01- Tu radar ha detectado buenorro a la vista

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Me bajo del coche y me quedo mirando la casa que tengo frente a mis narices. ¡Es enorme! Papá y mamá se han lucido escogiendo casa, aunque no sé para que vamos a necesitar tanto espacio.

Mis padres bajan del coche y miran la casa con orgullo. Parece ser que les gusta.

''Pues claro que les gusta. Si no, ¿para qué la habrían comprado entonces?''

''-Estúpida conciencia, ¡cállate!''

''Vale, tranquila. Guarda las garras, fiera.''

Odio hablar con mi conciencia. ¿Por qué no se guardará sus opiniones dónde le quepan?

''Porque sin mi tu vida sería de lo más aburrida.''

''-Vete a dormir y no molestes. No te quiero escuchar.''

''Como mandes.''

Me fijo en mis padres que están sacando un par de cajas del maletero del coche y voy a ayudarlos. Metemos las cajas en la casa y ahora tengo oportunidad de observarla por dentro.

Es cien veces mejor de lo que había pensado. Pero no está amueblada.

-_____, cariño -dice mi madre.-

-¿Si mamá? -contesto.-

-Ve a tu habitación a ordenar tus cosas, ya tienes los muebles montados -dice.-Ahora vendrán unos hombres a montar el salón, que es lo que queda. Mientras quédate en tu habitación.-

-Vale -murmuro.-

Subo hasta el piso de arriba y me quedo estática en mitad del pasillo. ¡Hay por lo menos seis puertas y no sé cuál es mi cuarto!

Me pongo a abrir puerta por puerta y al final encuentro mi habitación. Es la última puerta del pasillo, la habitación que da al lateral de la casa, ¡y es una pasada!

Las paredes están pintadas de un tono crema, los muebles son blancos y rosa pastel, de aspecto moderno. Hay una cama de matrimonio en el centro de la habitación, y la colcha y los cojines van a juego con los colores del cuarto. El armario es inmensamente grande y tiene al lado una puerta.

Al abrirla me sorprendo al encontrarme un cuarto de baño. ¡Un baño solo para mi! Los colores aqui son el crema y el azul pastel, pero todo es absolutamente bonito.

Regreso al cuarto y me siento en el borde de la cama. Si no fuese porque mis cosas están aqui metidas diría que esto es el cuarto de mis padres. Y si lo pienso bien, ¿por qué no se han quedado ellos el cuarto del fondo?

Me asomo a uno de los balcones y veo la razón por la que mis padres me han encasquetado aqui. El cuarto de enfrente es el cuarto de un chico.

Por lo que se ve, será joven. Vaya padres más buenos tengo. Seguramente el vecino será el típico frikazo que te espía a través de la ventana cuando te estés vistiendo, tendré que poner cortinas opacas.

Cuando estoy a punto de darme la vuelta entra alguien en la habitación del vecino. ¡Madre mía santa bendita! A la habitación entra un chico bastante potente, que está de toma pan y moja, con una bolsa de deporte colgada del hombro.

''Querida, cierra la boca. Que te van a entrar moscas como sigas así.''

''-No te dije que te callases y durmieses.''

''Si, pero tu radar ha detectado buenorro a la vista y vengo a opinar. ¡Vaya pedazo de vecino tienes!''

''-Lo sé. ¡Este puede espiarme por la ventana todo lo que le de la gana!''

''Deja las hormonas a un lado, el chico está mirando.''

Me fijo en mi vecino y veo que me está mirando fijamente. Ni corta ni perezosa lo saludo con la mano y me giro sin esperar respuesta alguna. Tengo que empezar a ordenar las cosas en el cuarto, ¡está echo un desastre de cajas!

*****

Dos horas más tarde ya tengo todas las cajas vacías y las cosas en su sitio. Solo me falta colgar un par de cuadros que tengo, pero para eso tiene que hacer mi padre agujeros en la pared.

Bajo al salón y no veo a mis padres por allí, solo a los que están montando el salón. Voy al jardín trasero y... ¡Dios mio que pedazo de piscina tengo! Esa la aprovechare mucho el verano que viene, pero tampoco hay nadie en el jardín.

Solo me queda mirar arriba del todo. Subo las escaleras corriendo y me paro en las que hay justo al lado de mi cuarto para tomar aire. Tengo que pensar en ponerme a hacer ejercicio seriamente. Subo ese tramo de escaleras y me encuentro en un pequeño pasillo con tres puertas.

La de la izquierda es el despacho de mi padre, que se trae mucho trabajo a casa. La de la derecha da a la azotea, que es genial. Tiene todo lo que hace falta para organizar una pequeña fiesta allí arriba. Al final decido meterme en la última puerta y veo a mis padres colocando sus cosas.

-Papá, mamá, ya he terminado con todo -les digo.-

-Pues ve a darte una vuelta por el barrio, a ver si conoces a alguien -dice mamá.-

-Como si eso fuera tan fácil -replico.-

- _____... -me regaña papá.- Hazle caso a tu madre y vete a darte una vuelta. Marie -que así se llama mamá,-¿las corbatas dónde van?-

Decido dejarlos solos arreglando sus cosas y me voy a la calle. Cojo mi skate antes de salir a la calle, los cascos, el móvil y las llaves.

Vamos a dar una vuelta por el barrio.

Mi Odioso Vecino (Cameron Dallas y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora