| Residencia Cullen |

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Emeraude se encontraba en la última clase del día que compartía con Edward, tan solo faltaban unos eternos 15 minutos para que finalizara y ella pudiera irse en paz a casa

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Emeraude se encontraba en la última clase del día que compartía con Edward, tan solo faltaban unos eternos 15 minutos para que finalizara y ella pudiera irse en paz a casa.

-Guarda ese teléfono, Mera. -le advirtió el cobrizo susurrándole al oído cuando la vio sacar el susodicho móvil.

-El profesor ni siquiera está prestando atención, Ed. -dijo soltando una risa tonta mientras respondía leía los mensajes que enviaban sus primos en el chat familiar que tenían. -Además, si sabes disimular muy bien, no te descubren y presta atención a lo que dice el profesor por mí, ¿sí? Me harías un gran favor con eso.

-¿Puedo saber con quién te estás mensajeando? -quiso saber, pues decidió respetar la privacidad de ella y no se fijó en los mensajes. -¿Es algún novio?

- Ni madres, ¿acaso eres una vieja chismosa, Eddie? -se burló.

-No me digas Eddie, te acepto que me digas Ed o Eduardo y no soy ningún chismoso, solo me dio curiosidad.

-Y la curiosidad mató al gato.

-Pero murió sabiendo. -le debatió de vuelta sonriendo triunfante cuando ella rodó los ojos.

-Touché. Solo son mis primos, tenemos un chat grupal y uno de ellos acaba de escribir que si va a poder ir a una fiesta que celebramos en Salina Cruz y esa es de las fiestas que todos esperamos con muchas ansías en todo el año. -sonrió feliz mientras guardaba su teléfono celular en la mochila.

-Muy bien, jóvenes. -habló el profesor llamando la atención de todos los estudiantes para que le prestaran atención. -Para la siguiente semana vamos a empezar con exposiciones en parejas y todos van a trabajar con quien compartan mesa en esta clase. -recalcó cuando vio a algunos de los jóvenes hacer planes con quiénes ellos querían, solo Emeraude y Edward estaban tranquilos. -Sin excepción alguna, señor Newton, muy bien, procederé a decir el orden y los temas para exponer.

Y les tocó la mala suerte de ser el primer equipo en exponer, a pesar de ser de los que se sientan en medio. El timbre sonó cuando ya habían guardado sus cosas dentro de sus mochilas y esperaron a que ya no hubiera gente amontonada en la puerta del salón para poder salir.

-¿Tienes algo que hacer hoy? -preguntó el cobrizo. -Para que empecemos de una vez con la exposición, puedes ir a la casa o yo puedo ir a la tuya.

-Vaya, no te creía tan aventado, Ed. -bromeó ella. -Pues me gustaría conocer su casa, ustedes ya conocen la mía.

Sin darse cuenta, ya estaban en el estacionamiento frente a sus respectivos autos.

-¡Emi! -exclamó Alice muy feliz. -Me alegra que vayas a conocer la casa, Esme y Val se van a emocionar.

-¿Y a ti quién te dijo que iré a su casa? -preguntó confundida y divertida al mismo tiempo.

-Tengo un sexto sentido.

Spark | carlisle cullenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora