Capítulo 5

5.9K 275 57
                                    

Capítulo 5 "El chico modelo"

Emmaline Rose

El subidón de libido que había tenido momentos antes terminó desapareciendo por completo. No puedo permitir que Ash se entere de lo que estaba pasando, ¿pero cómo?

Por lo poco que conozco de Nathaniel, puedo asegurar que no le importaría en lo más mínimo que nos descubrieran.

Me remuevo entre sus brazos —en donde aún estoy atrapada— para que me baje. Su agarre en mis piernas se aprieta, negándome el movimiento.

—Deja que se vaya —sugiere con tono irritado.

Hunde su cabeza en mi cuello y deposita besos húmedos en él. Mi mente se nubla durante un instante ante la sensación.

—Emma, ¿estás ahí? —escucho la dulce voz de Ash llena de preocupación.

Mi corazón se encoge ante el tono. No sé qué hacer, no puedo permitir que nos descubra así.

—Sí cariño, estoy aquí —le respondo —. No te preocupes por mí, estoy bien. En un momento salgo.

Empujo el pecho de mi captor con fuerza, ya es momento de detenerse.

—Bájame —exijo

—Emmaline, no voy a dejarte para que te marches con él. Menos ahora que has entrado en razón respecto a nosotros —continúa con su asalto a mi cuello.

Lo empujo con más fuerza pero mis movimientos son inútiles. Su cuerpo es una gran pared de músculos que no puedo mover.

—Por favor, baja la voz. Alguien te puede escuchar —ruego en voz baja.

Levanta la cabeza, sus ojos encontrándose directamente con los míos.

—¿Tienes miedo de que tu noviecito se entere que estamos juntos aquí? Que me has permitido besarte como seguramente él nunca lo ha hecho —gruñe molesto— ¿A eso le temes? 

No lo corrijo ante la mención de Ash como mi novio, no tengo porque aclararle nada. Sin embargo, me molesta que piense que yo podría serle infiel a Asher con él.

Estoy a nada de darle un cabezazo para que me deje libre, cuando siento que su agarre en mis piernas se debilita.

Me baja lentamente hasta que estoy de pie por mi cuenta. Me da la espalda y comienza a pasar sus dedos entre su cabello como si no supiera qué hacer en este momento. Bueno, me alegra que ya seamos dos.

Ahora que estoy libre, aliso la falda de mi vestido, asegurándome que todo está en su lugar.

—Es todo, me voy. Y tú te quedarás aquí hasta que me vaya —le indico.

—Ya te dije que no pienso dejar que te vayas con él —Se da la vuelta y me encara.

—No sabía que te estaba pidiendo permiso.

Me encuentro caminando decidida en dirección a la puerta, pero él sujeta mi brazo, impidiendo mi salida.

—¿Qué gano yo con mi silencio? —cuestiona con los ojos ardiendo en furia.

—¿Disculpa? —Mi voz se agudiza.

—Sal conmigo mañana. Solo tú y yo —demanda con voz dura.

—Estás loco, nunca saldría contigo.

—Esa es mi condición para dejarte salir sin que se enteren que estábamos juntos. De lo contrario, no tengo ningún problema en salir allá afuera y decirle a tu novio todo lo que ha sucedido entre nosotros —dice con suficiencia.

SeducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora