Capítulo IV.

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2 meses después. Lunes.

Recién comenzaba la semana. Debía ir a trabajar. Lo peor era que debía encontrarse a Harry. El hijo de puta que le había roto el corazón, pero que aún así, amaba.

Se adentró al baño, se baño, hizo sus necesidades, desayuno y finalmente partió hacia el bufete.

Sus horarios de la facultad no eran muy complicados, ya que el omega había querido hacerlo semi-presencial, lo que significaba que iba a las clases de la materia que más le costaba. Sí bien la materia tenía 43 materia a lo largo de 4 años, el iba por el último y no le costaba tanto. Por lo cual, sólo iba los martes y jueves, a Derecho de la Niñez, Adolescencia y Género.

Media hora después, pasadas, llegaba a su trabajo.

El era amable con todos, tenía el hábito de siempre comprar un café para los empleados más cercanos de ahí.

A Inés siempre le traía un Ultra Frutilla, a Luis un Sweet Vainilla, a Jonh un Ultra Crema, a Harry un Caramel Macchiato, a Manolo un Chocolate Chip, a Niall un Café ultra Creme.

Ese día no fue distinto. Cuando ya había entregado todos los café, excepto el de Harry.

Fue hasta su oficina y entró sin golpear, ya que se le había hecho costumbre.

Cuando entró óleo un aroma bastante familiar, que le causaba arcadas. Se contuvo muy bien, pero cuando por fin ya había ingresado a la oficina, lo vio. El padre de Harry. El maldito padre de su alfa.

-- O-oh l-lo siento tanto. Y-yo, te traje esto.-- suspiro nervioso.

El padre de Harry se volteó. Analizando al omega de arriba a bajo.

--Padre.-- reprochó el alfa ojiverde. -- Gracias Louis, eres muy amable.-- le sonrió mostrando sus dientes y oyuelos.

Louis por un momento se derritio completamente.

Ese alfa, su alfa, suyo, de su maldita propiedad, era realmente hermoso.

-- Siempre igual, Tomlinson-- interrumpió Des.

Louis se giró hacia el para mirarlo. -- Que oportuno señor Styles. Tanto tiempo.-- sonrió falsamente.

-- Si seguramente, Omega.-- le respondió sabiendo que eso enfurecia a su hijo.

-- Ya. Des no sigas.-- le envió una mirada asesina.

Des le devolvió la mirada. -- Bien, yo me voy. Después charlaremos, Omega-- resaltó la última palabra.

-- Maldito, maldito, maldito cerdo de cuarta.-- Harry estaba morado de irá.

-- Ya, ya Alf- Harry, Harry-- aseguró balbuceante y torpe.

Harry por un momento sintió a su Alfa barlotear, moviendo la cola de un lado a otro.

--Bien. Es mejor que yo siga con lo mio, adios, Rulitos.-- salió de la oficina.

A Harry casi se le sale el corazón, le había vuelto a decir así. Rulitos.

Y el era su castaño lasiento. Palabras hermosas y dichas desde el fondo de su corazón.

Flashback: (el día que se conocieron, 10 años antes.)

Harry iba caminando con sus amigos por el pasillo de la galería del 2do piso de la escuela secundaria.

Cuando llegó hasta la puerta principal que daba hacia la cancha de fútbol, venia un pequeño cuerpo pequeño, distraído, el ya había olido el aroma a bebé de ese omega, su alfa bailaba y bailaba.

Alfa idiota🖕 {L.S}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora