DULCE
Cuando llegue el viernes decidí que
aceptaría la invitación que Annie me
hizo toda la semana y así salir de esa
habitación rosa. Su idea sonaba ridícula,
porque incluía una reunión de parejas.
Fue ella, Poncho, yo, y a un niño quien no conocía. Sonaba como una mala idea, pero divertida. Por eso decidí que aceptaría la invitación.Maite creía que esto fue una mala idea,
dijo que ni siquiera conocía al chico, y
dijo que el tipo podría ser una bestia, pero
también había dicho que necesitaba divertirme
y olvidarme de mis problemas. Solo estaba siguiendo su consejo. Después de todo, no
tenía muchas opciones en esa escuela. Y
tampoco estaría atrapada en la habitación
porque no quería encontrarme con Christopher...No es que fuera por él que
me había aislado toda la semana, por
supuesto que no...Fue solo que no me
sentía bien. Aún no le había dirigido una
palabra a mi padre. Y eso fue lo que me
molestaba. Fue solo eso.Esta bien, tal vez no fue solo eso.
La verdad es que estaba confundida y
asustada por mis sentimientos. Tenía
miedo de enfrentarme a Christopher
después de todo, después de la noche
que pasamos juntos, nuestro beso en la biblioteca, mis ataques de celos y la forma
en que me consoló el lunes. El era un idiota,
no podía dejar que alguien me manejara así. Christopher Uckermann era un chico que le encantaba tener todo a sus pies, ya me lo
había demostrado varias veces...El problema
es que cuando el estaba cerca de mí, me
olvidé por completo de todo eso.Me estaba volviendo loca, estaba segura de
eso.El caso es que ya no podía mostrar debilidad cerca de él...No podía dejar que esa mirada
me afectara. Por eso lo evité como pude, quedándome en la habitación la mayor parte
del tiempo y no respondia a sus provocaciones
en clase. Si, porque seguía actuando como si
el último lunes no hubiera existido. Era muy típico de el, hacerme tan confundida por esos cambios constantes de comportamiento y aún
así fingir que no pasó nada.Como yo no podía actuar con naturalidad,
era más fácil fingir que el no existía. El
problema es que incluso ignorándolo,
seguía sintiendo algo temblando dentro
de mí cada vez que ese idiota se acercaba. Siempre estaba nerviosa, ansiosa y eso
me enojaba aún más.Pero ahora no importaba, estaba a punto
de conocer a alguien nuevo en esta cita, tal
vez el chico de mis sueños, y olvidaría de una
vez por todas esa pesadilla, ese Uckermann.Annie: Vamos Dul! - Anahí me agarro
de la mano corriendo por el césped a toda
velocidad–Voy a llegar tarde y Poncho puede pensar que estoy desinteresada y... Espera!–
de repente se detuvo, haciendo que nuestros cuerpos chocaran–Tal vez deberíamos de
esperar un poco.Dulce: Qué?–no entendía lo que estaba diciendo–Porqué quieres esperar, Annie?
Annie: Cuando mostramos más desinterés,
más se enamoran–sonrió de su propia
observación.No la entendí. Tal vez había olvidado mi
cerebro.Dulce: Perdón, quién se va a enamorar?–me froté los ojos, obligándome a despertar, estaba
un poco cansada.Annie: Los hombres, tonta–me agarró de
la mano, jalándome a un banco a nuestro lado. Nos sentamos allí, una frente a la otra–Esto
ha sido científicamente probado, los hombres aman más cuando son rechazados– explicó y
yo rodé los ojos en blanco.Dulce: Como si Poncho no supiera que estás muriendo por el...–murmuré, aburrida con
esa conversación–No puedo creer que haya aceptado esta travesura tuya, Annie...
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Te Odio Uckermann
RomanceEse era solo otro de los numerosos internados por los que ya había pasado, era solo otro del que sería expulsada. Lo que Dulce no esperaba es que, en la misma escuela, encontrara al hijo del mayor rival de su familia, y que, en consecuencia, se conv...