Capitulo 11

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El viento corría grácil y gélido haciendo aún más denso el silencio que por unos segundos reino en las dos figuras que yacían de pie una frente a la otra, donde la mayor de ellas contemplaba a su recién llegado acompañante con una suave sonrisa que era completamente visible sin su máscara al igual que los distintivos rasgos faciales de ésta, en especial sus cejas platinadas.

. — Debo darte crédito, sabes, esa táctica tuya realmente era buena. — elogió de repente recordando lo sucedido esa tarde. — Acercarte casualmente a tu objetivo sin levantar sospechas, usar tu habilidad natural para matarle sin que nadie se diera cuenta hasta que ya fuese demasiado tarde. Enserio, de no haber sido por que llegue a tiempo, sin duda, habrías tenido éxito.

El menor no le respondió solo afilo más su mirada al escuchar cómo le restregaba en cara el cómo arruino sus planes.

. — Y dime, ¿de quién fue la idea de infiltrarse? — cuestiono tranquila sin esperar realmente una respuesta. — Fue de ¿Asterión?, ¿Beros?, no, sus métodos son por mucho más salvajes, ¿tuya, quizás?, de ser así tendría sentido. — dijo bufando un poco más el menor no dijo nada.

. — Oh, por cierto, escuche que salvaste uno de los reclutas, ¿Teseo, cierto? — menciono amable. —¿Te agrada?, eso es bueno, aunque, al mismo tiempo es una cruel ironía, ¿no te parece?

. — ¿Que se supone que estás haciendo aquí, Shiori? — hablo por fin el menor ya harto de escucharla.

Por su lado, la mencionada, solo le sonrió con calma sin inmutarse por su expresión.

. — ¿No es obvio?, Vine a detenerlos.

. — Sí, me di cuenta cuando me golpeaste. — dijo sin cambiar su expresión. — Lo que quiero saber es ¿Cómo llegaste aquí?

. — Ah, eso. — Expreso entendiendo la pregunta. — Digamos que, la próxima vez que seas el último en entrar a un portal, te asegures de que nadie más te siga. — respondió sorprendiendo al menor, haciéndole contraer ligeramente su expresión ante su revelación, seguramente recriminándose por su descuido.

. — ¿Y? — dijo de repente llamando la atención de la pelinegra. — ¿Qué es lo que planeas exactamente? — pregunto volviendo a su anterior postura. — ¿Por qué no me delataste frente a todos en el coliseo?

Shiori guardo silencio un momento para luego responder con despreocupación.

. — Cuando te vi, supuse que tus hermanos estaban aquí también. Quise cerciorarme de eso primero antes de llevar las cosas más lejos, eso es todo. — dijo simple colocando su mano izquierda en su cintura.

. — Oh, ¿En serio? — dijo ahora siendo él quien sonreía. — No será que sabes que si me delatas yo también lo hare y eso puede perjudicarte de sobremanera. — respondió haciendo a la contraria borrar su sonrisa.

Había dado en el blanco.

. — Escucha, Mavis. — dijo ya sin sonreír. — Se lo que intentan hacer, y creerme cuando te digo que no es solo a mí a quien esto puede perjudicar, sino también a ustedes. — mencionó preocupada.

. — Oh, ¿ahora te preocupas por nosotros? — le recrimino.

. — Mavis. — llamo triste entendiendo su argumento.

. — Ni te molestes, Shiori. — le dijo arrugando un poco su entrecejo. — No tengo deseos de escuchar lo que alguien como tú, que les ha dado la espalda a los suyos, tenga que decir.

Shiori solo se limitó a bajar un poco su mirada, sintiéndose dolida por la rudeza de sus palabras. — Sé que tú y los demás sienten que los eh traicionado. Pero no es así, tan solo...escogí un camino diferente.

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