Capitulo 11 🌟

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Christopher: Dulce?- dijo Christopher llamándome, del otro lado de la cabina del baño,abrí un poco la puerta de la cabina del
baño y asome la cabeza afuera. El tenía las
manos apoyadas en el lavabo–No te preocupes, no te espiaré–dijo y se rió nerviosamente.
Tal vez esta situación fue tan extraña para
él como para mi–Pero dime, qué tipo de
chica usa bragas de dibujos animados?

!Dios mio, por favor no!

Dulce: Estabas mirando mis bragas!?–
grité, mi cara cambió de color
inmediatamente. Ahora nada podría
empeorar–Eso es demasiado feo y de
mal gusto, Uckermann–dije seriamente enojada,pero para mi sorpresa oí una
breve risa ronca de el.

Christopher: Estaban en la maleta
con tu suéter, no me culpes por eso–se
defendió, y de repente se giró frente a mi, sonriendo. Obviamente solo podía ver mi
cara, pero todavía me sentía extraña. Muy extraña. Tuve la sensación de que ni siquiera
la agua estaba tan caliente como yo en ese momento. Y lo peor es que la razón de ese
calor tenía un nombre y apellido, Christopher Uckemannn. El me miró de una manera
que estaba empezando a creer que los
mismos pensamientos que cruzaban mi
cabeza también pasaban por la suya–
Cantas y bailas muy bien...

Dulce: T...tú también cantas muy bien–
dije con prisa y me reí nerviosamente.
Tenía miedo de que se diera cuenta de
que estaba bailando y cantando para el.
Solo recordando esa estupidez mía, tenía
ganas de suicidarme–Voy a terminar mi
baño...

Christopher: Ok...te estoy esperando
aquí afuera–dijo, yo estaba confundida
porque me cuidaba tanto–Te espero aquí
por si te ahogas o algo...

Me reí, luego el salió del baño.

Dulce: Maldita sea–murmuré, golpeando mi cabeza contra la pared-.

Estaba a punto de ahogarme en ese baño, ahogarme con tal voluntad reprimida,
porqué cuando el se acercó a mi, lo único
que podía pensar era que me encantaría
que me besara y... Dios mío, ¡Realmente
quiero besarlo!

Había estado caminando de vueltas y
vueltas en el baño durante más de 15
minutos. No entendía lo que me estaba
pasando. Era la bebida, sólo podía ser eso...
No podía querer besar a ese tipo, no podía. Después de todo, no nos hemos visto en
años, ya no era ese chico rubio implicado,
ahora era un hombre hecho, muy bien
hecho, pero no me podía gustar, era un Uckermann.

Me vestí con mi suéter azul y mis bragas
de Spiderman, me cepille mi pelo y luego
mis dientes.

Pasaron unos minutos y finalmente tuve
el valor de salir del baño...

Christopher estaba sentado en el suelo,
recargado en la pared, miró que
entre, y se quedó mirándome luego bajo
su mirada a mis piernas y luego me miró
otra vez a los ojos.

Christopher: Te sientes mejor?–me
preguntó y me di cuenta que se puso
nervioso, tal vez fue por el tamaño de
mi suéter.

Dulce: Sí—le dije–Bueno, yo...Me voy a
dormir...Buenas noches.

Sería mejor si me fuera. Tomé unos
pasos y me di cuenta de que Christopher
se levantó con prisa.

Christopher: Dulce?–me llamó y me
volteé para mirarlo–Te importa si hablamos
un poco?–preguntó, metió las manos en sus bolsillos y me miró con una sonrisa incierta
–Sólo si no tienes sueño.

Dulce: Quieres...? Hablar conmigo?–
arqueé mi ceja, realmente sorprendida.

Christopher: Si...–se encogió de hombros,
la sonrisa se convirtió en una cara hermosa
–No tengo nada mejor que hacer, entonces porqué no hablamos?–dijo en uno tono de aburrimiento. Que pesaba que yo estaba ahí
para quitarle su aburrimiento–.

Te Odio UckermannDonde viven las historias. Descúbrelo ahora