luego de unos segundos finalmente le respondió. — Deje mi nombre hace mucho, gran patriarca, pero pueden decirme Shi. — dijo amable mostrando un comportamiento más maduro al anterior.
Sage no quiso ahondar más en su respuesta, pensando en que probablemente tenía sus razones para decir eso. — Bien, Shi, comprenderás que lo que acabas de hacer recae en una gran falta, ¿cierto? — pregunto a lo que ella asintió. — Sin embargo, ya que acabas de ingresar, lo dejare pasar, pero solo esta vez, ¿de acuerdo?
. — Sí señor.
. — Bien, Dohko se encargará de explicarte todo con respeto al santuario y a tu deber a partir de ahora. — dijo mirando al caballero dorado a su lado quien acepto su encomienda, para luego mirar al resto de aspirantes en el coliseo.
. — Los combates han terminado, todos lo hicieron muy bien, por favor sigan esforzándose cada día para proteger la paz del mundo. — Exclamó finalizando así el evento de ese día, y dando la vuelta regreso con la diosa Athena a los templos, dejando a los demás continuar con sus actividades.
Mientras todos se retiraban Shiori opto por ir con el caballero de libra para que éste cumpliera su labor de terminar explicarle las reglas del santuario, esperando porque aquel chico fuese el único inconveniente por el que tuviese que preocuparse por ahora.
*
Para cuando la noche llego Shiori estaba en su cabaña con otras amazonas, las chicas eran amables y le dieron la bienvenida al grupo, luego de presentarse iniciaron a conversar sobre sus entrenamientos y los puntos a mejorar, de igual modo que hablaban de los combates de ese día, de cuan increíbles fueron y de los chicos que participaron.
. — ¿Viste pelear a ese chico, el niño pequeño y lindo de ojos lilas?, quien hubiera dicho que realmente era fuerte. — dijo una de ellas
. — Si, fue una verdadera sorpresa. — concordó su compañera. — Aunque creo que el que más impactado quedo fue Teseo. — bromeo haciendo reír a todas.
. — ¿Eso crees? — dijo Shiori uniéndose a su conversación. — A mí no me lo pareció. — menciono hablando obviamente de cómo lo lanzo de una patada.
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PARADOX
FanfictionLa paz en la tierra se ve amenazada una vez más, el tratado de paz entre Athena y Hades corre peligro de romperse, pero ¿por quién?, y aun más importante, como afectara esto a los integrantes de ambos bandos. Secuela de "Del odio al amor se necesit...