Emeraude Maliachi ha vivido la mitad de su vida en su país natal, México y la otra mitad en Los Ángeles, pero se ve obligado a mudarse a Forks debido a que su madre decide casarse con el sheriff de dicho pueblo. Todo sin saber que se adentraría a un...
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Y después de siete meses desde que las Maliachi se fueron a vivir a Forks, veían por primera vez el sol en aquel lluvioso pueblo.
Una buena forma de terminar la semana, porque no era muy común los días soleados en el pueblo. Aquellos extraños días eran muy bien recibidos por todos los habitantes, quienes estaban acostumbrados a los días húmedos y fríos, así que todos aprovecharon ese día para realizar sus actividades bajo el brillante y caluroso sol. Tal como lo están haciendo los estudiantes de la preparatoria Forks, ya que sin siquiera pensarlo, decidieron dejar a un lado la cafetería y disfrutar su hora del almuerzo en el patio exterior.
Algunas jovencitas vestían blusas de tirantes o pantalones cortos y exponían su piel ante el contacto del sol, en el caso de Emeraude, ella vestía un sencillo vestido de tirantes y debajo de éste una blusa blanca. La mexicana disfrutaba del sol con una sonrisa, hasta había sacado los lentes que había guardado en una de sus cajoneras desde que llegó.
Los Cullen no habían asistido ese día y ella sabía el por qué, aunque no ni idea de qué era lo que ocurría cuando ellos se exponen ante el sol y esa misma mañana, Alice le había enviado un mensaje avisándole sobre su inasistencia.
-No está aquí. -la voz de Jessica sacó a la Maliachi de sus pensamientos. -Cuando hay un buen clima como el de hoy, los Cullen desaparecen.
Ahora entendía la pregunta muda a esa respuesta. Al parecer no era la única que había notado a Bella Swan buscar con la mirada a los misteriosos hermanos en casi toda la hora del almuerzo. A decir verdad, lo ha estado haciendo mucho durante los últimos días, como si con solo observarlos ella esperaba descubrir todos sus secretos, en especial a Edward.
-¿No vienen a clases? -preguntó la Swan extrañada. -¿Faltan porque sí?
-No, el doctor Cullen, su hermana y la esposa de ella los llevan a acampar. -respondió echando su cabeza para atrás para seguir disfrutando del cálido sol. -Una vez lo intenté con mis padres y no funcionó.
-En México es normal faltar a clases por lluvia. -confesó Emeraude y la Stanley se le quedó viendo extrañada. -En serio, en una de esas yo estaba en la primaria y apenas era la primera semana de clases, habían cancelado las clases en toda la ciudad porque estaba lloviendo fuerte y algunas calles se habían inundado.
-¿Qué? -bufó Jessica divertida.
-¡Chicas! -Ángela llegó muy sonriente y tomó asiento a lado de Emeraude. -Voy a ir al baile con Eric, ¡y dijo que sí! -chilló emocionada para abrazar a la mexicana, quien le regresó el abrazo con la misma emoción. -Seguí sus consejos y decidí tomar el control, simplemente lo invité al baile y aceptó. Muchas gracias por sus palabras.
-¡Eso es genial! -chilló con una enorme sonrisa. -Te dijimos que podías, solo es cosa de ser valientes. Me siento muy feliz por ti.
-Gracias, ¿en serio tienen que salir de la ciudad? -preguntó ahora algo desanimada, pues a ella le hubiera gustado que sus dos amigas asistieran al baile.
