Romance | Kookv

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Taehyung no sabía qué hacer con sus manos, estaba demasiado nervioso. Jungkook había venido a su casa con el almuerzo y una brillante sonrisa. Le estaba contando un poco de cómo los fans habían reaccionado a su canción y que deseaban tener más presentaciones.

No le había contado que tomaría algunas sesiones con un profesional. Esa era la razón de su nerviosismo y no sabía por qué. Bueno, probablemente porque no quería que le viera raro, o que le mostrara una mirada de miedo. Después de todo, él había sufrido de eso con Jimin, cuando le pidió si debían tomar algunas lesiones de confianza.

Claramente no había funcionado. ¿Esto se había convertido en una especie de fobia?

Tomó un respiro y espero a que Jungkook viniera del baño para poder decirle todo. Sabía que él sí lo iba a escuchar, él sí.

-Dime príncipe, ¿Qué jabón usas? -preguntó el pelinegro cerrando la puerta del baño. Taehyung volteó al escuchar su voz y sonrió. -El olor es de menta, pero un menta especial, ¿sabes? huele muy bien.

-Tengo un paquete guardado. Puedo darte uno si quieres. -comentó con gracia, siguiendo con la mirada a Jungkook que sonreía mientras se sentaba a su lado en el gran sillón.

Jungkook asintió y cogió un sushi con los palillos, Taehyung no sabía por qué pero abrió un poco la boca, con nervios.

El mayor se sorprendió un poco pero luego soltó una risa, antes de introducir con cuidado el sushi dentro de su boca. Las mejillas de Taehyung se colorearon de un rojo intenso y masticó con cuidado. Jungkook estaba muy feliz, agradecía a todo el mundo por esa repentina acción.

El silencio era algo incómodo, pero Jungkook no dudó en darle otro sushi para poder calmar esos nervios, el castaño abrió su boca con cuidado y masticó de nuevo.

-Mmh, aquí tienes un poco. -Jungkook señaló con su dedo a la comisura del labio del chico. Cogió un pañuelo que tenía al costado del plato con sushi y pensó. ¿Realmente quería hacer eso? No.

Tocó con la yema de su dedo índice, captando la atención de Taehyung y limpió lo poco que había en la comisura. El cantante menor pasó saliva y lo miró.

-Listo. -exclamó Jungkook. Taehyung asintió y no encontró mejor momento que este para poder comentarle a su amigo sobre sus sesiones.

-Kook. -le llamó.

-Dime príncipe. -Taehyung realmente comenzaba a amar ese apodo.

Tenía que dejar de tener miedo y dejar de dudar de las personas que van a estar ahí siempre contigo, eso le había dicho Sana. Dejar de tener miedo, dejar el miedo.

-Empezaré a tomar unas sesiones con un profesional. Se llama, bueno ya-me-olvidé-el-nombre pero, me ayudará conmigo y-y ya lo sabes, quería comentártelo porque, -¿Por qué? Taehyung suspiró, porque lo tenía a él y confiaba plenamente en él. Él no lo iba a dejar en ningún momento. -porque confío en ti y te tengo. -le dijo.

Jungkook sintió su pecho calentarse de orgullo y cogió una de las mejillas de su príncipe para acariciarlo con cuidado.

-Oh, príncipe, puedo acompañarte, hablaré con Nayeon noona para poder no interferir en unas presentaciones, ¿sí? -le habló con calma.

-Sí, lamento que haya sido algo espontáneo, yo-yo tampoco lo-

Jungkook le interrumpió abrazándole. -No te preocupes príncipe, si necesitas que me quede esperándote una hora, dos, tres, hasta diez mil está bien, yo lo haré.

Taehyung se sintió muy seguro ahí entre sus brazos. Su celular vibraba ahí al lado, con más de diez llamadas desviadas, y mensajes incontables.

Tae, te llamaré, ¿sí?