Despierto de un bonito sueño y veo por la ventana que ya ha anochecido. Miro el reloj y veo que son las 19:58.
Salgo de la cama para ir al baño a hacer pis y lavarme con agua bien fresquita la cara, necesito espabilarme. Vuelvo a la habitación y me encuentro la puerta de mi balcón abierta.
-Si estaba cerrada -digo cerrándola.-
Unos brazos me rodean desde atrás en cuanto he terminado de cerrar las puertas del balcón y pego un pequeño grito, que es interrumpido por una cálida mano que se posa en mi boca.
Giro la cabeza lentamente esperando encontrarme con un asesino ruso a sueldo, no preguntéis porque he dicho ruso, y me encuentro con la bonita sonrisa de Cam. ¿Acabo de decir eso?
''Lo que hace el amor... Menos mal que las conciencias no nos enamoramos.''
''-Cállate miniyo.''
''La verdad duele, ¿eh _____?''
Quito su mano de mi boca con la mía y escuchamos unos ruidos provinientes del pasillo.
-_____ -escucho la voz de mamá.-¿Está todo bien?
El pomo de la puerta empieza a girar y yo me acojono. Mi madre no puede encontrar a Cameron así porque sí aquí. Le meto un empujón y cierro con llave la puerta del armario.
Mamá asoma su cabeza morena por un huequito de la puerta.
-¿Qué pasa mami? -digo fingiendo inocencia.-
-He escuchado un grito -dice mirando por todo mi cuarto.-¿Has sido tú?
-Es que Maggie me ha mandado un video y era de susto -digo nerviosa.-
Mamá parece creérselo y se marcha cerrando la puerta y murmurando un bien casi inaudible. Cam empieza a aporrear suavemente la puerta del armario y yo la abro.
Nada más abrirla, Cam sale del armario y se lanza sobre mi y me da un beso en los labios. Mi sorpresa es más que visible.
La verdad es que no me puedo quejar de que me haya besado, yo era la primera que quería hacerlo.-¿Qué... -no me deja terminar.-
-Lo siento -dice pegando su frente con la mía.-
-¿Por... -vuelve a cortarme.-
-Por haberte dado de lado en el instituto, por no haberte traído a casa como debería haber hecho y por no darte explicaciones del por qué me he comportado hoy así -dice tan rápido que casi se atraganta con las palabras.-
-No me tienes que dar explicaciones, Cam -digo cogiéndole ambas manos.-
-¿No? -pregunta confuso.-
-No, no somos nada -digo apartando la mirada.-
Un silencio tenso e incómodo se instala entre nosotros y tengo ganas de salir corriendo y esconderme en mi armario. ¿Por qué cojones no es una puerta secreta a Narnia?
Levanto la mirada para verle la cara y lo encuentro escrutándome con los ojos. Su escrutinio es tan fijo y silencioso que hace que me ponga más incómoda aún.
-Tengo una pregunta -dice tras otro breve silencio.-
-Dispara -digo con una sonrisita.-
-¿Te apetece venir a cenar conmigo el viernes? -dice con un brillo en la mirada.-Y te dejo muy claro que no sería como amigos.
Me sonrojo un poco y empiezo a reírme suavemente. La forma de Cam de decir que quiere una cita es única. ¿Dónde hay más chicos como él?
Lo miro a los ojos después de tranquilizar mi risa y lo veo mirándome fijamente.
-Claro -digo sonriendo.-
Cam me vuelve a besar y yo me pongo a sonreír como una tonta cuando rompe el beso. Este chico si que sabe besar.
-Vuelvo en cinco minutos -dice girándose para abrir el balcón.-
-¿Cómo que vuelves en cinco minutos? -pregunto.-
-Mi madre va a venir a charlar con la tuya, seguramente me arrastrará con ella -contesta.-
Yo sonrío en respuesta y lo veo bajar por la enredadera que hay al lado de mi ventana. ¿Desde cuándo hay una enredadera ahí?
Cuando está preparado para dar un salto para llegar al suelo, su móvil empieza a sonar y pierde el equilibrio, cayéndose de bruces contra el suelo.
Empiezo a reírme a carcajadas como una desquiciada hasta llegar al punto de aplaudir como una foca retrasada. El pitido de mi móvil me hace saber que me acaba de llegar un whatsapp. Lo abro con lágrimas de risa en los ojos.
Imbécil: Te vas a enterar cuando vaya a tu casa. -20:13
Yo: Ya lo veremos. -20:15
Va siendo hora de que le cambie el nombre a Cam.
A los diez minutos suena el timbre de mi casa y yo bajo lentamente las escaleras, como si me costara la vida misma hacerlo. No quiero que sospechen nada.