Aclaro que la Cora de este fanfiction es la Cora que conocimos en el inframundo, la que ama a su hija inmensamente <3------------------------------------------------------------&------------------------------------------------------------
-¿Quieres mas galletas, Belle?
-Si abuela Cora, por favor...- mi madre sonríe ante la mención del "abuela" y prácticamente salta hacia la cocina en busca de mas botanas. Supongo que lo tenían todo calculado, que ella y papá llevaban algunas semanas esperando éste momento y que ya era hora de que las niñas los conocieran así que Robin se ha adelantado a todo y ha llegado el viernes del trabajo ordenando preparar una maleta pequeña para pasar dos días casa de mis padres. Y aquí estamos Emma, Belle, Robin y yo en casa de mis progenitores, que han adoptado felices y sobre todo, con naturalidad, a estas dos nietas sobrevenidas. Estamos merendando. Debo explicar que como con sus únicos dos nietos, mi madre ya tiene claro que a Emma le gusta el pastel de chocolate y a Belle las galletas, las galletas y... las galletas y eso preparan juntos en la cocina y comen, mimadas como nietas biológicas, mientras a mí, la hija biológica me ofrece un mísero té y hablamos de todo y de nada. Una conversación tranquila hasta que Emma me ve tranquila y busca cualquier momento para molestarme.
-Abuela Cora, cuéntenos cosas vergonzosas de Regina.
-Si ¿Qué travesuras hacia mi novia?- me guiña el ojo el padre de las niñas mientras lo miro mal. Gracias, mi amor, por empujarme a la hoguera... Mi madre sonríe con ternura hacia mi mientras le ruego de manera telepática que cuide lo que va a decir.
-A ver, después de tantos años no recuerdo muchas de las cosas que hacían ella y Graham.
-Vamos abue, si recuerdas.- apura la mayor.
-Una vez estábamos en el matrimonio de unos amigos y...- oh no ¡mamá! -...Regina y su hermano no dejaban de hablar. Cuando el padre dijo que los novios podían besarse y los presentes aplaudieron ellos seguían hablando. Hubo un momento que todo mundo hizo silencio y solo se escucho la voz de Regina diciendo "Graham que no, que los extraterrestres no tienen pipi."- Me cubro el rostro con las manos mientras los tres Locksley en la sala se retuercen de risa hasta las lagrimas.
-No lo creo.- jadea Robin, faltandole el aire por la carcajada. Gracias, mi amor, gracias por burlarte... sabes que aun así te amo.-Amor, nunca me contaste eso.
-Las personas tendemos a olvidar lo que nos avergüenza, cielo- le digo escupiendo sarcasmo en mi ultima palabra y él me lanza un beso.
-¿Qué más, abuelo Henry?- se une Belle a la petición de cuentos embarazosos y corroboro que como siempre son 3 Locksley contra la Mills.
-Un día fuimos a hacer las comprar y había un hombre muy gordo frente nosotros en la caja para pagar. Tenias como 4 años cielo y me tiraste del pantalón para preguntarme a todo pulmón si estaba embarazado.
-¡Papá!- lo reprendo pero es inútil. Soy una vez mas el panda de entretenimiento de todos.
-Oh por dios- se tapa la cara Emma. Mi madre para suavizar la vergüenza en mi cara decide cambiar de tema.
-Supe que conocieron a sus primos Merida y Gedeone.
-No son nuestros primos. Son los sobrinos de Regina, que es nuestra madrastra- Emma se coloca en modo hijastra sufrida y niega todo parentesco con mis sobrinos. A los que semanas atrás adoraba. Me da pereza discutir con ella y veo que mi madre se preocupa así que opto por un enfrentamiento directo.
-Emma, ¿te avergüenzas de que sea tu madrastra?
-Qué va, Regina. No te alarmes. Si yo tuviera que calificarte como madrastra, diría que progresas adecuadamente.
