25- Lo que de verdad me hace falta es el penco de mi hermano

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En serio, ¿no hay otra peli que pueda ir a ver con Ashley? Porque mira que en la cartelera había un montón de pelis. Pero, a parte de estar en la misma que nosotros, se han sentado delante nuestra.

''Utiliza tu parte de mujer y piensa el por qué habrán escogido esta peli.''

''-Está claro, miniyo. Ashley quiere aprovecharse y estar pegadita a él.''

''¡Pero si tú piensas!''

''-¡Cállate! La peli va a empezar.''

Los anuncios de antes de la película tuvimos que soportarlos todos, y digo todos los de la sala, escuchando a Ashley hablar sobre uñas y tintes. ¡¿Pero tú no callas nunca?!

*****

A la película le quedarán quince minutos como mucho y yo ya no soporto más. Estoy cagada de miedo y creo que Ash va a salir con un brazo menos y Luke una mano menos, pero de lo fuerte que los estoy apretando.

Ashley cada dos por tres está pegando gritos y eso hace que yo también los dé. Está escondida en el cuello de Cameron, pero yo estoy mejor. ¿Hay algo mejor que estar en una peli de miedo con dos gemelos buenorros? No cr... Bueno sí, estar con toda la sala llena de buenorros.

Otro susto, otro grito, otro apretón al brazo y a la mano. Estoy asustadísima, y lo peor va a ser dormir sola esta noche. Espero poder dormir, no me gusta nada esta peli, y eso que la elegí yo.

Quince minutos más tarde salimos de la sala y yo voy agarrada a Luke como si la vida me fuese en ello. Cada esquina me da un miedo terrible,pero ellos se ríen de mi. Se podrían reír de su prima la bizca.

Salimos al aparcamiento y nos quedamos un rato en el capó del coche apoyados, pero por mi. Necesito respirar aire tranquilamente a ver si así me relajo.
Cameron y Ashley vienen por donde nosotros hemos venido y veo que paran dos coches más allá del de los gemelos. Desde aquí podemos escuchar la conversación que tienen y, como gran cotillas, ponemos atención.

-Venga Cam -dice ella colgándose de su cuello.-Podemos ir a tu casa ahora un rato y no pasará nada.

-He dicho que no Ashley -dice Cam mientras se la quita del cuello.-Ni siquiera sé por qué te he llamado.

-¿Cómo? -dice ella incrédula.-

-Iba a venir con otra chica -dice él mirándome, aunque los gemelos no se dan cuenta.-Aunque ella me ha dejado para ir con otro.

-Osea, que soy el segundo plato -dice ella indignada.-

-Se puede decir que sí -dice él encogiéndose de hombros.-

-Vete a la mierda Cameron -dice ella abofeteándole.-

-Créeme -dice él sobándose la mejilla.-Esto ha dolido menos que el que ella me haya dejado por otro.

-Llévame a mi casa -dice ella subiéndose al coche de Cam.-

Cameron se sube a su coche y tanto los gemelos como yo nos quedamos flipando. ¿Qué cojones acaba de ocurrir aquí? ¿Me estaba diciendo eso a mi de forma no muy directa?

''Habrá que ponerte celo en los ojos para que no se te cierren y veas todo con claridad.''

Paso del comentario de miniyo y me monto en el coche junto a los dos tontos. Sin arrancar empiezan a pelearse sobre dónde ir ahora, pero la verdad es que yo tengo la mente en otra parte ahora mismo.

''Cameron.''

''-Calla, estoy pensando.''

''En Cameron.''

-¿Podéis llevarme a casa? -pregunto al acordarme de algo importante.-

-¿Por qué? -pregunta Luke haciendo pucheros.-Vamos a ir a la bolera.

-Por favor -contesto.-Necesito volver urgentemente.

-¿Qué ocurre? -preguta Ash.-

-Cosas de mujer -murmuro.-

-¿El qué? -dicen los dos a la vez.-

-Joder -digo exasperada.-Que me tengo que cambiar la compresa. ¿Contentos?

