Capítulo 11: Gime Mi Nombre, Preciosa✔

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Al llegar a la casa de Nick vi todas las luces apagadas

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Al llegar a la casa de Nick vi todas las luces apagadas. Toqué el timbre, esperé unos segundos y volví a timbrar, nadie abrió.

- Me dijo a las 6:00 p.m - susurré para mí misma - prendí el móvil y vi la hora - Son las 6:28.

En una última esperanza antes de irme timbré, y al fin alguien abrió. Pero no era quien yo esperaba, era Leo, un Leo muy sonriente, con los ojos un poco irritados y tambaleandose ¿Está ebrio?

- Hola Leo, ¿Está Nick? - él se acercó un poco lo msimo que yo retrocedí.

Su semblante cambió de alegre a serio.

- Hola de nuevo, hermosa - dijo arrastrando las palabras. Definitivamente a bebido. Me miró de arriba abajo con fuego en sus ojos, cosa que me hizo temblar, pero no de frío - Nick no está, salió desde hace rato con nuestra madre al orfanato para donar algunas cosas, no creo que tarden.

- Vendré más tarde entonces - me giré, pero tomó mi muñeca y me atrajo hacia él.

- No, quédate, deben estar por llegar, ven - jaló de mi mano y me metió a su casa.

Al entrar a la sala, en la mesa de centro pude ver que había dos botellas de whisky, lo sé por qué a papá le encantaba esa bebida. Al acercarnos y tomar asiento en el sofá vi que una de esas botellas estaba vacía y la otra estaba poco menos de la mitad.

- Estabas bebiendo - aseguré señalando las botellas.

- Sí, ¿Se nota mucho? - hipó al terminar la frase.

- Demasiado - susurré.

Nos quedamos en un silencio demasiado incómodo.

- ¿Porqué me has estado evitando, Diane? - preguntó rompiendo el silencio.

- ¿Yo? - asintió - Yo, no te evito.

- Ayer y hoy trataste de evitarme - lo miré incrédula - No soy tonto, estabas inventando cualquier excusa para no estar cerca de mí.

- Eso no es cierto - miré sus labios.

¿Porqué carajos le veo los labios?

- ¿Es por tu novio? - se puso serio. Al escuchar eso miré directo a sus ojos.

¿Que novio?

- No tengo novio - él semblante le cambió en un dos por tres y sonrió.

Que bipolar es esté hombre.

- ¿Entoces? - levantó una ceja y se acercó más a mí - ¿Te pongo nerviosa?

- No...Claro...que no - reaccioné levantándome y caminando hacia la puerta, tengo que salir de aquí.

- Yo, creo que si - susurró detrás de mí.

Escuché sus pisadas seguirme. Cuando tomé el pomo, puso su mano derecha encima, presionando e impidiendo que pudiera moverla, una corriente pasó por todo mi cuerpo erizandólo por completo. Sentía su respiración en mi cabello, lo tomó y lo hizo a un lado.

NUESTRA © (Nosotros #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora