Me despierto y encuentro que las niñas y yo somos un enredo de brazos y piernas. Emma tiene el brazo bajo mi cuello pero lo curioso es que me está dando la espalda. Belle en cambio está enlazada en mi pierna y su pie está enredado en mi cabello. Es una imagen bastante rara pero no puedo evitar sonreír. Son poco mas de las seis y debo prepararlas para el colegio y yo para ir al trabajo. Salgo como puedo de todo ese laberinto de miembros y cabellos directo al baño y suspiro antes de disponerme a levantarlas. Nunca son especialmente amables en las mañanas cuando toca ir al colegio. Empiezo por Belle que le gusta que le susurren y le hagan cariños en la espalda cuando se le despierta. Su hermana en cambio dice que ya no es una bebé pero le gusta que le digan cosas especiales y sé que se hace la dormida cuando les doy un beso de buenas noches.
-Belle, peque es hora de levantarse- susurro cerca de su oído mientras paso la mano con lentitud por su espalda. Gime, se gira apartándose de mi voz y dándome un manotazo en el camino. Excelente para terminar de despertarme.
-Emma, futura modelo de pasarela, actriz de cine que destituirá a Selena Gómez, hora de ir al cole.
-Selena Gómez no es competencia para mí.- ah, que tiene el ego bien alto la nena.
-Venga ya, no sean pesadas. Arriba.- refunfuñando se ponen de pie. Baño, dientes, uniformes, guerra de patadas, llanto, abrazos, risas. Así comienzan mis días cuando están aquí. -¿qué quieren llevar para merendar?
-Galletas!
-Manzana. No puedo estar gorda. Faltan dos semanas para el fin de curso.- apunta la drama Queen en tono obvio y Belle se ríe. Se supone que el trabajo de una madre. Bien sea postiza o no. Es que sus retoños se sientan bien con lo que son y lo que tienen. Incluso yo lo se pero ella ni se entera.
-Así te comas un elefante estarás divina.- sonrío.
-Lo se, Regina pero es mejor prevenir. Mi cereal con leche descremada, por favor- a sus once años temo por el pobre hombre que vaya a ser su novio.
Desayunamos entre risas, chistes de Belle y consejos de Emma para poner la mejor expresión de fastidio ante la clase de ajedrez.
-Tengan un lindo día.- digo melosa para molestarlas mientras estaciono el auto en la linea de espera frente al colegio.
-Gracias, Regina.- Belle me lanza un beso desde la parte de atrás y azota la puerta mientras se dispara a reunirse con la ola de niños demasiado enérgicos para ser las siete de la mañana. Emma se queda en el auto, observándome detenidamente.
-¿Qué sucede?- los ojos se me salen de las órbitas cuando aparta la mirada y se ruboriza. ¿Emma apenada? ¡Esto si es novedad! ¿En qué momento me la cambiaron?
-Tengo que hablar contigo luego del cole ¿si?- trago. Las veces que ha pedido hacer eso he terminado con alguna petición estilo carta de navidad.
-Está bien- sonríe y sale del auto dejándome curiosa pero tengo el tiempo justo para llegar. Paso el día de junta en junta, de revisión en revisión, de teléfono en teléfono y huyendo del camino de mi jefe ya que al parecer se rumora en los pasillos que su romance se ha acabado. A las 4 llamo a casa, el transporte ha dejado a las niñas y están haciendo sus deberes mientras Violet las vigila. Mi novio me deja una nota de voz con el ruido del mar por unos minutos y después dice "si estuvieras aquí seria perfecto" que me deja con una sonrisa tonta todo el día. Lo llamo, le cuento que hemos estado haciendo sus mujeres en su ausencia y reímos.
Llego a casa a las siete completamente agotada y Violet se escapa antes de que pueda darme cuenta. Reparto besos rápidos a las niñas que están viendo TV y me voy directa a preparar la bañera. Se habrán dado cuenta que cuando llego a casa, necesito, pero es que necesito de verdad, darme una ducha para borrar todo el ruido del trabajo, la gente que entra a mi oficina con problemas, las llamadas que suenan a grito, las llamadas que son gritos, las impaciencias, los amores de mi jefe y todo lo que se pueda presentar. Después de mi baño soy otra persona. Robin lo sabe, sabe que necesito mi tiempo de relajación absoluta después del trabajo y me deja tranquila, pero sus hijas no y Belle aparece en el baño mientras me quito la ropa.
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La novia de Papá
FanfictionRegina núnca imaginó una vida con niños hasta que se enamoró de Robin de Locksley, un encantador hombre, divorciado y padre de dos niñas insoportablemente adorables y llenas de hormonas, Emma y Belle. Una divertida historia con tanto amor familiar...