Los chicos hacen un sonido de disgusto y empiezan a quejarse el camino a mi casa de que no les hacía falta saber eso. ¿Entonces para que han preguntado? Os juro que no entiendo a estos dos.

Veinte minutos más tarde llegamos a mi casa y me bajo dándole las gracias a los chicos por esta tarde. La verdad es que ha estado genial todo, omitiendo la parte de Cam.

Entro en mi casa y veo a mamá en la cocina sacando algo del horno. Olisqueo y me doy cuenta de que ha hecho brownies. Eso solo significa una cosa, que ella está igual que yo. Cuando mamá se pone mala le da por cocinar dulces. Después, cuando terminamos con San Andrés, tenemos que hacer ejercicio. Cuatro o cinco días de dulces es una bomba calorífica mortal.

-¿Qué tal, cariño? -pregunta en cuanto me ve.-

-Me duele un poco la barriga -digo sentándome en el taburete de la cocina.-¿Brownies?

-Si -dice poniéndolos sobre la mesa.-Esta vez les he echado nueces, para que tengan algo más de sabor.

-Delicioso -digo relamiéndome los labios.-

-Cuando se enfríen podrás probarlos -dice riendo.-

Asiento con la cabeza y subo hasta mi habitación para cambiarme y ponerme algo más comodo que las mallas, como los pantalones de chándal de mi hermano. Cojo los pantalones, una camiseta vieja mía con agujeros y las zapatillas.

Entro al cuarto de baño y me cambio en un tiempo récord, me hago una coleta y me quito el pintauñas de las uñas de las manos, la verdad es que ya está un poco destrozado. Voy a empezar a pintarme la uñas cuando pegan en la puerta de casa y me llama mi madre para que vaya a abrir.

Bajo las escaleras de dos en dos y voy hacia la puerta principal. Al abrir la sorpresa se ve claramente en mis ojos y me lo quedo mirando durante un rato como una tonta.

-¿Hola? -le pregunto a Cam.-

-¿Podemos hablar, _____? -pregunta mirando al suelo.-

-Claro -digo echándome a un lado.-Pasa.

-Gracias -dice sin mirarme.-

Entramos y, antes de subir a mi cuarto, mi madre saluda a Cam con un beso en la mejilla y ofreciéndole galletas de las que ella hace. ¿Ha hecho galletas y no me ha dicho nada? Cojo cuatro galletas y, ignorando los gritos de mi madre, le digo a Cam que suba conmigo a mi cuarto.

Entramos y él se queda mirándolo todo por todas partes. Es la primera vez que entra en mi habitación, aunque no hay mucho que ver. Empieza a repasar todas las fotos que tengo por allí y se queda mirando una mía.

-Esa foto me la hice hace tres meses en la playa -digo mirándola.-

-¿En qué playa? -pregunta sin mirarme.-

-Fue en una de España -digo recordando el viaje.-Mis padres, mi hermano y yo nos fuimos de vacaciones a Cádiz.

-¿Tu hermano? -pregunta mirándome.-

-Si -digo frunciendo el ceño.-¿Nunca te he hablado de él?

-No -murmura.-

Cojo una foto que está en una de mis mesitas de noche y se la enseño. Señalo a mi hermano y una sonrisa melancólica se instala en mi rostro. La verdad es que lo echo muchísimo de menos.

-¿Y dónde está? -pregunta dejando la foto.-

-En Ontario -digo suspirando.-Se fue allí a vivir con un amigo y llevo desde agosto sin verlo. Lo echo de menos.

La voz se me rompe al final de la oración y Cameron me abraza. La verdad es que me hacía falta un abrazo, pero lo que de verdad me hace falta es el penco de mi hermano.

-Tenemos que hablar -dice cambiando de tema.-

-Nunca me ha gustado como suena esa frase -digo secándome un par de lágrimas.-

-Tranquila -dice acariciándome la cabeza.-No es nada malo.

Mi Odioso Vecino (Cameron Dallas y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora