¡Hola! pues como indica el titulo este libro incluirá historias cortas sobre nuestro cazarrecompensas espacial favorito y el pequeño Grogu (o baby yoda) ❤
Así que, ¿Preparados para un viaje por una galaxia muy, muy lejana?
Ya era noche cerrada, Cara se dirigió alarmada a una cantina local cuando recibió una llamada de Karga en la que le mencionaba que algo no iba bien, pero no especificó más detalles. Entró en el lugar que a su parecer era de calidad más bien escasa y se acercó al hombre que la esperaba al otro lado de la sala.
-Hola, ¿Qué ocurre? me dejaste asustada.
-Mira hacia ese lado.
En una mesa que se vislumbraba a través de la gente llegó a reconocer a un hombre ataviado con una característica armadura, llevaba un baso en su mano, la cabeza baja y el casco estaba colocado estratégicamente entre sus pies.
-Esa es su armadura ¿Pero quién es ese hombre? ¿Crees que han podido robarla? algo me da mal presentimiento.
-Tienes razón, pero no por lo que crees, déjamelo a mí.
-Está bien, estaré atento.
Lentamente como pudo pasó entre la gente y se acercó a la mesa.
-Hola, ¿Qué haces aquí?
-Supuse que cuando alguien no sabe dónde ir recurre a estos lugares.
La voz del mandaloriano era algo más grave de lo habitual, se le notaba distraído y confuso, pero no lo suficiente para perder la consciencia de sí mismo.
- Es posible pero no es propio de ti, ¿tu nave esta cerca? creo que deberíamos hablar.
Él asintió y se levantó de la mesa.
Fue un corto paseo hasta que llegaron a su destino, la aeronave se alzaba imponente sobre la oscuridad del entorno enmarañado de estrellas.
-Es una buena maquina, no pensé que encontrarías una sustitución tan pronto.
- Cuestión de suerte supongo.
Una vez dentro el hombre se sentó pesadamente en la silla del piloto mientras escondía la cara entre las manos. Cara se mantuvo de pie.
-¿Qué sentido tiene lo que hago, si por lo que debía ser un simple encargo me encuentro así?..¿Cómo voy a continuar?
- Eres humano, no puedes evitar esas cosas, hiciste lo que debías, pero quizás sea necesario que pares durante un tiempo, tomar un descanso.
-Yo no hago eso... (La voz esta vez resultó seca y áspera). La mujer que nos ayudó en el rescate me ofreció ir a Mandalore para evitar que los restos del imperio lo sigan saqueando.
-Eso puede ser algo bueno, establecer un objetivo. De todas maneras no te imagino como la clase de persona que visitaría un lugar cerca de la costa para ir a nadar (esbozó una amplia sonrisa).
- Pues la verdad es que se me daba bastante bien cuando era niño.
Ambos soltaron una amplia carcajada que retumbo en las paredes de metal que los rodeaban.
- Tienes una bonita sonrisa, una pena que sea tan raro de ver (ella exclamó, sospechando que quizás se habría extralimitado).
Él la observo mientras adoptaba una expresión algo seria pero relajada.
- Bueno, quizás es porque sea necesario un buen motivo.
Ella dio unos pasos en su dirección y se inclinó esperando que él se alejara, en su lugar observó como las pupilas dilatadas provocaban que sus ojos se vieran aun más oscuros.
El beso, dubitativo al principio, comenzó a intensificarse hasta que el resto del entorno resulto desdibujado y el control fue desapareciendo poco a poco...
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El sol comenzó a colarse por una rendija de la recién adquirida nave, provocando que su huésped despertara súbitamente. Notó una profunda pesadez en sus extremidades, recordaba haber caído rendido sin aliento, se encontraba desnudo y su cuerpo contaba con múltiples marcas de la noche anterior. Su compañera aún dormía a su lado y acarició un mechón de pelo suelto que descansaba sobre la almohada.
Se sentó mientras recuperaba una pequeña esfera de metal encontrada entre su ropa, que decoraba el suelo de la habitación improvisada y comenzó a pasarla de mano en mano con nostalgia al mismo tiempo que observaba su casco, ahora abandonado.
-Puede que un descanso no sea tan mala idea (murmuro para sí mismo).
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