-Yo certifico eso, así creas que los extraterrestres no tienen pipi- secunda Belle y yo me parto con esta familia de humoristas.
...
Llega el 10 de Octubre, y si se preguntan porque menciono la fecha exacta es... Porque es mi cumpleaños. Mi primer cumpleaños junto a Robin. Junto a las niñas y tengo miedo de abrir los ojos. Los he escuchado cuchichear por toda la casa, entrando y saliendo de la habitación, riendo quedito y tratando de no hacer ruido. Lo primero que veo al abrir los ojos es que tengo la cama empapelada de dibujos. Gatos y gatitos, pájaros, un par de perros, coronas, por supuesto, y hasta un dinosaurio. Y en cada uno de ellos, dedicatorias
"Besos, besos y besos", dicen los de Belle.
"Yo te quiero" afirman rotundos los de Emma. ¿Y su padre? ¿Y mi novio? Parado en la puerta con un ramo de flores, una caja envuelta en papel de regalo rojo bajo su brazo, en pijama y con esa sonrisa de hoyuelos que me derrite.
-¿Cómo amanece la cumpleañera?- se acerca. Me entrega las flores, me besa y no puedo ser mas feliz. -Feliz cumpleaños, mi amor.- murmura en mis labios y me enrosco en su cuello.
-¡Gracias!
-Te amo.
-¡Yo mas!
-Tenemos un problema entonces.- dice serio.
-¿Por qué?
-Porque no se puede amar más de lo que yo te amo.- ¡Que me lo como! Luego de compartir una sesión de besos, miro la caja a su lado como niña pequeña en navidad. Expectante, emocionada. -Espero te guste.- sonríe y no espero demasiado para rasgar el papel y descubrir... Un juego de ollas. Algo pensado justo para mí. Y sé que es un regalo. Y que no se debe despreciar ni criticar ni mucho menos pero... ¿En serio me da un juego de ollas? ¿A mi? ¿La persona menos amante de la cocina?
-Muchas gracias, mi amor. Es super práctico para la casa. Te lo agradezco.- Juro solemnemente que no soy de esas mujeres que pasan por delante de una tienda con sus parejas y señalan alguna prenda que les gusta, mueven las pestañas y confiando en la distraída mente de sus novios, esposos o amantes salen convencidas de que han entendido el punto y que es lo que desean de regalo. Soy mas de una petición directa y he estado diciéndole a mi hombre que deseo volver por lo menos un fin de semana para ver nuestra isla en invierno. Juro también que no cocino. Juro que él lo sabe. Juro que no lo odio porque no me importa. Juro que... mi novio es un gran actor. Tras la puerta, Emma y Belle esperan agazapadas a que termine nuestro silencio incomodo y entran arrastrando una maleta nueva.
-¡Ábrela Regina! ¡Ábrela!.- piden las dos y mi novio no puede dejar de sonreír. En la maleta, dos billetes, un mapa, un itinerario y... bañadores, unas sandalias playeras y un sombrero de ala ancha que me gusta, me gusta mucho. Que... Me lo como a besos.
-¿Crees que no te conozco?- dice feliz.
-Regina...-interrumpe Emma -¿sabes que Belle y yo los acompañamos ese fin de semana de vacaciones?- Pero ya conozco éste trío de graciosos, y contesto tranquila y sarcástica como me han enseñado.
-Las ganas, bonita.
-Eso sí, pero te quiero.- Y me estampa su enésimo dibujo en la cara y luego me abraza -Aunque estás mayor- sigue, incapaz de quedarse callada. Y le tapo la boca, y Belle se une al abrazo, y Robin nos mira enamorado.
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La novia de Papá
ФанфикRegina núnca imaginó una vida con niños hasta que se enamoró de Robin de Locksley, un encantador hombre, divorciado y padre de dos niñas insoportablemente adorables y llenas de hormonas, Emma y Belle. Una divertida historia con tanto amor familiar...