Regina núnca imaginó una vida con niños hasta que se enamoró de Robin de Locksley, un encantador hombre, divorciado y padre de dos niñas insoportablemente adorables y llenas de hormonas, Emma y Belle.
Una divertida historia con tanto amor familiar...
Me ducho corriendo y salgo de casa feliz. Esta noche ceno con Graham, mi encantador y único hermano que ha venido a la ciudad solo para corroborar que si estoy embarazada y poder burlarse personalmente de lo que él afirma es mi independencia perdida. Hacemos estas escapadas de vez en cuando, cuando tenemos un tiempito libre y él puede viajar desde California. Hemos quedado cerca de casa, porque he trabajado hasta tarde y necesitaba mi ducha para eliminar el ruido del día y el cansancio.
-¡Así que, por fin me harás tío!- dice con efusividad demasiado sobre actuada y le ruedo los ojos -Te me creciste, pequeña.- suaviza el tono, más protector, más paternal, más como Graham.
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-Solo me llevas año y medio, exagerado.
-Pues si, pero siempre seras la pequeña de la casa.
-Jmm- no digo nada mas, ya que estoy sintiendo las lagrimas empezar a picar detrás de mis ojos. Hormonas...
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-¿Y? ¿No me has dicho que sientes? ¿Que esperas? ¿Que piensas?
-Pienso que no se absolutamente nada de como criar un bebé. ¿Cómo se supone que voy a hablar con él si soy una aburrida? ¿Cómo le voy a decir monerías o a hablarle en ese idioma raro que le hablan a los bebes? ¿O saber porqué llora? o... O si tiene hambre... Me va a odiar, Graham. Va a querer más a la niñera que a mi.- mis preocupaciones le hacen gracia, pero niega con la cabeza y toma mi mano por encima de la mesa.
-Tranquila, todos cuando somos primerizos tenemos el mismo miedo, Regina. Juraba que Merida me odiaba porque cada que la cargaba lloraba, y sabes que es verdad. Cuando crecen te odian al primer "no" que le dices y mas cuando son adolescentes. Ser padres es una montaña rusa de emociones y tu vas a ser una madre magnifica.
-¿Cómo lo sabes?
-Porque sabes querer. Solo hace falta ver esos ojitos ilusionados que tienes para saberlo- ese comentario me hace sonreír y no insisto. Mi hermano es cursi de nacimiento, no dice las cosas por decir y yo simplemente le creo. Pero él no quiere dejar dudas -Ademas, mira lo que has hecho con las niñas. Comen en tu mano.
