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Capítulo 8: El Desconocido✔

Hace dos semanas que la Familia Anderson se mudo aquí, en todos esos días que lo he pasado con Nick, han sido los mejores. Sus besos robados que no faltaban a cada instante y que yo con gusto correspondía. Nos hemos estado conociendo más y gracias a eso nos volvimos más cercanos.

Hoy es sábado, es de noche. Nick y yo estabamos en su casa sentados en la sala viendo una película (Ghost: La sombra del amor) con una taza de chocolate caliente y abrazados. Los Señores Anderson habían llevado a Stella a una cena romántica. Me encontraba sentada en las piernas de Nick y él tomándome de la cintura, ambos cubiertos con una manta.

- Esa película siempre me hace llorar - dije sollozando.

Nick acercó su mano a mis mejillas y retiró mis lágrimas.

- Shh...Ya cariño - susurró.

- Él no merecía morir - sollocé. Colocó un mechón de cabello detrás de mi oreja y beso mi mejilla.

- Es una película, Diane - dijo con burla.

- No te burles de mí - me crucé de brazos.

- Mira, que te parece si dejas de llorar y a cambio te doy una sesión de besos - propuso, yo asentí con un puchero y me acerqué a su boca.

Nuestros labios se juntaron y poco a poco nuestras lenguas también, me encanta como besa.

Me giró colocándome a horcajadas sobre él, lo tomé de la nuca y lo acerqué más a mí.

Si es posible.

El beso se fue haciendo más apasionado, metió su lengua en mi boca, colocó sus manos en mi trasero e hizo presión haciéndome sentir su erección en mi sexo, solté un gemido, me moví un poco hacia atrás y Nick soltó un gemido lo volví hacer hacia adelante y escuché un gruñido que hizo que su agarre en mi trasero se volviera más fuerte provocandome un pequeño grito.

- No sigas conejita, o no me podré contener - susurró con voz ronca al separarmos del beso.

- ¿Quién dijo que quiero que te contengas? - en ese momento lo quería de todas las maneras posibles, estaba demasiado excitada y cachonda.

Sonrió y me miró a los ojos antes de volverme a besar, sus manos subieron de mi trasero a mi espalda metiéndolas dentro de mi blusa.

Desabotoné su camisa y se la quité, su piel estaba caliente y su cuerpo bien conservado. Cuando él iba a quitar mi blusa escuchamos un carraspeo detrás de nosotros. Rompimos el beso y giramos los dos la vista hacia la puerta principal.

Había un hombre alto y de traje, cabello oscuro y ojos grises. Nos miraba con una sonrisa. Mi corazón se aceleró cuando lo vi, lo mismo me pasó cuando conocí a Nick. Junto a él estaban tres maletas.

¿Quién es esté hombre?

Me quité del regazo de Nick, el antes nombrado se levantó y caminó hacia aquél hombre que no me quitaba la mirada de encima, tenía la mirada igual de penetrante que Nick.