Algo vibrando me despierta de mi bonito sueño en el que me casaba con Luke Hemmings. Quién sea que me haya despertado debe tener buenas razones para hacerlo, sino morirá.
Me fijo en mi móvil y veo que alguien está llamando, pero cuando voy a cogerlo cuelgan. Doy un grito ahogado y voy al baño a hacer pis. Todo el mundo tiene que hacer pis en las mañanas.
Cuando salgo del baño veo que me están llamando otra vez y decido cogerlo sin mirar quién es.
-Espero que seas quién seas tengas un buen motivo para haberme despertado -gruño al móvil.-
-¡Buenos días a ti también! ¿Yo? Perfectamente, gracias por preguntar -dice sarcásticamente Luke al móvil.-
-Buenos días tontorrón -digo rodando los ojos y riéndome.-Es que me has despertado del sueño en el cuál me casaba con tu tocayo de 5SOS y tengo una pequeña depresión post-sueño bonito.
-Lo siento nena, pero tengo algo que creo que también te gustará -dice y me lo imagino riendo como el gato de Alicia en el País de las Maravillas.-
-Miedo me da eso -digo.-Escúpelo antes de que me arrepienta de escucharte.
-Mis padres hoy no van a estar en casa y no me gusta estar solito -dice y ahora me lo imagino haciendo pucheros. Sencillamente adorable.-Y te quería preguntar si te gustaría venir a comer helado hasta que rodemos cuesta abajo viendo pelis.
-No puede haber mejor plan para hoy -digo sonriendo.-
-Pues entonces vente cuando quieras -dice.-
-¿Qué hora es? -le pregunto.-
-Son las 10:30 -dice y, creo, aparta el móvil de su oreja esperando mi grito.-
-¡Y me despiertas tan temprano! -chillo al móvil.-Ten por seguro que estaré allí a las 12, veremos las pelis, comeremos helado y, cuando ya me haya hartado, te mataré lenta y dolorosamente.
-Yo también te quiero, _____ -contesta.-Nos vemos en un rato.
-Adiós cabezón -digo y cuelgo.-
Me levanto de la cama de un salto y me pongo frente al armario para decidir que ponerme. Nos vamos a tirar todo el día en su casa. Pero, tal y como son las cosas, a lo mejor salimos y todo.
Cojo un short vaquero con una camiseta de tirantes de Nirvana y mis vans negras. No sé que haría sin ellas la verdad.
Voy al cuarto de baño y me lavo la cara y los dientes. No sé porque cojones tomé por costumbre lavarme los dientes antes de desayunar, pero ahora eso es ley. Me hago una trenza, ya que no sé como peinarme, y vuelo escaleras abajo.
En la cocina me tomo solamente un zumo de naranja de esos que hace mi madre porque ya bastante voy a tener con lo que me voy a comer allí en casa de Luke.
Voy al salón y me quedo viendo la tele hasta que dan las 11:50. Cojo el móvil y las llaves y salgo corriendo de casa para ir en busca de mi querido helado.
Nada más salir de casa me topo con la imagen que toda chica querría tener por las mañanas al salir de casa. A tu vecino buenorro lavando su coche sin camiseta.
''Acabas de admitir que Cameron está buenorro.''
''-Te odio, miniyo.''
''Vete a la mierda.''
Paso por al lado suya esperando que no me haga caso y me pueda ir directamente a casa de Luke. Pero, como el dios de la mala suerte se empeña en hacer de mis días algo mejor, Cameron me ve y nos retamos con la mirada.
-¿Dónde vas tan temprano, vecina? -pregunta.-
-A donde no te incumbe, vecino -digo remarcando el vecino.-
-Yo solo preguntaba -dice levantando ambas manos.-Como se te ve tan contenta, he deducido que algo te ha puesto así.
-Más que algo es alguien -digo sonriendo.-
Una expresión sombría que me resulta familiar se abre paso por la cara de Cameron. ¡Dios, no! ¡No puede ser!
-¿Alguien? -pregunta entre dientes.-
-Oh, Dios mío -digo tapándome la boca con una mano.-
-¿Qué? -espeta.-
-¿Te acabas de poner celoso Dallas? -pregunto incrédula.-
-¡¿Qu-qué?! -grita.-¿Yo? ¿Celoso? Puff, menos cuentos _____.
-¡Te has puesto celoso! -afirmo.-
-¡Que te den, morena! -grita mientras se encierra en su casa.-
Me doy la vuelta para seguir caminand hacia la casa de Luke cuando me llega un whatsapp.
Luke: _____, el helado que dejé fuera del congelador se está derritiendo por ti... Literalmente nena. Corre o sino me lo comeré sin ti. Mientras lo volveré a guardar en el congelador. -12:02
Con una sonrisa de gilipollas que me parte la cara de oreja a oreja, y no sé muy bien por qué la tengo, voy hacia la casa de Luke. Nada más llegar pego en la puerta y, en cuanto esta se abre, corro dentro de la casa y cojo el helado del congelador.
-Nene -digo hablandole al helado.-Tú y yo tenemos una cita.
(Inna en multimedia)