Capítulo 18

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Capítulo 18 "De vuelta a casa"

Emmaline Rose

Paso el resto de la noche ignorando las llamadas de Kenzie, permitiéndome un momento de paz antes de regresar a Nueva York a repartir explicaciones. Observo desde el balcón de nuestra habitación de hotel como brillan las estrellas en medio de la oscuridad. En un desesperado intento por ocupar mi mente comienzo a contarlas, olvidando cada cuando los números, teniendo que empezar una y otra vez.

Estresada, recargo ambos brazos sobre la barandilla del balcón y suelto un cansado suspiro. Creí que este viaje serviría para aliviar el peso de mis problemas, sin embargo, terminó por aumentarlos.

Sin importar el desastre que haya pasado, he tomado una decisión y debo apegarme a ella si quiero resolver todo este asunto. Sin tomar en cuenta que cada que cierre los ojos, me queme la imagen de Nate descansando tranquilamente en la cama, creyendo que al despertar me encontraría todavía a su lado.

—Dime que no soy el único que ha estado ignorando las llamadas de Kenzie —La suave voz de Ash me saca abruptamente de mis pensamientos.

Quisiera decir que no he estado evitándolo desde nuestra conversación, pero sería una vil mentira. Luego de nuestra charla, me permitió revisar y limpiar sus heridas, bajo el peso de una fuerte incomodidad que jamás había sentido a su alrededor. Apenas terminé, escapé de ahí y me refugié en el balcón como una cobarde.

Debo admitir que luce mucho mejor que la noche anterior, lo mejor que puede verse a pesar de las sombras oscuras de los golpes. La delicada brisa de otoño desordena su cabello húmedo, lo que me permite deducir que ha tomado un baño.

—¿Crees que se hayan enterado? —cuestiona, acomodándose a un lado de mí en la barandilla.

—Es lo más seguro —suspiro resignada. Escándalos como el de anoche no son algo que se tomen a la ligera, sobre todo si están protagonizados por rostros conocidos.

—¿Estás preocupada por eso? ¿Por lo que todos dirán a nuestra llegada?

Ambos decidimos que lo mejor sería pasar la última noche en Milán, aplazando las exigencias de volver en este momento y tomar mañana temprano el vuelo que nos llevaría a casa.

—¿Tú no?

La simple idea de mi padre enterándose del percance en el club por alguna nota malintencionada de internet me aterroriza. Me lo imagino leyendo sobre lo mío con Nate mientras la decepción inunda cada parte de su ser.

Como si leyera mis pensamientos, Ash se vuelve hacia mí con una sonrisa tranquilizadora.

—No deberías angustiarte por eso —empuja juguetonamente mi hombro con el suyo—. Si alguien pregunta, les diré que fue culpa mía.

Escondo mi cara entre mis manos.

—Eso no es justo para ti, la prensa mancharía tu historial profesional sin ninguna contemplación.

—Bueno, tampoco me parece justo que tu carrera como diseñadora se termine por algo como esto.

Saco mi rostro de su escondite y lo miro frustrada.

—Para que "mi carrera de diseñadora" termine, primero tendría que haber empezado. Cosa que nunca pasó —confieso triste.

—No seas tan dura contigo misma —Toma mi mano entre la suya—. Después de todo, encontraremos una manera de salir de esta, como siempre lo hemos hecho... juntos.

Pone énfasis en la última palabra antes de llevar dulcemente mi mano a sus labios. Me mira fijamente esperando alguna respuesta, pero me quedo callada, sintiéndome obligada a elegir un bando, cuando no creo que haya ninguno en lo absoluto.

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