Capitulo 12 🌟

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DULCE

Dulce: No dijo en que problemas estabas,
solo dijo que estabas en un mal estado,
pasando por una fase difícil.

Me senté más cerca de él y sostuve su
enorme mano, jugando con sus dedos.
Mi voz salió aturdida y mi cuerpo estaba pesado,por lo nerviosa que estaba. Pero
no me importaba.

Dulce: No es que me importe, pero...
Quieres hablar de ello?

Christopher me miró a los ojos, sin
entender ese gesto cariñoso mío de
agarrarle la manó.

Christopher: La bebida para ti es buena, sabes?–dijo y me reí de acuerdo con el,
tome la botella y tome varios tragos largos–
Cuando quiera hablar contigo tomaré
una botella de tequila. En serio, no es que
me guste la compañía de una chica borracha,
pero tú...No puedes negar que eres un poco
más soportable cuando estás siendo amable
y dócil.

Dulce: No me importa si no soy amable
o dócil–dije, más borracha que antes–
Tengo una personalidad fuerte o un mal
genio como tú dijiste. Y a veces no mido
mis acciones, es cierto, así que es difícil de gustarme. Pero...beber me hace más abierta
a nuevas experiencias, cosas que no suelo
hacer–sonreí, mientras el me veía decir
muchas tonterías como una idiota–Como, hablando civilmente con un Uckermann.

Christopher: Sabes? No pienso tan mal
de ti como tú piensas de mí.

Dulce: Ah si, y qué piensas de mí?–arqueé
mi ceja, bebiendo un poco más, todavía con
los ojos fijos en los suyos–.

La botella ya había terminado, al igual
que mi cordura.

Christopher: Se que no dejas que casi
nadie se acerque a ti, juegas dura e insensible, pero creo que eres todo lo contrario de lo
que muestras–dijo como si hubiera estado leyendo algo en mis ojos, parpadeé, tratando
de sacarlo de mi cabeza–Siempre escondes
lo que sientes, pero siento decepcionarte
Señorita Saviñón, creo que tienes
sentimientos.

No lo dije, pero la bebida también era
buena para él. Christopher se parecía a
otra persona, era más ligero y tenía esa
hermosa sonrisa en sus labios mientras
me miraba fijamente. A diferencia del
ogro del otro día. Nunca consideré hablar
con él, pero realmente estaba disfrutando nuestra charla.

Dulce: Estas cambiando de tema–le dije
y de repente se puso serio, puso su cabeza
hacia atrás en el sofá, con sus labios en línea recta–No tienes que hablar de tus problemas,
si no quieres...

Christopher: Es qué...Alguna vez has
perdido a alguien importante?–preguntó, mirándome a los ojos. Estaba triste y me conmovió–Alguien que a estado contigo
toda tú vida?

Dulce: Perdí a mi madre hace siete años...
–dije, con mí voz fallando y respiré
hondo–.

Esta conversación no la tomé con nadie.
Estaba prohibida hablar de de ello y lo
preferí de esa manera. Siempre he sido
buena en no hablar de mi madre, olvidarla
para no sufrir. Pero no todo se puede
olvidar, siempre hay excepciones, personas irremplazables e inolvidables. Mi madre, obviamente, era una de esas.

Dulce: Era muy joven, era muy difícil
para mí.

Christopher: Mi abuelo materno
falleció la semana pasada, pero no pude despedirme, porque estaba demasiado
ocupado divirtiéndome en Londres.

No podía dejar de mirar su cara, no
entendía por qué me dolía tanto verlo
triste. Tal vez fue porque me identifiqué
con la fase por la que el estaba pasando.

Te Odio UckermannDonde viven las historias. Descúbrelo ahora