Te Odio Uckermann

Capitulo 14 🌟

CHRISTOPHER

El sol ya empezaba a iluminar la habitación
y esto me recordó que pronto tendríamos
que levantarnos. Dulce todavía dormía profundamente sobre mí pecho, fue realmente cómodo, y evité moverme para no despertarla.
Ella había logrado dormir fácilmente.Yo ni
había cerrado los ojos, el lado positivo es que pude observarla durante gran parte de la
noche. Mientras dormía, Dulce parecía un
ángel, estaba encogida y apenas se movía,
incluso pensé que estaba desmayada o muerta, pero luego me di cuenta de que su sueño era
muy pesado. La resaca me estaba matando. Y
a pesar de que tuve mucho tiempo para pensar
la noche anterior, todavía no podía entender cómo llegamos tan lejos con esto.

Hasta que subió al escenario y comenzó
a bailar, ni siquiera había considerado
quedarme con ella, incluso si Dulce se
hubiera metido en mis pensamientos desde
que la saqué de la piscina. Ella era la culpable después de todo, bailar así era un golpe bajo, ningún hombre se resistiría a esa provocación.
Y sí, ella se estaba burlando de mí, eso estaba claro. Pero fue demasiado rápido, no podía entender de dónde había venido tanto deseo entre los dos. Y por mucho que no quisiera admitirlo, todo eso me había sacudido por completo.

Ella...

Dulce María Saviñón. Todavía recordaba la primera vez que la vi, en una fiesta de los compañeros de mi padre. Todavía era una
niña pequeña con un vestido rosa y cara de
ángel, parecía tan inocente. Pero a pesar de
ser hermosa desde pequeña, siempre supe
que no debería de gustarme. Y la primera vez
que nos vimos, realmente no me gustó.

Descubrí en esta misma fiesta que como
ángel Dulce Saviñón, solo tenía su rostro,
no era más que una plaga, un demonio disfrazado. Realmente nunca logramos quedarnos en el mismo lugar sin discutir
y eso fue su culpa. Cuando era más pequeña, Dulce había comenzado con esa horrible implicación conmigo. Peleábamos por todo
y aveces eran por cosas estupidas. Y aparentemente todavía no se le paso lo insoportable, y solo empeoró con el tiempo.
Y conocer a Saviñón en mi instituto, después
de tantos años, no era algo que esperaba ni
que me hiciera feliz. Pero sin embargo, ella estaba allí ahora, desnuda y acostada sobre
mí después de pasar la noche juntos. Fue extraño, pero definitivamente fue la mejor experiencia que he tenido.

Todavía estaba pensando en lo que me había pasado para perder la cabeza de esa manera
y terminar teniendo relaciones sexuales con
una chica virgen insoportable que me odiaba,
por solo beber no me pasaría tanto, era algo
que nada más ella me causaba y todavía
no sabía lo que era, Cuando mi teléfono
comenzó a sonar. No me movía, mantenía
los ojos cerrados, sintiendo el perfume de
su cabello. Fue maravilloso estar así. Pero no estaba bien. Esto no debería haber sucedido. Hace unas horas estaba planeando algo contra
mí en el salón de baile, gracias a Poncho y su
falta de talento para mentir, no tarde mucho
en darme cuenta de que el plan contra el
director que ella lo había convencido de
hacer, en realidad estaba en mi contra.
Sí, afortunadamente conocía lo suficiente
a Dulce Saviñón como para saber que no
saldría barato la caída en la piscina...Ella
quería humillarme a mí y no a ella desnuda
sobre mí.

Dulce me odiaba, sin dudar, y no sabía
qué iba a pasar a partir de ahora.

Ella se movió un poco, suspirando
mientras deslizaba su mano por mi
vientre. La abracé para que no se diera la
vuelta y se cayera, y también porque sentí
una extraña necesidad de tocarla todo el
tiempo. Sentí que su cuerpo se contraía y
levantó la cabeza lentamente para mirarme.
Su pelo rojo estaba completamente
desordenado y tenía una cara soñolienta
que la hacía aún más hermosa. Di una
media sonrisa, sin querer. Dulce me miró
por unos segundos, tratando de entender lo
que había pasado y luego su mirada se
convertío en una mirada asustada.