31- Rubias tetonas con voz chillona

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Salgo del estanque chorreando de pies a cabeza. ¿Es que esto no podía ser una cita que terminase normal?

Son las tres de la madrugada, estamos en un parque más solitario que un manicomio abandonado, estoy mosqueada, chorreando y con un frío del carajo y Cam sigue dentro del estanque riéndose de mi.

La cosa fue que estábamos paseando tranquilamente por las calles del centro hasta que él decidió ir en su coche hasta un parque que estaba en el quinto pino. Yo, como tonta de profesión que soy, le seguí la corriente y acabamos tal y como estamos ahora.

Mojados y tiritando.

Le lanzo una mirada asesina a Cam y no se le ocurre otra cosa que reír más fuerte de lo que ya lo estaba haciendo.

Con la sangre hirivendo salto dentro del estanque junto a él y empiezo a perseguirlo, mojándonos más de lo que ya lo estábamos. Salto y consigo engancharlo de la pierna.

-Te voy a matar -digo riendo.-

Empiezo a reírme con él, ya que el enfado se me ha pasado hace un ratito.
-No lo vas a hacer -dice cogiendo mi cara entre sus manos.-Me quieres mucho.

Empieza a besarme suavemente y yo le sigo el beso gustosa y encantada de la vida. El beso empieza a subir de tono y meto mis manos bajo la camiseta de Cam, tocando sus abdominales. Él mete las manos bajo mi camiseta tocando mi espalda a su antojo.

Empiezo a tener mucho calor y a sentir que toda la ropa me estorba. Me estorba mi ropa y me estorba la suya y, cuando pienso que va a pasar algo más,... se aleja de mi para estornudar.

Tres veces seguidas.

Rio suavemente y lo cojo de la mano para salir del estanque. Hace muchísimo frío y estamos calados hasta las cejas.

-Será mejor volver a casa -digo.-

-Si.

Comenzamos a andar hasta el coche y, nada más entrar, enciende la calefacción y soltamos los dos un suspiro de satisfacción. Me hacía falta un poquito de calorcito ya.

En el trayecto en coche permanecemos los dos callados escuchando la música que sale de la radio. Estamos en el momento ese de un silencio cómodo que no hace falta ser rellenado con una charla absurda.

Los párpados me empiezan a pesar y me obligo a no dormirme, ya casi estamos en casa. Pero fracaso estrepitosamente en el intento, ya que me duermo.

Ha pasado una semana desde mi cita con Cameron y todavía no se atreve a pedirme que sea su novia.

Nos besamos en la calle, en el instituto, en mi casa, en la suya... en cualquier sitio. Estoy empezando a creer que le tiene fobia al compromiso, o que es muy tonto y no quiere decírmelo.

Estamos en su habitación mientras él juega a la play online. ¿Qué tienen los chicos con ayudarse unos a otros mientras matan a gente en un juego? De verdad que no lo comprendo.

Doy un saltito en el sitio del susto que me acabo de llevar porque Cam le ha gritado al puñetero muñeco de la tele.

''¿Y qué haces con él si está pasando de ti?''
''-Al menos yo tengo a Cam, miniyo.''
''Eso es un golpe bajo.''
''-Tranquilo... me tienes a mi.''
''Eso es peor todavía.''
-_____ -Cam reclama mi atención.-¿Te apetece salir a dar una vuelta?

-¡Aleluya! -grito con las manos hacia el cielo.-Creía que no me lo ibas a preguntar nunca.

-Anda vamos.

Salimos de la casa de Cam y empezamos a caminar hacia el centro de la ciudad. El otoño ha llegado y me encanta ver como las hojas secas de los árboles caen y el sonido que hacen al crujir bajo mis pies.

Caminamos cogidos de la mano y charlando sobre cualquier cosa.

En el poco tiempo que llevo con él, creo que he empezado a tenerle cariño. Si alguien me preguntase si estoy enamorada de este chico, no contestaría y huiría haciendo la croqueta.

Llegamos a una cafetería nueva que abrieron hace cinco días y entramos riéndonos. Una camarera, rubia y con las tetas más operadas que he visto en mi vida, se pone al lado de la mesa en la que nos hemos sentado.

-Hola, soy Sussane y seré vuestra camarera -dice con voz chillona.-¿Qué desean tomar?

Yo creía que el mito de las rubias tetonas, con voz chillona y que solo miran al chico de la mesa estaban solo en las novelas, pero al parecer son reales. Y encima intenta coquetear con Cam.

Si las miradas pudiesen matar, ese cacho de plástico que tengo enfrente estaría a varios, y con varios me refiero a muchos, metros bajo tierra. ¿No se da cuenta de que estoy aquí o qué?

Lo peor de todo es que Cam le da un repaso de arriba a abajo con la mirada. Mis manos se cierran en puños y le pido un café con la voz cargada de odio. Cameron le pide lo suyo también y ella se va a traer nuestro pedido.

Trae las bebidas antes de lo que espero y un silencio tenso e incómodo se instala entre Cam y yo, pero que no le hubiese mirado tanto a la idiota esa.

''Un idiota para una idiota.''

Empiezo a pensar en el hecho de que Cameron me pudiese engañar con esa chica y murmurando un ''Lo siento'' me levanto y salgo de la cafetería casi corriendo.

Llego con paso apresurado hasta mi casa y me voy directamente a mi cuarto a llorar sola. ¿Por qué mierda tengo que estar llorando por un chico?

''Porque sabes que estas enamorada de él y te duele eso. Eres más tonta de lo que había pensado, y eso que soy tú.''

Con la frase de miniyo en la cabeza, aunque parezca mentira que me haya dolido lo que me ha dicho, me quedo dormida entre lágrimas.

Mi Odioso Vecino (Cameron Dallas y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora