Capítulo 1

8K 498 35
                                    

Capítulo 1 "Te encontré"

Emmaline Rose

—¡Oh, por Dios! —exclama una chica al ver a mi mejor amiga— ¡Kenzie, estás bellísima!

Esta noche es la fiesta de compromiso de Makenzie Crawford y nos encontramos en el jardín del Palace; el lugar más exclusivo y elegante de Nueva York para celebrar el compromiso del año. Conozco a Kenzie desde que era una niña y hemos sido mejores amigas desde entonces. 

Este es uno de los sucesos más importantes en su vida y felizmente le ayudé en todos los preparativos para la fiesta, ya que se negó rotundamente a contratar una organizadora. Fue bastante agotador, pero al final ha valido la pena. Es un momento que realmente estamos disfrutando. ¡Mi mejor amiga se compromete!

—Me veo increíble porque fue Emma quien hizo mi vestido —afirma antes de darme un abrazo.

Agradezco el halago, la verdad es que amo diseñar ropa y cuando Kenzie me pidió un vestido, intenté hacer uno que la hiciera destacar en su noche especial.

Es de color verde esmeralda, que además de ser su color favorito, es el que hace resaltar su cabello rubio y sus preciosos ojos verdes; deja parte de su espalda descubierta y cae con gracia al piso, moviéndose ligeramente con cada paso que da. Luce sexy y elegante, exactamente como ella es.

La chica pasa su mirada de ella hacia mí antes de decir:

—Tienes mucho talento Emma, ¿imagino que también diseñaste el tuyo?

Asiento levemente. A diferencia del vestido de Kenzie, el mío es más sencillo; de un color rojo, se ajusta a mis curvas y su único detalle es su escote algo profundo.

—Cuando me case, haré que tú me diseñes el vestido —dice otra chica.

—Para eso necesitas un novio —añade la primera, haciéndonos reír a todas.

Continuamos riendo y hablando de todo tipo de temas, principalmente de lo mucho que hemos cambiado a través de los años. A pesar de que ellas no son mis íntimas amigas, siempre nos movimos por los mismos círculos y es imposible no conocer algunos de nuestros detalles.

—¿Acaso me estoy perdiendo de algo?

Chillo de emoción al sentir unos brazos rodeándome por atrás mientras me dan un tierno beso en la mejilla.

Levanto mi cabeza y me pierdo en los ojos de mi persona favorita en el mundo, Asher Knigth.

—Ash, me alegro que llegaras a tiempo, ¿qué tal Milán? —pregunta Kenzie, mirándonos con una cálida sonrisa.

—Asombrosa, como siempre. Pero no era lo mismo sin cierta señorita molesta acompañándome.

Me río ante su comentario. La verdad es que yo también lo extrañé demasiado.

Asher se está convirtiendo en un icono del modelaje a nivel internacional y había sido contratado para desfilar la nueva colección de uno de los más importantes diseñadores italianos.

Había insistido mucho en llevarme al viaje, y aunque me hubiera encantado ir, tenía que ayudar a mi mejor amiga con los últimos detalles de la fiesta.

Levanto mis brazos para intentar abrazarlo, a pesar de nuestra postura. Estoy tan feliz de que haya logrado llegar a tiempo.

De forma inesperada, una sensación de incomodidad me recorre completa. Me pierdo de la conversación que continúa entre mis amigos y observo a mi alrededor.

Al otro lado del jardín un hombre nos mira con una intensidad abrumadora. Es bastante alto, casi compitiendo con la gran altura de Ash. De hombros anchos y músculos definidos que se pueden apreciar a través del costoso traje que utiliza; su cabello oscuro se encuentra algo desordenado, como si hubiera pasado sus dedos constantemente sobre él. No logro ver su cara del todo pero por lo que se percibe, sus rasgos parecen afilados y duros como el granito.

Lo que más me llena de inquietud es su expresión, revela un gesto lleno de ira y rabia contenida, que desfigura por completo la belleza de su rostro. Parece un animal enjaulado a punto de atacar en cualquier momento.

—Emma, ¿te encuentras bien?

La voz de Ash me saca del aturdimiento y me hace regresar al mundo real.

Al percatarme de que tanto Kenzie como las demás me miran con preocupación, intento explicarles.

—Hay... hay alguien viendonos por ahí.

Al voltear para señalar al hombre me doy cuenta que el lugar se encuentra vacío. El tipo ha desaparecido por completo.

—Yo... yo no lo entiendo, hace un momento había un... hombre justo ahí. Lo juro.

—Deberíamos ir adentro y comer algo. Has estado acompañándome todo el día y no has probado nada. Debe ser eso. —Kenzie toma mi brazo y nos dirige hacia dentro del recinto.

◈ ━━━━━━━━ ● ━━━━━━━━ ◈

Luego de que me alimentaran a base de aperitivos, Ash y yo nos sentamos a beber algo de champán en la espera de que Kenzie y su prometido anuncien a todos la gran noticia.

Decidí dejar pasar el extraño suceso del jardín. Lo cierto es que estos últimos días me he esforzado mucho junto a Kenzie para que todo fuera perfecto, que descuide un poco mi descanso y alimentación. Tal vez fue mi mente imaginando cosas. Después de todo, ¿a qué invitado se le ocurriría observarnos de esa manera?

Asher me cuenta sobre su viaje a Milán, hasta que el sonido de su teléfono nos interrumpe.

—Disculpa, creo que es importante —anuncia antes de retirarse.

Luego de varios minutos esperándolo, decido levantarme y merodear por ahí para entretenerme. Saludo a varios conocidos e incluso platico un poco con ellos hasta que mi padre me encuentra y me arrastra hacia él.

—Oh, cariño, qué bueno que estás aquí. Me gustaría presentarte a alguien.

A juzgar por su estado efusivo, imagino que debe ser alguien importante, así que no lo hago esperar.

—Claro —dejo que guíe el camino.

Mi padre es dueño de una famosa cadena hotelera, heredada por mi abuelo desde su fallecimiento. Mi padre ha dedicado su vida entera a hacer crecer el negocio y vaya que lo ha conseguido. Es por eso que no pierde oportunidad para codearse con la gente poderosa en diferentes áreas económicas, siempre buscando la manera de concretar algún trato.

Algún día, el imperio de los Rose me será heredado y se espera que yo siga liderando y enriqueciendo el negocio familiar, aunque ese no sea mi sueño.

Me lleva directo a donde están presentes algunos de sus socios, bebiendo y conversando. Sin embargo, me quedo completamente helada al percatarme que también se encuentra el hombre que nos espiaba en el jardín, y a diferencia de los demás hombres enfocados en la conversación, él orienta toda su atención en nosotros, justo como hace un rato.

«Así que no lo imaginé»

Él no parece impresionado por mi presencia. Al contrario, muestra un semblante de completa satisfacción, como si estuviera esperando por mí.

A medida que nos acercamos, puedo distinguir mejor aquellos rasgos que vi de forma indefinida en el jardín y llego a la conclusión que es atractivo y aterrador a partes iguales. Sus profundos ojos azules me examinan entera, haciéndome sentir íntimamente expuesta.

Estando frente a él, no puedo evitar sentirme pequeña e intimidada.

—Señor Blake, ella es mi pequeñita, Emmaline.

Avergonzada por la presentación de mi padre, siento mis mejillas encenderse.

El señor Blake se da cuenta de ello y me regala una sonrisa ladeada.

Mi nerviosismo aumenta cuando toma mi mano y presiona un beso en el dorso, como si fuera un caballero, aunque dudo mucho que sea uno. El contacto de sus labios contra mi piel se siente peligroso de muchas maneras.

—Es un placer conocerte, Emmaline —susurra en una voz áspera y profunda, con un marcado acento británico que hace a mi cuerpo estremecer.

Sus ojos miran directamente a los míos y parece renuente a soltar mi mano.

Lo único que pasa por mi mente en este momento es, ¿quién demonios es? Y lo más importante, ¿qué es lo que quiere? 

SeducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora