Seducción

Capítulo 2

Capítulo 2 "Un poco más de ti"

Nathaniel Blake

—Es un placer conocerte, Emmaline —Pruebo su nombre en mis labios y al instante sé que es el nombre que quiero gritar la próxima vez que me venga.

Aprieto su mano un poco más, me deleito con la calidez y suavidad de su piel, anhelando acariciar y besar el resto de ella.

Intento alejar esos pensamientos y tomo toda mi fuerza de voluntad para soltar su palma.

—El señor Blake ha llegado recientemente desde Inglaterra y espera hacer algunos negocios durante su estancia en Nueva York —anuncia Andrew, su padre.

—Oh, por favor, llámame Nathaniel —declaro con la vista fija en ella—. Y aunque estoy aquí por negocios, no me molestaría disfrutar de lo que esta ciudad tiene para ofrecerme.

Andrew ríe ante mi comentario y Emma desvía su mirada totalmente sonrojada.

El padre de Emma se disculpa cuando uno de sus socios lo llama. Me acerco más a ella con toda la intención de aprovechar que estamos solos.

—Y bien, ¿quién era ese?

A pesar de lo feliz que me hace estar junto a ella, necesito mostrarle mi molestia por su conducta en el jardín.

Me costó demasiado controlarme y no lanzarme sobre el tipo que se atrevió a abrazarla y besarla frente a mí. La ira aún hierve en mis venas al simple recuerdo.

—¿Disculpe? No entiendo a lo que se refiere —Sus hermosos ojos se entrecierran y frunce ligeramente su nariz en confusión.

—No finjas que no sabes de lo que hablo, Emmaline. ¿Quién es el tipo que te abrazó allá fuera? —demando con voz severa, dejando claro mi enfado.

Al instante su expresión confusa cambia por una de completo enojo. Sus mejillas vuelven a teñirse de rojo, aunque esta vez por un motivo totalmente diferente. Joder, se ve adorable.

—No sé quién se cree que es para reclamarme. Mucho menos después de espiarme en el jardín como si de un acosador se tratase.

—Sólo quiero una explicación. ¿Acaso es tu novio?

Me contempla sin dar crédito a mi pregunta.

—Por si no lo ha notado, señor Blake —enfatiza mi nombre con sarcasmo—, esto es una fiesta de compromiso, no una reunión de acosadores. Así que si me disculpa, tengo mejores lugares donde estar ahora mismo.

Se voltea y comienza a retirarse. Antes de alejarse completamente me mira por encima de su hombro y dice:

—Y por cierto, espero no volver a verlo el resto de la noche, de lo contrario me aseguraré de que lo echen de aquí.

—Emmaline, espera.

Se va dejándome con la palabra en la boca. Ella jodidamente se va.

Trato de calmar mi enfado y permito que se salga con la suya esta vez, así que no la sigo. En cambio, saco mi teléfono y escribo un mensaje.

«Contactame, es urgente»

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Bebo un sorbo de mi copa e intento escuchar educadamente a las personas frente a mí. Sin embargo, me es imposible dejar de buscar a mi pequeño ángel con la mirada.

Debo admitir que me sorprendió su cambio de actitud. Pasó de ser una cosita diminuta y tímida a una mujer molesta y apasionada.

Si cree que con esa actuación altanera se ha librado de mí, está totalmente equivocada. Lo único que ha hecho es elevar mi necesidad de cazarla, estoy ansioso por poner a prueba ese fuego en la cama.